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Papirologia


Enviado por   •  1 de Diciembre de 2012  •  2.037 Palabras (9 Páginas)  •  665 Visitas

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PAPIROLOGÍA

(Estudio de los papiros)

I. INTRODUCCIÓN

Papirología es el estudio de literatura, correspondencia, archivos legales, etc. de documentos antiguos preservados en papiro, pergamino u ostracon los cuales son los soportes de escritura más comunes en las antiguas civilizaciones de Egipto, Grecia y la antigua Roma. El papiro, es el nombre con el cual se designa al soporte de escritura que se elabora justamente a partir de la planta acuática homónima (Cyperus papyrus) y que es muy común en el Río Nilo, en Egipto y en algunos otros lugares de la cuenca mediterránea. El papiro fue el soporte por excelencia de los manuscritos en la antigüedad y sería el antecedente del moderno papel. La elaboración del soporte escritorio (en formato rollo) a partir de los tallos de la planta fue descrita por Plinio. Posteriormente, el formato códice fue sustituyendo al rollo hasta caer en desuso este último.

La papirología incluye la transcripción, traducción e interpretación de los documentos en diferentes idiomas (griego, latín, copto, etc.), así como la restauración y la preservación de los papiros originales.

Nacida en sus inicios como ciencia auxiliar de la historia y la filología, la papirología se dedica al estudio de los textos documentales o literarios transmitidos por los papiros; el clima de Egipto conservó los papiros hasta su hallazgo arqueológico. Papiros de otras regiones solo se han encontrado carbonizados, como por ejemplo los de Herculano, Derveni o Petra.

La papirología como disciplina, data de los años 1890 cuando una gran cantidad de papiros bien preservados fueron descubiertos por arqueólogos en diferentes localidades del Egipto greco-romano como Arsínoe u Oxirrinco. Entre los primeros grandes cultivadores de la disciplina deben citarse Frederic George Kenyon, Ulrich Wilcken, Bernard Pyne Grenfell, Arthur Surridge Hunt, Wilhelm Schubart, Girolamo Vitelli y Friedrich Presigke. Los centros más importantes de estudio de papirología se encuentran en la Universidad de Oxford, Universidad de Columbia, Universidad de Heidelberg, entre otras. Las principales colecciones se hallan en Ann Arbor, Berlín, Florencia, Oxford y Viena.

II. EL PAPIRO

El papiro, es el nombre con el cual se designa al soporte de escritura que se elabora justamente a partir de una planta acuática homónima y que es muy común en el Río Nilo, en Egipto y en algunos otros lugares de la cuenca mediterránea. El papiro fue el soporte por excelencia de los manuscritos en la antigüedad y sería el antecedente del moderno papel.

Antiguamente, la fabricación del papiro era monopolio del poder, es decir, del rey y tal como mencionábamos anteriormente fue realmente muy apreciado por la utilidad que representaba especialmente entre los pueblos de la cuenca oriental del mediterráneo. Se lo exportó durante muchísimos años y hasta siglos, en formato de rollos.

Hasta aproximadamente la época de Alejandro Magno (rey de Macedonia) el uso del papiro no era recurrente ni mucho menos universal, pero a partir de este momento se promovió espectacularmente y su pérdida de importancia fue de la mano con el declinar que sufriría la cultura egipcia oportunamente. Inmediatamente después fue sustituido por el pergamino, material confeccionado a partir de la res de un animal.

En el siglo XI, el papiro, ya era un recuerdo absolutamente, de todos modos, la proliferación que mencionamos logró en su momento que hoy en día se puedan hallar manuscritos escritos en papiro en las bibliotecas más grandes de Europa.

El proceso de elaboración consistía en mantener en remojo entre una y dos semanas el tallo de la planta de papiro, luego se la cortaba en finísimas láminas y se las prensaba con rodillo para de esta manera eliminar parte de la savia y de otras sustancias líquidas, tras ello, se colocaban las láminas horizontal y verticalmente y eran nuevamente prensadas para que en este caso la savia actuase como adhesivo y el toque final se lo daba con una pieza de marfil durante varios días y luego ya estaba listo para ser usado como soporte de escritura.

La escritura se llevaba a cabo únicamente en la cara que tenía dispuestas las tiras horizontales, del otro lado, el reverso, casi no se escribía. En tanto, al tratarse de un producto tan costoso lo que se hacía muchas veces cuando no era de interés lo que estaba escrito en él, era borrarlo para así reutilizarlo.

III. EVOLUCIÓN DE LA PAPIROLOGÍA

Historia de la Papirología.

El lazo de unión entre el vago conocimiento de los papiros medievales y el florecer de la ciencia papirológica hasta la gran expansión de nuestros días se debe a las excavaciones de Herculano (desde 1752), pero aún ellas quedaron reducidas a un círculo muy limitado. En 1778, un mercader procedente de El Cairo regaló al Cardenal Stefano Borgia un escrito fragmentario de 12 columnas en papiro, llamado desde entonces Charta Borgiana (193), que colocó como objeto de arte en el museo de Velletri y descifró más tarde N. Iversen Show (1788). Napoleón Bonaparte llevó consigo numerosos científicos en su expedición a Egipto (1798), quienes despertaron el interés por los papiros como material arqueológico.

Empezaron las colecciones en Turín, París, Berlín, Leiden y en la Bibl. Vaticana (Angelo Mai). Son de este tiempo los papiros del Serapeo de Menfis, que pasaron al Museo Británico, a la Ambrosiana de Milán, a Nueva York y Viena.

Amadeo Peyron publicó, comentándolos, 14 papiros del Museo de Turín (1826s); Mai, los del Serapeo de Menfis (1831); Forshal, 44 del Museo Británico (1839); Leemans, los de Leiden (1843); y Brunet de Presle con Eggers, los de París que había preparado Letronne (1865). Los inesperados y ricos hallazgos de Fayum (1877s) fueron adquiridos por los cónsules de Inglaterra, Alemania y Francia. El archiduque Rainero, de Viena, logró adquirir por medio del anticuario Graf y el prof. Karabacek una fabulosa cantidad de papiros persas, coptos, árabes y griegos procedentes de Egipto. Estos últimos, unos 70.000, los catalogó, tras paciente trabajo, C. Wessely (1860-1931).

Flinders Petrie empezó las excavaciones sistemáticas en Egipto (1883), y los papiros encontrados en ellas fueron publicados por Mahaffy (Dublín 1891-1905). Federico Kenyon comenzó la edición de los que guardaba el Museo Británico (1891), que continuó con señalados éxitos. Desde 1897, la Egypt Exploration Fund encargó la sección grecorromana a B. Grenfell y a A. Hunt, de Oxford,

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