Bitacora Ines Del Alma Mia

Inés del Alma Mía

“Bitácora de viaje”

Integrantes:

Bryan Aravena

Camila Gutiérrez

Marjorie Morgado

Dánae Muñoz

José Muñoz

Kimberly Rivas

Jean Sussy Torres

Jordan Urrutia

Introducción

En esta Bitácora, haremos una visita a algunos de los lugares que frecuentó Doña Inés de Suarez junto a Pedro de Valdivia en la conquista de Chile y así recalcar la importancia que estos héroes tuvieron en nuestra historia. Fueron años muy trágicos para las culturas nativas del territorio chileno y también para los españoles que llegaron a estas tierras. Nuestra historia se ha escrito con sangre indígena y española, es por eso que nos parece importante realizar este trabajo viéndolo desde estos dos ángulos.Tenemos planeado visitar 5 lugares de Santiago, los cuales fueron visitados por Inés y además realizar un pequeño pero muy interesante BonusTrack para darle valor agregado. Pretendemos desarrollar un buen trabajo, con dedicadas descripciones y lenguaje decoroso para el deleite del lector.

Plaza de Armas

“Se cocinaba una vez al día y se servían las escudillas en mesones en la plaza mayor, que Pedro llamó plaza de Armas, aunque no teníamos un solo cañón para defenderla.”(Allende:2006;140)

Nuestro trayecto comienza en la Plaza de Armas de Santiago el día sábado 13 de octubre 2012 a las 11:53hrs. Donde el clima estaba frío y corría una helada brisa, habían muchos tipos de flores con diferentes colores y exquisitos aromas, también palmeras, algunas grandes, otras pequeñas, algunas más secas que otras. Una gigantesca bandada de palomas que corrían por cada migaja de pan que veían. En una orilla de la plaza había una gran estatua de color negro que era Don Pedro de Valdivia que sostenía una gran espada en su mano izquierda apoyada en su cintura, vestía ropajes antiguos, un tipo de armadura en el pecho, unos pantalones cortos con unas botas con calcetines a la rodilla, también poseía una especie de capa y estaba sobre un gran caballo con el cuello algo ladeado, con su hocico abierto. Debajo de la estatua había una placa que decía el nombre de Pedro de Valdivia y su gran hazaña. Seguimos caminando por la Plaza de Armas y nos encontramos con una pileta, donde el agua era algo turbia más de lo normal, había muchas palomas bebiendo de su agua. Alrededor de la pileta había muchas bancas para sentarse.

La Catedral

“Los primeros palos plantados fueron para la iglesia, en el sitio principal de la plaza. «Un día esta modesta capilla será una catedral», prometió el fraile González de Marmolejo, con la voz temblorosa por la emoción.”(Allende:2006;139)

Ya eran las 12:15 hrs. así que continuamos nuestro trayecto y nos encontramos con la Catedral de Plaza de Armas, tiene afuera tres puertas grandes de madera con diseños en ellas con figuras geométricas y vidrio, también tiene dos grandes torres que terminan en punta. En las esquinas sobre el tejado había dos esculturas de personas con un ropaje parecido a una toga, la escultura de la derecha al parecer es una mujer y el de la izquierda parece ser un hombre. Debajo de la cruz que esta sobre la puerta del centro están unas letras que parecen ser iniciales que dicen “AMDG”.

Al entrar había muchas bancas para sentarse y orar, en los costados estaban situados los confesionarios, también nos encontramos con una habitación que tenía una cortina roja la cual un hombre cuidaba la entrada, había otra habitación que albergaba ala virgen Patrona de Chile, dentro de ella habían más bancas. La Catedral era alumbrada por muchísimas velas y flores, donde al parecer se sitúa un sacerdote a dar la misa.

Seguimos recorriendo la Catedral y nos topamos con la virgen que Don Pedro de Valdivia trajo a Santiago, era pequeña, en sus brazos tenia un bebé y la rodeaba un brillo. Detrás de ella había un gran cuadro, y la rodeaban arreglos florales dando honor. El clima dentro de la catedral era algo frio, corría una brisa refrescante por toda la catedral, cuando íbamos saliendo comenzó a sonar la música de un órgano.

Iglesia de la Merced

“Le dimos sepultura, con las merecidas honras, en la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes, que él y yo hicimos erigir para gloria de la Santísima Virgen, y donde muy pronto descansarán también mis huesos.” (Allende:2006;12)

Caminamos por la calle Merced, continuando

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