La Ilustración

En el siglo XVIII, se inicia un movimiento denominado Ilustración en el que predomina la razón frente a la expresión de los sentimientos; por ello este siglo se denomina “el siglo de las luces”. Este periodo se caracteriza por una separación entre la Iglesia y el Estado y los gobiernos practican despotismo ilustrado (“Todo para el pueblo pero sin el pueblo”).

La difusión de la Ilustración en España fue lenta, ya que en la sociedad los grupos reformistas seguidores de la Ilustración (Sociedades de Amigos del País) se encontraban en minoría. Estos grupos fomentaron el estudio de las ciencias y las artes, renovaron el sistema educativo, realizaron un análisis crítico de la situación económica española,… mediante la creación de instituciones como el Museo del Prado, la Biblioteca Nacional o la Real Academia Española.

Desde el punto de vista literario se distinguen tres etapas: El Posbarroco, la Preilustración y la Ilustración.

En la primera etapa se encuentra la literatura barroca en decadencia y destaca Villarroel con su obra Vida.

En la Preilustración se avanzan algunas características de la Ilustración. En este periodo destaca autores como Luzán con su obra Poética y Feijoo con Cartas eruditas.

Ya en la Ilustración, en el teatro se impone la regla de las tres unidades, hay una separación entre lo trágico y lo cómico, y prima lo útil, lo cotidiano, los conflictos domésticos. Su máximo representante es Moratín con obras como El viejo y la niña, La mojigata o El sí de las niñas.

En poesía, los temas suelen ser pastoriles, anacreónticos y filosóficos. El lenguaje poético es algo prosaico y apenas aparecen figuras estilísticas. Destaca Juan Meléndez Valdés y las fábulas de Iriarte y Samaniego.

En prosa se cultiva el ensayo fundamentalmente. Y destaca Cadalso con Cartas marruecas, y Jovellanos.

En las últimas décadas del siglo aparece el Prerromanticismo que rehabilita la expresión del sentimiento en todos los géneros, dando paso al Romanticismo del siglo siguiente.

...