Qué lástima Que Juárez Murió

¡Qué lástima que Juárez murió!

¡Qué lástima que Juárez murió! Porque seguramente aquí y ahora tendría una solución inteligente para la penosa situación que ahora padecemos.

18 de julio de 1872 día de luto nacional, muerte de un Patricio, de un hombre que destacó por ser poseedor de una mente brillante, de un amor innato por su patria y sobre todo de gran valor para imponer sus ideales en aquellos tiempos considerados atrevidos e impensables.

Benito Pablo Juárez García nació el 21 de marzo de 1806 en San Pablo Guelatao, Oaxaca, huérfano sin ningún porvenir en su tierra natal, a la edad de trece años dejó su pueblo, y en una muestra más de su intrepidez, llegó a la capital de Oaxaca, donde aprendió a hablar y escribir el español, estudió en el Seminario de la Santa Cruz, donde concluyó su bachillerato, más tarde impartiría clases en dicho recinto educativo. Fue regidor del Ayuntamiento de Oaxaca y en 1833 diputado local.

En 1834 se graduó de abogado, profesión que le permitió defender comunidades indígenas.

Fue nombrado juez de lo civil, después Secretario de Gobierno, llegando a importantes puestos tales como Fiscal del Tribunal Superior, Diputado Federal, Gobernador de Oaxaca y desde luego Presidente de México.

Destacó la obra pública realizada durante su gestión como gobernador: Construcción de caminos, reconstrucción del Palacio de Gobierno, creación de escuelas, levantamiento de una carta geográfica, formación del plano de la Ciudad de Oaxaca, reorganización de la Guardia Nacional y sobre todo mantuvo una economía estatal sana.

Como Presidente de nuestra nación cerró con broche de oro su magna obra como político y estadista orientando al país hacia la justicia, la prosperidad y la modernidad sentando las bases para la creación de un gran país donde no existiera la desigualdad social, la miseria, la corrupción y otros tantos males que ahora nos agobian.

Seguramente ahora nos observa desde su Columna en el Eterno Oriente, afligido al ver el naufragio total de México, triste al ver el fracaso en todos los aspectos de la vida social, política y económica. ¿Qué hemos hecho con la lucha titánica de nuestros próceres? ¿ con el sacrificio incondicional de tantos mexicanos? ¿Por qué entregamos nuestro país a sus enemigos?

Preguntas sin respuesta tal vez, pero con funestos resultados para nosotros y para las futuras generaciones de mexicanos. ¡Ojala aprendamos! Ojalá aprendamos que la historia no miente, que la historia nos muestra desnudo al sátrapa, al espurio, al inepto, a los herederos de los tiranos que hoy como ayer usan el poder para saciar su perversa avaricia de poder y riqueza a costa del sufrimiento del pueblo.

18 de julio de 1872 día de luto nacional, muere un liberal, el Padre de las Leyes de Reforma, el hombre que derrotó a Maximiliano y su caterva de conservadores.

El 17 de octubre de 1870 presentó problemas de salud que ya no pudo superar, agravándose estos por la muerte de su amada esposa Margarita Maza en 1871.

El funesto 18 de julio de 1872 a las 11 de la mañana, relata el liberal Dr. Ignacio Alvarado, su médico de cabecera, un agudo calambre en el corazón, hizo que Juárez se desvaneciera y cayera prácticamente en agonía, el dolor era insoportable y en su rostro se apreciaba un rictus de muerte, agua hirviendo en el pecho fue el remedio que aplicó el Dr. Alvarado, la mejoría fue momentánea, al repetirse el terrible cuadro el remedio no surtió el efecto deseado, la vida del Benemérito empezaba a extinguirse.

Permaneció lucido, aún agonizante concedió audiencias y dio instrucciones; Pero a las 11:25 P.M. de ese trágico 18 de julio murió el presidente Juárez.

A las cinco de la mañana del 19 de julio se escuchó desde el Palacio el primer cañonazo

...