Historia Mercadotecnia

MARKETING POLÍTICO

El marketing político es un conjunto de técnicas de investigación, planificación, gestión y comunicación que se utilizan en el diseño y ejecución de acciones estratégicas y tácticas a lo largo de una campaña política, ya sea ésta electoral o de difusión institucional.

En una campaña electoral, es el conjunto de técnicas empleadas para influir en las actitudes y las conductas ciudadanas a favor de personas, ideas y programas determinados. El objetivo es obtener el mayor número de electores, para que voten, y con esto un partido pueda alcanzar el poder.

El concepto de marketing político ha comenzado a hacerse conocido en América Latina, en los últimos diez años. Las empresas políticas actúan en un mercado político donde intervienen las ofertas y demandas políticas. Cada empresa política tiene una imagen y una marca institucional. Sociales o liberales, conservadores o democristianos.

Existen tres características modernas del marketing político:

• Mediatización: Es el uso de los medios masivos de comunicación (prensa, radio, televisión, internet).

• Videopolítica: Está constituido por la imagen y las herramientas de comunicación audiovisual.

• Ciberpolitica: Es el uso de las tecnologías digitales para la comunicación y movilización políticas.

El marketing político es una disciplina estratégica, que combina el trabajo de diferentes especialistas como politólogos (politología, ciencia social que estudia la teoría y práctica de la política, los sistemas y comportamientos políticos), comunicadores sociales, expertos en la opinión pública, etc. El Marketing Político nació a mediados del siglo XX en Estados Unidos.

Estos tres niveles de estrategia deben ser abordados en forma simultánea y coordinada. Los niveles estratégicos del Marketing Político son:

• Estrategia Política (EPo): Diseño de la Propuesta Política

• Estrategia Comunicacional (EC): Elaboración del Discurso Político

• Estrategia Publicitaria (EPu): Construcción de la Imagen Política

El marketing político es un método para hacer buenas campañas. Sus componentes son la ciencia política, la sociología electoral y la comunicación. Sus desacuerdos con el marketing comercial son más fuertes que sus afinidades. Se conoce de él mucho más el mito que el método. No es cierto que el marketing político construya campañas vacías y cosméticas, centradas en la apariencia. Por el contrario, las campañas que hacen los buenos consultores tienen poderosos contenidos, guardan las identidades históricas de los partidos, respetan la personalidad de

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