Tema de Los Olmeca: La cultura madre mesoamericana

UNIVERSIDAD DE CUENCA

Bryan Loja

Historia de América Aborigen

Dr. Juan Martínez        

5to ciclo de Historia y Geografía

Resumen de: “Los Olmecas: el primer reino de Mesoamérica” de Enrique Florescano

La cultura Olmeca es quizás una de las civilizaciones americanas más enigmáticas, curiosas y peculiares de todos los tiempos, esto debido a su temprana aparición e inmediata creación de lo que se puede denominar como un estado, aquí se reseñara los estudios de Florescano en los espacios o ciudades de San Lorenzo y La Venta.

Es así que cabe la pregunta: ¿Qué hizo que se funde un estado centralizado en el territorio de San Lorenzo y posterior La Venta, y cuáles son sus principales características? Enrique Florescano considera que una circunstancia fundamental de la creacion, de un estado delimitado o si se quiere confinado, es la aparición de la economía del maíz (siendo el maíz su principal producto) y la agricultura aluvial. Es así como los Olmecas emprenderían la tarea de convertirse en uno de los primeros grupos de agricultores especializados en los cultivos base de subsistencia por ejemplo: La calabaza, el maíz, el poroto, el chile, y una serie de hortalizas, así también emprendieron la domesticación de las plantas útiles. Para entender el proceso que vivió la civilización Olmeca es necesario partir desde una cronología específica comenzando desde 1600 a.C. hasta su apogeo en La Venta.

Primeramente es necesario señalar que alrededor de los años 1600-1500 a.C. se registran los asentamientos primarios que servirían de base para el reino, un poco más hacia delante en 1200 a.C. aparecería la presunta tendencia de un poder centralizado, pues la cultura del tributo vería la luz en esta localidad, la sociedad estaba dividida entre campesinos, comerciantes, chamanes, guerreros y jefes políticos, que heredarían periódicamente sus cargos. Ya alrededor de 1200-900 a.C. el reino alcanzaría su estabilidad territorial, a causa de la delimitación de su centro urbano (San Lorenzo) entre los ríos Coatzacoalcos y Chiquito, esto producto de la complicada red de irrigación es decir la agricultura de aluvión; A pesar de no contar con el diseño habitual de lo considerado como urbano, los arqueólogos no dudaron en dar esta clasificación a las veinte hectáreas urbanas olmecas en San Lorenzo, esto debido a la presencia de un palacio real, centros ceremoniales, canchas de juego de la pelota, talleres artesanales, tronos y estelas (que exaltaban el poder real) en la parte noreste del área significando esto la consolidación del poder centralizado, esto podemos apreciar en la colosales “Cabezas Olmecas” que presuntamente tratan de aquellos que ocuparon el trono de un mismo linaje. Muchos arqueólogos consideran que los monarcas olmecas se los dotaba de poderes sobrenaturales hijos de los ancestros fundadores, quienes a su vez eran descendientes de los dioses, es así como el monarca era el encargado de proteger el reino terrestre (en donde habitaban los pobladores) y dar equilibrio entre el inframundo (donde nace la vida) y el cielo (donde habitan los dioses), pues es así que podemos decir que el poder real monárquico y hereditario se dio gracias a la sujeción del pueblo campesino al poder y a la legitimación divina, es así como la construcción de un aparato ideológico, basado en los ritos, las leyendas, los mitos y la ideología religiosa con la constante argumentación persuasiva y repetitiva dio paso a una división tajante entre la clase poderosa y la mayoría trabajadora: en pocas palabras el discurso retorico decía que los nobles nacen para gobernar, mientras que el común para sustentar el reino. Un rasgo muy característico de las civilizaciones mesoamericanas y sobre todo en la Olmeca, es la magnificencia y la belleza de los monumentos de los monarcas, realizado por hábiles artesanos (presuntamente de la familia real), y con piedras preciosas como el jade.

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