HistoriA UNIVERSAL
HeversonFermin13 de Octubre de 2013
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1. Etapas que se distinguen de la edad media.
La edad Media se divide en 2 grandes etapas:
-La Alta Edad Media (V-XI) Aparición y desarrollo del feudalismo. Renacieron la vida urbana y el comercio regular a gran escala y se desarrolló una sociedad y cultura que fueron complejas, dinámicas e innovadoras.
-La Baja Edad Media (XI-XV) Paulatina crisis del sistema feudal, resurgimiento de la vida urbana. Si la alta edad media estuvo caracterizada por la consecución de la unidad institucional y una síntesis intelectual, la baja edad media estuvo marcada por los conflictos y la disolución de dicha unidad.
2. Principales Grupos Barbaros de la Edad Media.
Entre los pueblos germanos invasores encontramos a los godos, divididos en visigodos en Occidente y los ostrogodos en Oriente. Los francos, los suevos, los burgundios, los anglos, los sajones y los jutos, los vándalos, los frisones, los alanos (iranios) y los alamanes constituían el resto de los pueblos.
• Los vándalos arrasaron las Galias, pasaron por Hispania, se dirigieron al norte de África, conquistaron Cartago, y desde su puerto se dedicaron a la piratería, asolando el Mediterráneo.
• Los ostrogodos detentaron el poder, con la asunción de Teodorico el Grande, que mató a Odoacro. Los visigodos debieron retirarse de Italia, dirigiéndose al oeste, a la Galia, estableciendo su gobierno en el sur de la región y en casi toda Hispania.
• Los francos se ubicaron en el norte de las Galias, adoptando la fe católica tradicional, convirtiéndose en los defensores del catolicismo.
• Los sajones, aliados con los anglos y los jutos, se instalaron en Britania, con costumbres muy diferentes a las romanas.
Salvo estos casos aislados, la mayoría eran respetuosos de la cultura romana, y fusionaron las costumbres romanas con las propias. La aristocracia germana comenzó a utilizar como su idioma el latín, que luego —modificado— dio lugar a las lenguas romances.
3. Causas de las invasiones.
a) La decadencia del Imperio Romano de Occidente a nivel político, social y militar.
b) La crisis económica del sistema latifundista romano.
c) La presencia de gran cantidad de soldados y tropas de origen bárbaro (germano, franco, godos, celtas, etc.) en las legiones romanas.
La caída del imperio ha sido objeto de un debate largo entre los estudiosos. Para unos la muerte del imperio se produjo por problemas internas de sus propias estructuras esclavistas; la presencia de barbaros simplemente aborto este proceso, con su presencia aceleraron el proceso de decadencia, estos pueblos agudizaron y complicaron su situación con su presencia hasta desembocar en la desaparición formal del imperio de Occidente en el año 476.
4. Las invasiones
El emperador romano se convirtió cada vez en un soberano absoluto, era el jefe supremo del ejército y la administración, acuñaba las monedas con su imagen, ordenaba el cobro de los impuestos, impartía la justicia y dicataba las leyes.
El Senado conservo parte de su prestigio, para evaluar las consultas y vigilaba el gobierno del imperio. Los comicios dejaron de reunirse, los magistrados eran elegidos por el Senado a propuesta del emperador y los funcionarios de manera directa por el emperador.
En el año 395 d.c. el emperador Teodosio dividió al imperio romano entre sus dos hijos: Arcadio recibió el oriente y fijo como su capital Constantinopla, honorio recibió el Occidente estableciéndose en Milán y luego en Ravena. Mas alla del imperio existían pueblos independientes, tribus nomades y belicosas como las de los germanos que fueron penetrando en el imperio de manera pacífica, poniéndose al servicio del imperio a cambio de tierras y protección; hubo tribus belicosas como los hunos, vandalos y otros que invadieron sucesivamente el imperio destruyéndolo.
A finales del imperio las legiones romanas estaban conformadas por tropas de extranjeros y de pueblos barbaros que no garantizaban la unidad territorial ni el mando del emperador sobre sus tropas. E n el año 455 la dignidad imperial recayó en diversos personajes que eran instrumentos de los jefes barbaros. Orestes, de origen latino, proclamo soberano a su hijo Rómulo Augustulo, quien fue depuesto en el año 476 por Odoacro, jefe de los herulos (germanos) que toma el título de rey de Italia, poniendo fin al Imperio Romano de Occidente.
5. Invasiones Germánicas
Las invasiones germánicas en la Península Ibérica (o invasiones bárbaras) surgen en el siglo V, en el contexto de las grandes migraciones (conocidas como invasiones bárbaras) que alteraron la distribución de los pueblos en Europa y precipitaron el final del Imperio romano de Occidente. La Península Ibérica, en particular, sufrió la ruptura de la organización política y administrativa que el Imperio romano había adoptado, en las distintas provincias en que se dividía administrativamente Hispania. En 411 llegaron varias oleadas de pueblos germánicos, denominados, vándalos y suevos, además de los alanos (étnicamente iranios); que habían sido violentamente desposeídos de sus tierras por las invasiones hunas y que, después de esa expulsión habían vagado por Europa hacia occidente, en busca de nuevas tierras donde instalarse. Los alanos eran oriundos de la región del Cáucaso, los vándalos eran de origen escandinavo; los suevos, también germánicos estaban emparentados con los anglo-sajones que, en ese tiempo se instalaron en Inglaterra.
Aunque los romanos reconocieron los hechos, llegando a acuerdos para el asentamiento de estos pueblos en distintas zonas de Hispania, los suevos fueron los únicos que alcanzaron una mayor estabilidad y se organizaron políticamente. Según Orosio, presbítero de Braga, «rápidamente cambiaron la espada por el arado y se hicieron amigos». Crearon un reino que abarcaba Galicia y la zona norte del actual Portugal, con capital en Braga. El reino se expandió luego hacia el sur del Duero.
Los visigodos, pueblo también germánico que había llegado a un foedus (alianza o federación) con el Imperio, concertaron con éste acabar con los invasores y reincorporar Hispania a la autoridad romana, aunque más bien actuaron como autoridad sustitutiva de la romana, e independiente en la práctica, con una mayor intensidad de ocupación en la zona central de la Península.
Estos grupos de bárbaros no parecen haber sido numerosos; aunque pudieron someter a las provincias romanas con gran rapidez y, después de instalados, no encontraron grandes resistencias por parte de las poblaciones, hecho que se relaciona con la Caída del Imperio Romano. Un desastre económico terminaría con las clases medias de las ciudades y agravarías las condiciones de los campesinos. El fin de las conquistas propias del periodo del Alto Imperio había convertido en difícil la obtención de esclavos desde la crisis del siglo III, y era en éstos en los que se asentaba la economía romana. De esta forma, ya había comenzado el proceso de feudalización, que convertía a las clases altas en una aristocracia prefeudal y a las bajas, tanto si provenían de esclavos como si provenían de hombres libres sometidos a colonato, en una nueva clase precedente de los siervos feudales, en una situación de semiesclavitud.
Con las invasiones terminaron todos los sistemas organizativos estatales aunque se mantuvo la organización eclesiástica. La mayor parte de la población hispanoromana era cristiana y el territorio se encontraba dividido en parroquias. En el siglo V los Suevos se convirtieron al Cristianismo, mientras que los visigodos, que eran cristianos arrianos, se convirtieron al Catolicismo con la reconversión de Recaredo.
6. Invasiones de los Hunos
Los hunos fueron una confederación de tribus euroasiáticas, muchas de ellas de los más diversos orígenes, unidas por una aristocracia que hablaba una lengua túrquica. Este grupo humano apareció en Europa en el siglo IV, y su máximo exponente fue Atila el Huno. Los hunos fueron llamados bárbaros por los romanos, a los que invadieron entre los siglos IV y V.
Excelentes jinetes arqueros, veloces y decididos, de táctica impredecible, extendieron el miedo por el Imperio. Pactaron con Roma en contra de los germanos de la Europa Central y, hacia el 432 tenían un caudillo principal, Rua o Rugila, a cuya muerte (434) le sucedieron sus sobrinos Bleda y Atila. Eran nómadas y vivían en chozas temporales, aunque conocían la propiedad de la tierra y solían serpentear por zonas concretas que estuvieran en su poder. Por su condición nómada, la vaca y la cacería tenían un papel más importante en su economía que la agricultura. Las carencias en su dieta eran saciadas por medio del comercio y, de forma mucho más habitual, el pillaje en territorio extranjero. Las armas que empleaban en la guerra eran la espada recta, la lanza, el lazo (especie de cuerda con la que lazaban a sus enemigos y les rompían el cuello) y el arco, que solían utilizar desde el caballo. A esto contribuía el uso del estribo, que tomaron de los chinos y que introdujeron más tarde en Persia y Europa.
Durante la Edad Media, se dejaron registradas numerosas gestas y leyendas, entre las cuales se halla la de Hunor y Magor, cuya versión más antigua data del siglo XIII en Hungría. En ésta se narra cómo estos dos hermanos dan nombre a las naciones huna y húngara, hallándose así ambas emparentadas. Hasta ahora no se ha logrado establecer ningún parentesco étnico entre ambas, pero se estima que después de la llegada de los húngaros de Asia en 905, se acabaron mezclando con los restos de la civilización huna que aún vivía en el territorio de Panonia por aquél entonces.
En cuanto a la religión no se sabe casi nada de
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