Los Fenicios hábiles navegantes y grandes comerciantes

Los Fenicios hábiles navegantes y grandes comerciantes.

En el 3000 AC, llegaron al actual territorio del Líbano pueblo que provenían de la península arábiga. Durante varios siglos estuvieron bajo el control de las ciudades Mesopotámicas y luego bajo la dependencia del imperio egipcio. Pero hacia mediados del 2000 AC, las ciudades fenicias lograron su autonomía y comenzaron en una etapa de gran desarrollo y prosperidad económica que se extendió hasta el siglo VIII AC.

Los fenicios nunca formaron un estado unificado, si no que distintas ciudades independientes, como Biblos, Sidon y Tiro, fueron alterando sus supremacías. En los talleres de las ciudades fenicias se elaboraban los productos que luego eran comercializados en regiones muy distintas. El pueblo se destacaba por sus trabajos en metal, cristal y muy especialmente por sus artículos textiles. Por esto último los griegos los llamaban fenicios u hombres rojos, debido al tinte purpura que extraían de un molusco y que utilizaban para teñir sus telas. Sus embarcaciones se convirtieron en los más grandes navegantes de la antigüedad. Las flotas mercantiles y fenicias recorrían las costas del Mar Mediterráneo, llevando sus productos y buscando materias primas para abastecer su actividad manufacturera. Se establecieron factorías, depósitos amurallados donde acumulaban mercaderías y realizaban transacciones comerciales, también fundaron colonias, como Cartago y llegó a ser una de las grandes ciudades comerciales de la antigüedad. Sus decadencias llego y fueron dominados por los Asirios, los caldeos, los persas y finalmente por macedonia. Se les atribuye un invento original: el alfabeto compuesto por 22 signos que representaban los sonidos, que combinados formaban la totalidad de las palabras

Los Hebreos, el pueblo elegido de Dios.

A fines del 2000 AC, en el sur del territorio ocupado por los fenicios, se estableció un pueblo que, a diferencia del resto de las civilizaciones de la época, practico una religión monoteísta. Su creencia en un dios único, creador de todas las cosas, espiritual y todopoderoso. De acuerdo con el relato bíblico, la historia del pueblo hebreo se remonta al siglo XIX AC, cuando el patriarca Abraham abandono su tribu la ciudad de Ur, en la Mesopotamia, para dirigirse a la tierra prometida. Oprimidos y perseguidos por los faraones, los hebreos emprendieron el éxodo de Egipto. Según el texto bíblico fue el profeta Moisés el encomendado por dios para liberar el pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto y él lo dirigió a un largo viaje de regreso a la tierra prometida. En su camino, en el desierto de Sinaí, Moisés recibió de dios los diez mandamientos, que establecieron las bases de la religión y el orden social y moral del pueblo hebreo.

Una vez que llegaron a Canaán, se dividieron en 12 tribus, cada una de ellas a cargo de jueces, jueces militares y políticos que emprendieron la lucha contra los cananeos, los filisteos y otros pueblos que habitan la región. Para obtener una victoria definitiva, las tribus unieron sus fuerzas y nombraron un rey

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