La Lingüística.

Podríamos definirla como el estudio tanto de la estructura de las lenguas naturales y aspectos relacionados con ellas como de su evolución histórica, de su estructura interna y del conocimiento que los hablantes poseen de su propia lengua.

El origen de la lengua abarca varios milenios de la historia del hombre y, aunque es difícil situar su inicio exacto, se puede afirmar que China, la India y el cercano Oriente fueron los primerizos focos.

La necesidad de un sistema de escritura para poder controlar los bienes, el trabajo y el dinero ingresado y egresado dio pie a que los sumerios empezaran a grabarlos, y pronto desarrollaron un tipo de escritura conocido actualmente como “cuneiforme”, nombrado así por su forma de cuña.

Esto es crucial para nuestro estudio sobre la historia, ya que desde ese momento se tiene constancia de la existencia de documentos escritos, dando inicio a la etapa que conocemos como “historia”.

El proceso de evolución de cada lengua está sujeto a diferentes factores que la alteran, causando que no tengan una evolución heterogénea en cada lugar, debido principalmente a cuestiones externos a esta:

•Socioculturales: depende principalmente del prestigio social de cada lengua, algunas de ellas usadas por grupos sociales o culturalmente dominantes que pueden llegar a imponerse sobre otras.

•Políticos: suceden debido a normas legales impartidas principalmente por los gobiernos que tienen como objetivo la regulación del uso, funcionamiento y en casos extremos, hasta la prohibición de su uso.

•Históricos y geográficos: las relaciones de las civilizaciones, principalmente a través del comercio, intercambios culturales o incluso a través de las invasiones o conquistas pueden afectar muy profundamente a la lengua, la variedad que se habla o hasta la visión que se tiene de ella.

El último factor es tal vez el más importante y el que más ha influido en la historia.

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