La Araucana

Introducción

La Araucana (1569, 1578 y 1589) es un poema épico del español Alonso de Ercilla que relata la primera fase de la Guerra de Arauco entre españoles y mapuches o araucanos.

La historia de la conquista ofreció gran material para la literatura ejemplo de ello es la audacia de pequeñas bandas de aventureros españoles; la lucha indígena por preservar su libertad y el trauma mutuo de ambas culturas por el enfrentamiento de un "otro" radicalmente diferente. De esta forma se llega a la creación estética de "La Araucana" conformada por este amplio y complejo mundo de elementos enmarañados en una representación histórica contradictoria

La Araucana había sido precedida por una gran cantidad de textos españoles que describían el Nuevo Mundo a los lectores europeos, como los Naufragios de Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, que relataban las aventuras de su autor en Norteamérica, o la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo. Sin embargo, La Araucana se distinguió entre estos libros como la primera obra de literatura culta dedicada al tema, con claras ambiciones artísticas. Se trataba de un poema, en verso, en vez de una crónica en prosa.

CONTEXTO HISTÓRICO

Participando en la guerra de Arauco, Alonso de Ercilla se empapa de la grandeza y del valor de los indígenas al defender sus tierras y su libertad. La fiera guerra de Arauco, lugar donde los españoles encuentran mayor resistencia para la colonización de las tierras americanas, influencia de tal modo a Ercilla que en el mismo lugar de los hechos comienza a escribir, sobre diversos materiales que tiene a mano, el poema La Araucana que es un canto sobre el nacimiento de nuestra patria. Este escrito, enmarcado en tan fiera lucha, es el primer gran poema épico dedicado a la conquista de Chile, consignado con tal exactitud y veracidad que hasta nuestros tiempos es una fuente de conocimiento sobre esta guerra. Sirve de la misma forma, en esos tiempos, para los españoles como revelador de costumbres y caracteres desconocidos de los pueblos que estaban en la parte sur del continente americano.

Muchas de los acontecimientos minuciosamente contados por Ercilla son vividos

Actualmente se conocen tres cronistas que escribieron durante el siglo XVI. Jerónimo de Vivar, quien escribió una Relación copiosa y verdadera del Reino de Chile en 1558, a casi quince años de la entrada de Pedro de Valdivia al país; Alonso de Góngora Marmolejo, redactó una Historia de Chile que abarca desde 1536 a 1576; y Pedro Mariño de Lobera, capitán que terminó su Crónica del Reino de Chile poco tiempo antes de su muerte, en 1598. En los siglos posteriores, el modelo del soldado-cronista fue desplazado por el de historiadores más eruditos, entre los que destacan los jesuitas Alonso de Ovalle, Felipe Gómez de Vidaurre, Juan Ignacio Molina, Miguel de Olivares y Diego de Rosales con su Historia General del Reino de Chile, Flandes Indiano. No obstante, una buena parte de los cronistas seguían proviniendo del mundo militar, como sucedió con Alonso González de Nájera y Francisco Núñez de Pineda y Bascuñán, en el siglo XVII, y Vicente de Carvallo y Goyeneche y José Antonio Pérez García, a fines de XVIII.

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