Planteamientos De Jorge Rude Sobre La Revolucion Francesa
12345678912345616 de Enero de 2012
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CONCEPTO REVOLUCION
Revolución es el cambio radical de la estructura política-social o económica de un país. Generalmente se dice obtenido por medios violentos.
Las revoluciones han producido y producirán trascendentales cambios en la vida social y en la política del mundo moderno
INTRODUCCION
El mundo, con el paso del tiempo, cambia constantemente. Pero, en ocasiones, el hombre ha sido el encargado de forzar los cambios. Esos momentos claves de la historia han sido las revoluciones. Ahora haremos un recorrido por dos de las mas importantes.
REVOLUCION FRANCESA
INTRODUCCION
A fines del siglo XVIII, Francia era un polvorín a punto de estallar. El país vivía bajo un sistema casi feudal donde el todopoderoso rey Luis XVI, su corte y sus ministros no tenían el más mínimo contacto con su pueblo. La nobleza, que contaba con grandes privilegios buscaba aun mas poder, y el alto clero disfrutaba de enormes riquezas, todo esto generaba un enorme resentimiento de la burguesía –que no pasaba penurias económicas, pero reclamaba los mismos derechos que la nobleza- y de la mayoría del pueblo, que vivía aplastado en un sistema que lo mantenía en la pobreza.
En julio de 1789, las pésimas medidas económicas adoptadas por Luis XVI generaron una serie de hechos de violencia en Paris. En la ciudad se extendió el rumor de que el rey iba a enviar tropas para reprimir a la población. El pueblo se levanto en armas y atacó la Bastilla, que era una prisión donde estaban los presos políticos.
ANTIGUO REGIMEN
Absolutismo real, ausencia de representación popular y papel privilegiado de la nobleza y el clero son las tres características que definen al Antiguo Régimen. Este sistema, que se había desarrollado en Europa desde el Renacimiento, comenzó a ser cuestionado durante el siglo XVIII por las ideas de la ilustración. Pero mientras los nobles limitaban sus aspiraciones a conseguir una monarquía similar a la inglesa, en la que el poder real estaba mediatizado por la nobleza, la burguesía iría más lejos, pretendiendo la implantación de gobiernos verdaderamente representativos, basados en dos derechos fundamentales: libertad, para expresar las opiniones, e igualdad de todos los hombres ante la ley. En los países católicos se lucharía también por apartar a la Iglesia de la intervención en la vida política y en la enseñanza. A finales del siglo XVIII estas ideas fructificarían primero en América, con la independencia de las Trece Colonias inglesas de América del Norte (1776), y después en Europa, con la Revolución francesa de 1789.
Europa era un continente en el que se detectaban ciertos síntomas de cambio en sus estructuras sociales, políticas y económicas. Su población había aumentado considerablemente a lo largo de toda la centuria y ese crecimiento, ha sido debido más a la disminución de la mortalidad que al aumento de la natalidad, podía estimarse en alrededor de 60.000.000 de almas.
La nobleza constituía, después del clero, el segundo orden del Estado durante el Antiguo Régimen. La nobleza era originariamente el brazo armado de la sociedad, por cuanto tenía como función su defensa frente a los enemigos interiores y exteriores. Tenía la obligación de servir al monarca cada vez que éste reclamase sus servicios y debía colaborar en el mantenimiento de la integridad del reino. La nobleza recibía por parte de los miembros del conjunto social una parte de sus frutos y de su trabajo así como el reconocimiento por la Corona de una serie de exenciones y privilegios. El tercer estamento era el más complejo y heterogéneo por ser aquel que integraba a todo el resto de la sociedad y estaba formado por su inmensa mayor parte. La mayoría de sus miembros eran campesinos, aunque también formaban parte de este grupo los artesanos, los comerciantes y todos aquellos que desempeñaban alguna actividad laboral. Francia durante el Antiguo Régimen- tenía el derecho a ser defendido por la nobleza y a ser instruido por el clero, pero a cambio tenía que sostener a ambos con su trabajo.
LAS NUEVAS IDEAS Y EL ILUMINISMO
Las Ideas de la ilustración francesa se centraban en seis puntos.
1-La rebelión contra las autoridades se dirigía en parte contra el poder de la iglesia, del Rey y la nobleza. En el siglo XVIII estas instituciones eran mucho más poderosas en Francia que en Inglaterra. Esa diferencia tiene sus raíces en la Edad Media. Cuando los británicos hablan del “sentido común”, los franceses suelen hablar de la “evidencia”. La expresión inglesa tiene que ver con la “experiencia común”, y la francesa con “lo evidente”, es decir con la razón.
2-Racionalismo. Al igual que los humanistas de la Antigüedad, como Sócrates y los estoicos, la mayor parte de los filósofos de la ilustración tenía una fe inquebrantable en la razón del hombre. Esto fue tan destacable que muchos llaman a la época francesa de la ilustración simplemente “Racionalismo”.
Las nuevas ciencias naturales habían demostrado que la naturaleza estaba organizada racionalmente. Los filósofos de la ilustración consideraron su cometido construir una base también para moral, la religión y la ética, de acuerdo con la razón inalterable de las personas.
3-La idea de “ilustrar”. Ahora hacía falta “ilustrar” a las grandes capas del pueblo, porque ésta era la condición previa para una sociedad mejor. Se pensaba que la miseria y la opresión se debía a la ignorancia y a la superstición, por lo tanto había que tomarse muy en serio la educación de los niños y del pueblo en general. No es una coincidencia que la pedagogía como ciencia tenga sus orígenes en la Ilustración.
En cuanto se difundieran la razón y los conocimientos, la humanidad haría grandes progresos. Era sólo cuestión de tiempo, pensaron los filósofos de la ilustración.
4-Vuelta a la naturaleza. Alguno de estos filósofos se convirtieron en defensores de “una vuelta a la naturaleza”. Para los filósofos iluministas la “naturaleza” significaba casi lo mismo que la “razón”, porque la razón humana proviene de la naturaleza, al contrario que la Iglesia y la civilización.
5-Cristianismo humanizado. De ahí que había que volver a la naturaleza, a nuestro estado natural, incluso había que convertir la religión en algo natural, lo cual nos lleva a un concepto humanizado del cristianismo.
6-Derechos Humanos. Los filósofos de la ilustración francesa no se conformaron con tener puntos de vista teóricos, sino que lucharon activamente a favor de lo que llamaron “derechos naturales”. En primer lugar se trataba de luchar contra la censura y, consecuentemente, a favor de la libertad de imprenta. Había que garantizar el derecho del individuo a pensar libremente y a expresar sus ideas. Se luchó en contra de la esclavitud de los negros y a favor de un trato más humano a los delincuentes. El principio de “inviolabilidad del individuo” fue finalmente incorporado a la “Declaración de los Derechos Humanos” que fue aprobada por la Asamblea Nacional Francesa en 1789.
Los derechos de la mujer. Una de las que más luchó a favor de los derechos de las mujeres, durante la Revolución Francesa, fue Olympe de Gouges. En 1791 hizo pública una declaración sobre los derechos de la mujer -ya que la declaración de “derechos de los ciudadanos” no contenía ningún artículo sobre los “derechos naturales” de las mujeres- en donde exigía los mismos derechos de los hombres. Esto la llevó a ser ejecutada en 1793, prohibiéndose, además, toda actividad política de la mujer.
CONCEPTO DE ILUMINISMO
El iluminismo, en el sentido más amplio de pensamiento en continuo progreso, ha perseguido siempre el objetivo de quitar el miedo a los hombres y de convertirlos en amos. Pero la tierra enteramente iluminada resplandece bajo el signo de una triunfal desventura. El programa del iluminismo consistía en liberar al mundo. Se proponía, mediante la ciencia, disolver los mitos y confutar la imaginación: Bacon, recoge ya los diversos temas. Desprecia a los partidarios de la tradición, quienes "primero creen que otros saben lo que ellos no saben; luego suponen saber ellos mismos lo que ellos no saben. La credulidad, la aversión respecto a la duda, la precipitación en las respuestas, la pedantería cultural, el temor a contradecir, la indolencia en las investigaciones personales, el fetichismo verbal, la tendencia a detenerse en los conocimientos parciales: todo esto y otras cosas más han impedido las felices bodas del intelecto humano con la naturaleza de las cosas, para hacer que se ayuntase en cambio con conceptos vanos y experimentos desordenados. La imprenta, invención grosera; el cañón, que estaba ya en el aire; la brújula, conocida ya en cierta medida antes: ¡qué cambios no han aportado, la una al estado de la ciencia, el otro al de la guerra, la tercera al de las finanzas, el comercio y la navegación!. La superioridad del hombre reside en el saber, no hay ninguna duda respecto a ello. En el saber se hallan reunidas muchas cosas que los reyes con todos sus tesoros no pueden comprar, sobre las cuales su autoridad no pesa, de las que sus informantes no pueden darles noticias y hacia cuyas tierras de origen sus navegantes y descubridores no pueden enderezar el curso. Hoy dominamos la naturaleza sólo en nuestra opinión, y nos hallamos sometidos a su necesidad; pero si nos dejásemos guiar por ella en la invención, podríamos ser sus amos
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