Termodinámica Y La Complejidad

Tres circunstancias o referentes marcan el surgimiento de la termodinámica

(Clásica) que es, en verdad, el nacimiento mismo de la complejidad. Se trata del desarrollo y consolidación de la revolución el nacimiento del concepto científico de "energía" y los avatares culturales que recorren y marcan al siglo XIX. Estos referente tiene la característica de que ellos construyen motivos científico, filosófico, culturales y también personas.

La termodinámica marca el surgimiento o el descubrimiento de la complejidad (ciencia de la complejidad), por primera vez en la humanidad27. El hilo conductor que adoptan los autores para el surgimiento de la complejidad se refiere al motto de la alquimia: Ignis mutat res, esto es, “el fuego transforma todas las cosas”. Puntualmente dicho, se trata de esa línea de continuidad que conduce de la alquimia a la química, pero entonces, al cisma mayor que tuvo la física clásica.

En efecto, mientras que la física es ciencia de movimiento o, lo que es equivalente, dinámica de trayectorias, la química afirma por primera vez irreversibilidad de la complejidad. Como ya sabemos, la física tan sólo sabe de reversibilidad y con ello, desconocemos la importancia de la flecha del tiempo. Si la hay alguna ciencia que, en contraste sabe del tiempo, es precisamente la Química, a partir de la idea básica de afinidades de acuerdo con el lenguaje del siglo 17 y 18, esto es, reacciones como se designarán, a partir del siglo XIX y XX—. Dicho en otras palabras, la física clásica tan sólo sabe de (las relaciones entre) dos cuerpos en cada caso. Mejor aún, es típico de la física clásica el estudio de la relación entre cuerpos tomados de manera simplificada. Por su parte, las reacciones químicas implican generalmente más de dos elementos.

Asimismo podemos reconocer que la primera de las ciencias de la complejidad es la termodinámica del no-equilibrio, esto es, justamente la ciencia de la que Prigogine es el pionero

Carnot es conocido en general por lo que ha llegado a conocerse como “la máquina de Carnot”, en referencia a sus estudios sobre las máquinas de calor28. Estas son las máquinas que llevan a cabo un trabajo mecanico a través de un fujo de calor, y que por tanto, tiene un límite fundamental para el trabajo que pueden realizar a partir de una cantidad determinada de calor. Carnot se da cuenta que este límite es independiente de la máquina y del modo como este trabajo es obtenido. Este límite depende tan sólo de las temperaturas que dan origen al flujo de energía. Pues bien, el desarrollo de posterior de este principio habría de conducir, al descubrimiento y formulación del principio de entropía.

Continuando la idea ya estudiada según la cual lo propio de la ciencia moderna, en contraste con el medioevo y con la antigüedad griega y romana, es que ya no se ocupa de la pregunta por el porqué, sino por el cómo.

“La pregunta que hizo nacer a la termodinámica no concierne a la naturaleza del calor, ni a su acción sobre los cuerpos, sino a la utilización de esta acción” nunca será insuficiente subrayar este aspecto. Lo propio de racionalidad contemporánea consiste en el abandono de preguntas de tipo esencialista como el “por qué”, o la “causa” (incluso la “multicausalidad”), el “qué” de las cosas, o también la pregunta por la “naturaleza” de los fenómenos. Esta clase de pregunta tanto afirma como esconden una teología, algo que ha sido visto, de manera conspicua, por Heidegger en el

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