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APOCALIPS RIDERS


Enviado por   •  8 de Mayo de 2019  •  Apuntes  •  3.613 Palabras (15 Páginas)  •  132 Visitas

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APOCALIPS RIDERS

CAPITULO I EL INICIO DEL FIN

La vida, el origen, la existencia. Todos alguna vez nos hemos preguntado acerca de como sucedio. ¿Quien nos creo? ¿Que nos dios vida? ¿Que acto fue el que empezo a crear lo que conocemos?.

Desde tiempos remotos y actuales, el hombre se ha hecho estos cuestionamientos, muchos han publicado libros, articulos, pergaminos; escritos acerca de nuestra existencia. Al trancurrir los años comenzamos a crear nuestros conceptos e hipotesis, pero, ¿como saber si nuestros conocimientos son exactos? Si todos nos creamos de la misma forma, ¿porque cada uno es diferente del otro? ¿Que es lo que nos hace clasificarnos en distintas razas, colores, naciones? -- El publico, la maxima cantidad de jovenes y adultos con sus atuendos pertenecientes a la institucion miraban y escuchaban atentos a la chica de cabellos largos y oscuros en el podium.

El silencio reinaba en el auditorio, el unico sonido era la fuerte y clara voz de la chica. Ella con porte seguro, leia y entonaba el escrito qyue posaba sobre la pequeña y alargada mesa de colores madera. Despues de unos minutos el discurso termino dando paso ala masculida voz proveniente del director en turno de la escuela.

--Nuevamente jovenes, les deseo lo mejor en este semestre-- la aspera barba color cafe se movia junto a los labios de aquel hombre bonachon en su traje de marca. --Recuerden seguir las reglas y prestar debida atención a los que dicten sus superiores-- bullicios de aburrimiento y desespero por salor del gran salon principal del edificio no se hicieron esperar. --Aqui damos por terminada la ceremonia de apertura, del nuevo semestre.-- una sonrisa poco perceptible de felicidad embargo al hombre, quien, tranquilamente se retiro del escenario, que momentos antes ocupaba la chica que dio el discurso de entrada. Él y el resto de los directivos se retiraron a empezar sus labores.

Poco a poco los alumnos fueron deshalojando el resito.Amontonamientos en ambas salidas del audirotio principal, se apreciaron a los pocos minutos. Ese dia elra el inicio de un nuevo semestre en el IMAL [Instituto Multicultural de America Latina].

Dos jovencitas miraban el escenario con atención. Observando especificamente a la chica de cabellos largos que anteriormente estaba hablando. --Como se esperaba de la presidenta del consejo estudiantil...-- Un suspiro se escapo de los labios de una de las chicas. Miraba con algo de incredulidad el grupo de alumnos amontonados alrededor de la pelinegra de lentes.

--Bueno, tampoco es que sea muy social, solo sigue las normas--

--Tu lo tomas asi porque eres su prima, Mizuki-- un pequeño puchero y una cruzada de brazos fue la accion que hizo la primera chica.

Luego de ver que ahora estaban mas accesibles las salidas del auditorio, caminaron hacia las mismas. Valery, la primera de las chicas, volvio su vista hacia atras, observando de nueva cuenta a la prima de su mejor amiga. Resaltando que ella era alguien que siempre llamaba la atención, apesar de su imagen algo simple y cruda.

Los largos pasillos de la institucion, tenian jovenes y profesores, parecia como si poco les importaba que iniciaran las clases. Chicos hablando y texteando entre ellos, en distintos idiomas al principal de aquel país, el Español. Aun y pasado ya casi tres años en aquella institucion, Valery se asombraba por la diversidad de lenguas en que los alumnos de años superiores se comunicaban. El Instituto Multicultural de America Latina, era eso exactamente. Un lugar donde personas de varios paises y culturas estudiaban. La escuela se caracteriza por ser la unica en el pais y continente que mezclaba las culturas, creencias, cotumbres, lenguas y personas de distintos paises.

Para llegar a entrar en esta escuela, debes tener dominio de por lo menos un segundo idioma, dependiendo de tu manejo del mismo vas avanzando. Diariamente los estudiantes aprenden sobre la historia, religion, y cultura de otros paises distintos al de origen. Los salones de clases estan llenos de jovenes de diversas naciones, con las que la escuela esta afiliada.

La castaña sonrio al ver a los niños de primeros años tratando de aprender, lo que parecia ser el italiano, de uno de sus compañeros que era de esa nacionalidad. Aun ella no comprendia como todo en esa escuela parecia perfecto. ¡Los alumnos se ayudaban mutuamente! Si alguno tenia problemas a comunicarse con otro, alguien que supiera ambos idiomas les ayudaba.

--Valery... Tierra llamando a Valery-- Una mano se sacudio fente a sus ojos. La chica parpadeo varias veces antes de mirar a su amiga. --¿Si?--

--¿Que tanto ves?-- Mizuki, poso sus oos negros sobre el punto donde su amiga perdia su atención. Sonrió con comprension, demostrando que al igual que la castaña, ella tambien le agradaba tanta armonia.

El resto del dia fue como culquier primer dia de clases. Profesores llegaban al aula, se presentaban y explicaban como seria su modo de trabajo a lo largo del semestre.

El sol ya estaba a lo alto, aparentemente ya eran pasadas la una de la atrde, hora comun en el termino de clases en esa Institución. El calor era algo sofocante. Estudiantes apenas saliendo del edificio, se retiraban sus chalecos y aflojaban sus corbatas rojas con ansiedad. Pleno Septiembre y el calor era infernal en la ciudad.

Valeria Robinson, cerró con un acto cansado el casillero que le habian asignado esa mañana para ahi guardar sus pertenencias que no necesitaba llevar a casa. Miró su nombre en la parte superior del objeto de metal, incrustado en la pared. Nada para ella habia cambiado en comparacion al semestre anterior. "Enserio que tengo suerte", un suspiro cansado escapo de su interior, bajo la mirada al casillero que estaba a lado del debajo suyo. Tocó con la yema de sus blanquesinos dedos el espacio donde deberia ir la placa con el nombre del dueño temporal de aquel casillero. Nuevamente suspiro, esta vez demostrando un ehe de tristeza en su mirar.

--¿Quieres que te lleve a casa?-- La suave y tranquila voz de Mizuki la atrajo a la realidad. Valery miró la sonrisa que le brindaba su amiga. Conteniendo las lagrimas que amenzaban con salir, le sonrio de vuelta, o eso trato, ya que una leve mueca mal echa fue lo que hizo que la pelinegra dirigiera su densa mirada a donde la castaña posaba sus dedos, comprendiendo de inmediato lo que sucedia por la mente de su amiga.

--Sabes que no fue culpa tuya Valery-- dijo con pena. Se acercó a la castaña

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