Maderismo

Maderismo

Madero obtuvo el 98% de los votos y Pino Suárez venció a los demás candidatos a la vicepresidencia; Francisco I Madero convencido demócrata tomó posesión como mandatario de la república el 6 de noviembre de 1911, su hermano Gustavo intentó entonces acercarse a los zapatistas, sin embargo, sus esfuerzos ni siquiera fructifican, las tropas federales ahora bajo el mando de Madero mantienen su presencia en Morelos.

El territorio vivió con Madero el momento de más grande respeto a las libertades cívicas desde los tiempos de Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada; no obstante, nadie apreciaba realmente esta independencia, para los revolucionarios era insuficiente, para los porfiristas era libertinaje.

En diciembre el general Bernardo Reyes regresó al país y llamó sin éxito a tomar las armas contra Madero; con su acostumbrada clemencia, Madero le perdonó la vida y lo encarceló en la prisión de Tlatelolco en el norte.

Pascual Orozco arrojó el plan de la empacadora que demandaba la destitución de Madero y Pino Suárez, superiores condiciones laborales y la nacionalización de los trenes, además, reconocía la cuestión agraria como un problema importante.

Francisco Villa prevaleció fiel al régimen, sentía profundo respeto por un hombre honorable como era el gobernador de Chihuahua Abraham González y además lealtad personal hacia Madero al que le debía su conversión de bandolero en revolucionario, además, era evidente que grandes propietarios como terrazas respaldaban la revuelta de Orozco.

Díaz fue capturado y cuando Madero parecía dispuesto a fusilarlo la presión de la prensa y de la alta sociedad llevaron a la suprema corte a amparar lo cambiando de esta forma la pena de muerte por prisión en la cárcel de Belén.

Pese a la independencia que se respiraban los revolucionarios exigían mayores reformas y los porfiristas soñaban con la restauración del régimen anterior, los diarios atacaban con fiereza al presidente y cualquier clima de histeria se extendía por todo el territorio.

El 9 de febrero de 1913 a medida que 300 estudiantes del colegio de aspirantes tomaban el palacio nacional, un conjunto de elevados militares sin encontrar resistencia liberaban a Bernardo Reyes y a Félix Díaz para encabezar una revuelta, horas luego tropas leales a madero recuperaron el palacio, cuando los rebeldes intentaban ingresar a la sede gubernamental se les recibió a balazos.

Se combatía en pleno centro de la ciudad, en los primeros enfrentamientos, Bernardo Reyes falleció acribillado y Félix Díaz se retiró al cuartel de la ciudad de la vieja fábrica de cigarros convertida en almacén de armamento que fue su plaza fuerte a lo largo de los días de la decena trágica.

A pesar de la resistencia de Félix Díaz y sus hombres todo simulaba indicar que la revuelta fue cualquier acto fallido y que los rebeldes pronto se rendirían ante las tropas leales al gobierno, pero nada de esto sucedió pues Huerta traiciona a Madero y pacta secretamente con días mientras los comandantes de ambos bandos simulaban atacarse en realidad se dedicaban a bombardear la ciudad sin ningún escrúpulo.

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