A puro pulso. Lograr los sueños si se puede es cuestion de actitud
cris_agui0720 de Febrero de 2013
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LOGRAR LOS SUEÑOS SI SE PUEDE
ES CUESTION DE ACTITUD
En nuestra vida encontramos gente capaz de realizar sus sueños, sin pensar en los obstáculos que tengan, personas que desde muy pequeños descubrieron la importancia de ser alguien en la vida, la importancia de trabajar, de preocuparse por su futuro, por tener las comodidades que nunca habían tenido, ya sea por falta de recursos económicos o educación. Es urgente comprender que en esta sociedad donde vivimos, hay que pensar en dejar la mediocridad, “sentarnos a esperar a ver que pasa”, debemos empezar a trabajar sobre las habilidades, destrezas, cualidades y características de un emprendedor, cada uno de nosotros es capaz de desarrollar una idea, todo lo que soñemos podemos hacerlo realidad solo cambiando nuestra actitud y manera de pensar.
Es por eso que vamos a analizar a uno de tantos emprendedores que han logrado sus sueños: GUMERCINDO GOMEZ CARO, un hombre que desde su niñez mostro características propias de un emprendedor y logro superarse exitosamente. Su primera idea de negocio la desarrollaría a tan solo siete años, cuando aprendió a leer y escribir y cobraba por cada carta a sus familiares viendo la oportunidad de tener ganancias para satisfacer sus necesidades, a partir de ese momento trabaja con esfuerzo y dedicación siempre aprovechando cada instante para aprender cosas nuevas, se relacionaba con personas que le aportaban algo a su bienestar, era un buen negociante, cualidades de todo un emprendedor; por ejemplo cuando estudiaba en un Colegio de Jesuitas, primero se hizo amigo del que atendía el restaurante y negocio trabajar haciendo aseo a cambio de las sobras que dejaban los curas, luego se hizo amigo de un cura y se ofreció de mensajero, entendió que las cosas no llegan cuando uno quiere, si no cuando uno las busca. Pero de
igual manera comprendió que se estaba volviendo perezoso y quería trabajar en algo que le costara ganárselo, que fuera de sacrificio; otra cualidad que desarrollo a tan solo trece años de edad; la iniciativa y motivación, tuvo varios trabajos, en lo cuales se desempeño exitosamente y aprendió de cada labor, ganando experiencia día a día hasta que finalmente tomo la decisión de llegar a la capital y se enfrento con el dilema que le cambiaria su vida: Decidir entre trabajar barriendo calles por $180 o trabajar por $60 en una carpintería. A lo cual contesto: “yo lo que quiero es aprender un oficio” esto nos muestra el deseo de superación por encima de la comodidad y el dinero fácil; fue así como aprendió el oficio de tapicería en la carpintería de Luis Zarate, y mas adelante alternando su trabajo en otra mueblería aprendería en las noches a hacer colchones y lo llevaría sin pensarlo a ser el gran empresario que es hoy en día.
La idea de negocio surge del señor Zarate quién le propuso que se asociaran y Gumercindo sin pensarlo dos veces acepto y de inmediato empezaron la empresa Sueño Dorado con un capital de 35 pesos, mas adelante se llamaría “Colchones el Dorado”; la empresa creció rápidamente gracias a la calidad y el buen trabajo del señor Gómez, pero a los dos años deciden en buenos términos que el señor Zarate se retiraría del negocio y fue cuando nuestro empresario asumió su primer riesgo; continuar solo, con el 50% del capital y sin muchos recursos. Era un hombre muy perseverante, logro estabilizarse y mantener su empresa, a los seis meses viendo que los materiales que utilizaba estaban por encima de su presupuesto, siendo creativo e innovador, invento una maquina para hacer resortes y luego otra para los clips que utilizaba en la fabricación; así con el paso del tiempo logro estabilizarse y ya casado y con hijos trabajaba junto a tres empleados más pagando arriendo en un garaje, hasta que llego otro reto aun mayor; negociar un lote de $90.000 a cambio de realizar 750 colchones en 10 meses.
Asume
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