FUNCIONALISMO

Funcionalismo

El funcionalismo tuvo una gran importancia en el siglo XX al grado de trascender en el tiempo y dejar una marcada influencia en el diseño en elementos utilitarios, y desde luego, en la arquitectura. Tuvo su origen en Inglaterra en el siglo XX, inmediatamente después del Art Nouveau, por lo que prácticamente se le considera el sucesor de dicha corriente y también como una nueva alternativa. No existe una fecha en específico que se pueda tomar como inicio del funcionalismo, pero el comienzo del racionalismo se determina cuando fundan la Bauhaus y las obras de Lecorbucier.

La principal idea del funcionalismo era precisamente, la función por lo que, de entre sus principios más fundamentales, era la adaptación de la forma al uso al que estaba pensado, es decir, la forma sigue a la función, además de contemplar los materiales de acuerdo a las posibilidades económicas y técnicas, la unión de lo útil con lo bello, contrario a las corrientes anteriores en las que la finalidad era potencializar sólo la imagen estética.

Con el funcionalismo, las columnas tienen un papel protagónico y dejan de relegarse como estructura oculta, como en la Villa Savoye, donde la idea era suspender la estructura sobre los pilotes para permitir que el jardín pase por debajo. Otro elemento es la función del jardín y terraza, permitiendo mantener condiciones de aislamiento térmico y se adquiere un nuevo espacio de esparcimiento. De entre las características más sobresalientes está la planta libre, rompiendo con esquemas idiosincráticos, aprovechando las virtudes de los claros que permite el concreto, aprovechando las áreas que confinarían los muros. Otros detalles como la ventana longitudinal terminan con mayor libertad para extender las ventanas en una vanguardia nueva permitiendo mayor interacción con el exterior.

Nada del funcionalismo habría sido posible sin los procedimientos constructivos ni los materiales disponibles, el acero permitió estructural los claros necesarios para las plantas libres, el vidrio logró dividir el interior del exterior de manera sutil y funcional en vanos muy amplios, el concreto como lo venía haciendo desde tiempos antiguos estructuraba los espacios, los metales empleados, más mesurados y junto con las técnicas de remachado y soldado marcó una tendencia para estructuras de soporte, también recubrimientos como mármol y madera hicieron posible trascender en el tiempo.

Las características arquitectónicas más generales son el uso de fachada libre, guardando siempre un equilibrio. Las formas ortogonales prevalecen, se abre el diseño a más fachadas, no solo a la principal. Los rascacielos se hacen cada vez más comunes.

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