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Golpe de Estado de 1952 y la Juventud Universitaria


Enviado por   •  11 de Mayo de 2015  •  Tutoriales  •  7.202 Palabras (29 Páginas)  •  255 Visitas

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Sumario:

1. Golpe de Estado de 1952 y la Juventud Universitaria. 1.1. Cuba antes y después de 1952. 1.2. Golpe de Estado del 1O de marzo de 1952 y la Juventud Universitaria. 1.3. Asalto al cuartel “Moncada” y su importancia histórica. 2. Causa 37 y la Vista Oral, un Juicio insólito. 2.1. Proceso penal contra los asaltantes al cuartel Moncada y papel político jurídico de las partes procesales que intervinieron. 2.2. El dictamen pericial criminalístico y médico legal en el ámbito del Proceso penal contra los asaltantes al cuartel Moncada y papel político- jurídico de los peritos que intervinieron.2.3. Alegato de defensa del acusado Fidel Castro Ruz, trascendencia histórica y político-jurídica para nuestro país. 3. Del Moncada al Sistema Revolucionario de Enseñanza Universitaria. 3.1. Función social del jurista en cuba; Ética e ideología. 3.2. La enseñanza de las ciencias penales y la formación de Valores. 3.3. Alegato de Fidel “la Historia me Absolverá” y su trascendencia para la enseñanza de las ciencias penales en Cuba. Bibliografía.

“Quien está hablando aborrece con toda su alma la vanidad pueril y no está ni su ánimo ni su temperamento para poses de tribuno ni sensionalismos de ninguna índole. Si he tenido que asumir mi propia defensa ante este tribunal se debe a dos motivos. Uno: porque prácticamente se me privó de ella por completo; otro, porque solo quien haya sido herido tan hondo y haya visto tan desamparada la patria y envilecida la justicia puede hablar en una ocasión como esta con palabras que sean sangre del corazón y entrañas de la verdad”

Fidel Castro Ruz

Fragmento del Alegato de defensa “La Historia me Absolverá”

La enseñanza Universitaria constituye una de las grandes conquistas de nuestra Revolución. Como parte de ella, La formación de juristas ocupa un lugar importante y, de igual manera, una misión social relevante y crucial a los fines de nuestro Estado socialista como exponente de una sociedad justa y equitativa.

Actualmente el proceso de aprendizaje de las ciencias penales y criminológicas en las facultades de Derecho y otros centros docentes exige un esfuerzo constante y recíproco entre aquellos que desempeñan la más noble de las profesiones, los pedagogos, y aquellos formandos en un sistema de habilidades y principios éticos y de conocimientos, que en años posteriores, serán nuestros operadores del Derecho y tendrán la misión de continuar nuestra obra revolucionaria.

Si bien es intolerable el ejercicio del Derecho sin conocimiento de la Ley, también resulta inconcebible su aprendizaje sin el estudio de la Historia, pues existen hechos y momentos históricos que siembran pautas y abren puertas para nuevas concepciones y metodologías de estudio y enseñanza. Precisamente sobre uno de estos momentos versa el presente texto, me refiero al Alegato de defensa de Fidel Castro Ruz en ocasión de la vista oral contra los asaltantes al Cuartel Moncada.

Golpe de Estado de 1952, La Constitución y la Juventud Universitaria. Cuba antes y después de 1952.

La situación económica, política y social de cuba en los albores del año 1952 no resulta difícil de imaginar. Plantean aquellos que vivieron este momento o que lo han estudiado a fondo, que el 1ro de enero de ese año amanecía como como un sol de fuego, pero lo cierto es que desde mucho antes las llamas de ese fuego ardían sobre la isla de cuba y cada vez causando estragos mayores. El escenario económico y social se representaba por el dominio de los monopolios norteamericanos, cada vez más, sobre los medios de producción y riquezas de la isla, los bajos salarios y pésimas circunstancias de trabajo colmaban la situación precaria de la clase proletaria a la cual le resultaba cada vez más difícil el acceso a los servicios de salud, recreación y niveles de educación.

Con el golpe de estado de 1952 se inicia otra triste página para nuestro pueblo que solo pudo llevar como título “inopia, represión y hambruna” pues la política económica puesta en marcha por Fulgencio Batista incentivaba la situación irregular de los sectores sociales más humildes. En este sentido las medidas económicas aplicadas por la nueva tiranía podemos dividirla en tres aspectos básicos:

La aplicación de las recomendaciones ultrarreaccionarias del plan Truslow, que se referían a otorgar plenas garantías y facilidades a inversionistas norteamericanos, mediante la derogación o rebaja de los impuestos fiscales y la supresión de los derechos conquistados por la clase obrera, de manera que los empresarios privados pudieran rebajar libremente los salarios, despedir a los trabajadores y en general intensificar su explotación.

La restricción de la producción azucarera.

La puesta en marcha de la “alegre política de los gastos compensatorios”.

A este tipo de medidas acuden con frecuencias los capitalistas, cuyas reservas de capital les permiten frenar temporalmente la producción con tal de mejorar las perspectivas futuras del mercado. A esto debemos añadir que Cuba aún mantenía sometida a las leyes de cuotas azucareras impuestas por el imperialismo. En 1953 y 1956 fueron aprobadas por el gobierno de Estados Unidos nuevas leyes de este tipo que continuaron limitando la entrada de azúcares cubanos al mercado norteamericano.

Como resultado de esta política el ingreso de los obreros azucareros descendió de 338,4 millones de pesos pagados en 1951- año de una zafra normal- a 2O4 millones de pesos en 1955, es decir que el ingreso de este sector disminuyó en casi un 4O%.

En cuanto a la “política de gastos compensatorios” la mayor parte de los premios derivados de ella se dirigieron al sector de obras públicas. Muchas de estas obras como son los hoteles y las viviendas, tenían un carácter puramente especulativo, puesto que concluidas, rápidamente sus usuarios comenzaban a dar ganancias a los propietarios capitalistas.

La prostitución y el juego alcanzaron niveles descomunales, al punto de que en La Habana y casi todas las ciudades del interior, había barrios ocupados enteramente por prostíbulos.

La represión al sector campesino también se hizo notorio mediante la política del desalojo, y en el ámbito político, el pacifismo quietista y el falso insurreccionalismo practicados por los partidos y organizaciones políticas burguesas, lejos de afectar a la tiranía, obstaculizaron el desarrollo de la lucha revolucionaria del pueblo cubano, en la cual estos partidos

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