Panteón de París

Panteón de Paris

Entre la Estática y la Inestabilidad

A mediados del Siglo XVIII, en Francia, París, se inicia la construcción de una iglesia en honor a Santa Genoveva por orden de Luis XV. Santa Genoveva (SV) fue una devota cristiana, que asistió a la ciudad de parís en repetidas ocasiones, llegando a convertirse en la patrona de la ciudad y más tarde en un ícono de carácter nacional.

El encargo de la iglesia comenzó por Luis XV, quien tenía una relación amorosa con Madame de Pompadour, cuyo hermano conoció en Roma, el posteriormente seleccionado como arquitecto Jaques-Germain Soufflot (1713-1780). Soufflot era autodidacta. En Francia estudió la arquitectura gótica, admiraba la ligereza estructural que había alcanzado, luego realizó un viaje a Roma en el cual, según Summerson, “pretendía encontrar la verdad mitad estructural, mitad estética, que habían encarnado los órdenes en sus orígenes”. Soufflot no era el único de sus contemporáneos interesados por alcanzar la verdad. Marc Antoine Laugier (1713-1769), jesuita filósofo, publicó en 1752 Essai sur l’architecture, ensayo en el cual se concentra en el prototipo hipotético, “El modelo sobre lo que se han imaginado todas las magnificencias de la arquitectura”. A través de la razón busca relacionar la arquitectura en torno a la cabaña primitiva, estableciendo una relación entre la capacidad portante de la columna y el árbol, respetando esta búsqueda de realidad estructural desmaterializa los muros.

El proyecto se puede entender en tres partes, discriminables conceptualmente, que se vinculan por yuxtaposición.

En una primera instancia se encuentra el Pórtico de acceso o pronaos de la iglesia, haciendo referencia al Panteón de Roma. A diferencia del templo romano el cual permite un acceso lateral y no sólo frontal.

El cuerpo de la iglesia, materializado a partir de una cruz griega, el cual posee en su interior una columnata corintia y en su exterior un muro abundantemente perforado. Por encima de las columnas nos encontramos con unos sistemas arquitrabados y abovedados, que sostienen una cubierta a dos aguas construida en madera. En el punto medio de los 4 lados que conforman la cruz encontramos 4 cúpulas, en estos sectores Soufflot amplía el espacio removiendo las dos columnas centrales. Complementando esta operación incorpora luz difusa desde los laterales, a través de ventanas que no son visibles desde el exterior.

Por último, tenemos la cúpula central, la cual tuvo dos momentos, en principio, Soufflot buscaba una transición suave entre el cuerpo principal y la cúpula y, más tarde, probablemente influenciado por la cúpula de St. Paul en Londres de Christopher Wren, Soufflot propuso una columnata alrededor del tambor, de esta forma logra enfatizar la yuxtaposición con el cuerpo de la iglesia.

Por otro lado, cabe destacar

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