Más de 10 para el 10

El principio.

En algún momento, platicando con un amigo surgió la pregunta sobre los antecedentes de uno de los posibles candidatos a la gubernatura del estado para el próximo año y el apuntar de ambos la seguridad de lo que decíamos era ese pasado de quien aspira a ser Gobernador de Veracruz.

Como todas las pláticas de café, el tema quedó ahí.

Pero ocupó un lugar en mis preocupaciones, por la poca información que tenía sobre una figura pública. Después, otro día, buscando igualmente algo concreto sobre otro de los aspirantes a la Gubernatura de Veracruz, me encontré con que la información que existe es dispersa, difusa y hasta contradictoria.

En definitiva había una carencia de información organizada sobre la vida pública de los políticos que quieren gobernar Veracruz.

Empecé a conjuntar, primero, los nombres de los que ya habían dicho que querían la nominación o que alguien con suficiente peso y presencia había soltado la referencia, como para pensar que su posible inclusión era factible.

Después fue la búsqueda de información de cada uno, para luego entrar la decisión de cómo ordenar la información, como tener el mismo trato para cada uno.

Así pues, se hicieron las semblanzas, tomando la historia de vida de cada político, con el material que se fue recopilando, sobre todo en revisiones hemerográficas y en algunas de tipo bibliográfico. Lógicamente, darles la misma extensión y el mismo tratamiento, para buscar un criterio de equidad era muy difícil, por las distintas características de cada uno (y una) de los posibles, por lo que hubo que buscar algo que permitiera precisamente esto.

Para lograr este criterio de igualdad, se diseñaron los seis puntos denominados desarrollo del perfil, los cuales se plantearon para que –precisamente- cada uno de los posibles aspirantes se mostrase como se autoaprecia en el terreno político. Hubo quienes no contestaron, lo que pudo ocurrir porque:

1. Tal vez no tienen como una realidad tangible que puedan alcanzar la candidatura para el Gobierno del Estado.
2. No les interesa que los votantes, sobre todo quienes ejercen liderazgo sobre los grupos con los que interactúan, los vean como ellos se ven. Vaya pues, les asusta mostrar la imagen que el espejo les devuelve cuando se paran enfrente.
3. Simplemente se sienten muy seguros de obtener lo que buscan.
4. ¿Tienen miedo a las repercusiones por lo que dicen las leyes electorales?.

Lo que sea, pues.

Los puntos a desarrollar se le presentaron a cada uno de los posibles aspirantes en el mismo momento, con el mismo énfasis en referirles el destino que se buscaba dar al trabajo, precisamente ya en la línea de este criterio de equidad, que no de equilibrio (porque esos los buscarán y establecerán los candidatos y los partidos en los momentos precisos) y mucho menos de homogeneidad.

Pero igualmente vale apuntar que lo anotado por los posibles aspirantes (que no precandidatos, porque ese estatus lo tendrán quienes se inscriban en las respectivas precampañas) es el reflejo de su visión en el último trienio del 2009, la cual no habrá cambiado mucho para el 2010.

...