La Revolucion Francesa

La revolución francesa

El siglo XVIII señala un periodo de transición en la historia de Europa, imperaban grandes injusticias y la sociedad estaba sometida a un poder real absoluto. La Francia bajo el reinado de Luis XIV conservaba rastros del sistema feudal, los campesinos poseían 1/3 de los terrenos cultivables, pero el pago de arrendamientos, tributos y cargas fiscales era agobiante, literalmente hablando el campesino mantenía sobre sus espaldas a clérigos y nobles; sin embargo, carecían de conciencia política, fueron los habitantes de las ciudades, no tan agobiados por los impuestos, los que encabezaron la revolución.

Para poner remedio a las pésimas finanzas estatales, Luis XVI se vio forzado a convocar los estados generales, en el año 1789. Esta asamblea fue el principio del fin para la monarquía francesa. El pueblo francés esperaba impresionables mejoras de la asamblea convocada, que se desenvolvió en un clima tenso e incierto. La explosiva cuestión acerca del sistema de voto en el parlamento dividió la asamblea. El tercer estado transformo el parlamento en asamblea de una sola cámara. La nobleza y el clero tuvieron que conformarse con ocupar su lugar en esta asamblea nacional, cuyo principal objetivo era dar al país una nueva constitución.

Paralelamente la creciente tensión social y económica estallo en un motín abierto, tanto en Paris, con la toma de la bastilla, como en los medios rurales, donde los campesinos saquearon castillos y casas de campo señoriales. En la Asamblea Nacional, más de un noble comprendió la gravedad de la situación, más adelante se proclamó la famosa declaración de los derechos del hombre, producto de las ideas de la ilustración y de la influencia de la declaración americana de la independencia.

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