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Carlos Fuentes - Lovecraft


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2011  •  2.181 Palabras (9 Páginas)  •  1.114 Visitas

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Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

Campus Estado de México

Velázquez de la Paz María Fernanda

Español y Literatura Comparada Contemporánea

“El lugar lógico para encontrar una voz de otros tiempos es un cementerio de otros tiempos”

Contemporáneos, ocultistas, espirituales y patrióticos en su modo muy particular, Carlos Fuentes y H. B. Lovecraft mantuvieron una estrecha relación literaria, aún si no se conocieron. Ambos estaban interesados por el ocultismo, el espiritualismo y como elemento más importante, el reconocimiento del mundo por medio de la identificación de sus obras con las tradiciones y costumbres de su país, ya fuesen mexicanas o americanas respectivamente.

El propósito de este ensayo es mostrar, cómo cada uno de los autores, a su manera, se han sentido identificados dentro de sus obras, reflejando así sus experiencias y su identidad como escritor y como humano.

Pasemos pues, a una identificación clave de cada escritor con su obra:

“Tu es si fière de ta beauté; que ne ferais-tu pas pour rester toujours jeune?”

(Aura, 1962)

Dentro de la literatura mexicana, pocos textos de ficción logran mantener la belleza y la expresividad. Este hecho no sólo se debe a que no se posee el suficiente conocimiento de la historia sino a que el lenguaje y lugares utilizados les son desconocidos tanto al autor como al lector. Sin embargo, Carlos Fuentes, oriundo de la ciudad de México, es la excepción.

Licenciado en derecho, ensayista, novelista y guionista de cine, siempre estuvo interesado en el ámbito político y económico de su país. Pertenece a la época del llamado “Boom Hispanoamericano”, época del realismo social y del retrato de las sociedades latinoamericanas. Al parecer, él posee los dos elementos necesarios para poder escribir este tipo de relatos. Logra conectar sus conocimientos de la cuidad, del centro, de la calles que cada uno de nosotros ha transitado alguna vez, con una historia llena de misterio y magia.

Este nexo se complementa a su vez por uno de los elementos de mayor distinción del cuento: su narrador en segunda persona; hecho que permite al lector acercarse familiarmente a un paisaje realista, cotidiano y hasta monótono.

Haciendo a un lado algunas polémicas sobre su contenido sacrílego y sexual, diversos académicos han centrado sus estudios en los elementos simbólicos que posee el texto.

El primero y al que suele hacerse mayor alusión es “la casa” en el viejo centro de la ciudad. Para Montero, el personaje principal del cuento, ese domicilio representa el centro del Universo, es un lugar con tradición, misterio; es ambiguo. Un lugar donde la feminidad ha encontrado su exotismo y su magia, brindando una especie de comodidad, como lo es en el seno materno. Sensaciones que, a pesar de ser “penetradas” por Montero, están controladas por el sexo femenino. Carlos Fuentes, hijo de un diplomático, pasó una infancia cosmopolita y fue en la obra de Aura donde, supo reflejar ese sentimiento de pertenencia y preocupación de México a pesar de sus múltiples viajes y estancias en el extranjero. Se advierte pues, en este texto, el germen de sus preocupaciones: la exploración del pasado prehispánico y de los sutiles límites entre realidad y ficción, así como la descripción del ambiente ameno y relajado de una generación joven del siglo XX confrontada con un sistema arcaico de valores sociales y morales en decadencia, representado por la vieja. Esto nos lleva al siguiente símbolo.

Otro símbolo fácil de identificar pero que es clave, es el de Aura y la vieja: una figura de antítesis muy utilizada a lo largo de la literatura: la juventud y la vejez. Recordemos que de forma simbólica, la vejez es un signo de lo persistente, de lo duradero; en cambio, Aura es entonces una proyección de los deseos desesperados de regresar a algo que sólo puede ser recordado. Se expresa el miedo que tiene el hombre a dejar pasar la cosas, a aceptar que el mirar hacia delante trae nuevas oportunidades aún si el panorama no pinte mucho mejor.

Aura, cuyo nombre no deja de atraer consigo su connotación simbólica, es entonces esa luz que le hace falta a la anciana, esa claridad que permite separar la nostalgia de la obsesión: la sacralización de su juventud. Ahora, ¿qué relación puede tener esto con el color verde? El verde es relacionado con el sexo femenino, sexo dominante en ese domicilio, además de que está presente en el musgo, las plantas del patio, los tapices, etc. El verde es, entonces, el toque de inmortalidad que requiere la historia.

Sin embargo, ¿realmente el general Llorente regresa después de muchos años como Montero? Las fotos y las cartas parecen así indicarlo, al igual que el amor por Aura y la vieja. Llega a una casa desconocida, con unos completos extraños y aún así siente lo acogedor, lo tradicional, siente cómo el color verde se adueña de sus pensamientos y de sus pasado. Entonces nos trata de decir algo más, no es sólo la idea de que el pasado es el más recordado y el sacralizado sino que, como dice Cecilia Eudave, “lo que se es ahora no es lo verdadero, sino lo que se fue en el pasado es lo real”.

Y es esta ideología la que se apega más hacia los pensamientos de los dos autores: lo pasado es lo real, lo que podemos recordar, lo que podemos mirar con nostalgia, lo que nos permite temer y ser temidos.

Estos últimos simbolismos no sólo están relacionados a personajes o sus características sino que por ejemplo, también relacionan a los elementos que parecieren insignificantes de la novela. Tal es Saga, la coneja de la anciana. Los conejos son animales relacionados con la fertilidad de la tierra, con la luna, las sombras; es el principio de la renovación cíclica de la vida, gobierna en la tierra la continuidad de las especies, esto es, funge como mediador. Mediador entre ese mundo del pasado y esa ilusión del presente.

“Relatos”

Deprimente, misterioso y huraño; es la primera impresión que da la biografía de Howard Phillips Lovecraft. Las pérdidas familiares, los problemas económicos que enfrentó su familia y la personalidad del escritor americano, contribuyen a agregar un panorama sombrío a los relatos. Le llaman “autor cumbre de literatura de horror cósmico”. Nacido a finales del siglo XIX, este escritor vivió en una época donde el realismo, romanticismo y naturalismo

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