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Cuatro crimenes cuatro poderes


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2013  •  Ensayos  •  4.499 Palabras (18 Páginas)  •  565 Visitas

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El caso Biaggi 4 Crímenes 4 Poderes

El caso Biaggi cuatro crimenes cuatro poderes

Ciudad Bolívar, domingo 15 de octubre de 1961

A las dos de la madrugada el señor Víctor Silva escuchó un golpe seco, de inmediato pensó en su vehículo pues siempre lo dejaba estacionado fuera de la casa, fue hacia la ventana para verificar que todo estuviera bien. La calle estaba desierta.

- Tal vez lo imaginé – se dijo a si mismo y regresó a la cama donde su esposa dormía a gusto.

Nunca llegó a imaginar Silva que en ese mismo momento un horrible crimen había tenido lugar en la casa vecina.

Tres horas después – a las 5:10 a.m. – Carmen María Azanza de Liccioni se acercó hasta la vivienda de los Biaggi en busca de su amiga Lesbia, esto lo hacía todos los domingos pues tenían por costumbre ir juntas al mercado; al notar que puertas y ventanas estaban cerradas se retiró. Ella sabía que los miembros de la familia habían estado en una fiesta el día anterior y supuso que aún dormían.

A las 6 y 20 de la mañana el señor Víctor Silva estaba quitando el rocío que cubría el parabrisas de su carro mientras su esposa regaba las plantas, vieron salir a su vecino el padre Luis Biaggi quien parecía llevar algo en las manos, se notaba bastante nervioso, no los saludó, se montó en su automóvil y arrancó sin siquiera calentar el motor; al salir casi choca con la reja del frente. Silva le comentó a su mujer María Concepción: “Ese padre esta loco”.

Unos minutos más tarde escucharon un grito desgarrador.

El caso Biaggi cuatro crimenes cuatro poderes

Caracas, miércoles 18 de octubre de 1961

A primera hora de la mañana el Dr. Rodolfo Plaza Márquez, director de la Policía Técnica Judicial (PTJ) sostenía una reunión en su despacho con dos altos funcionarios, uno era el Inspector General Carlos Olivares y el otro el profesor Honorio Aranguren, Jefe del Buró de Investigaciones. Los había convocado de emergencia y mientras su secretaria servía el café les explicó el motivo que los reunía.

- Señores, necesito que salgan de inmediato a Ciudad Bolívar, ha ocurrido un crimen espantoso, violaron y asesinaron a la joven hermana de un sacerdote; tengo instrucciones del ciudadano ministro de justicia de enviar funcionarios de Caracas para que apoyen a los investigadores locales. Escojan, por favor ustedes a los hombres más capaces y viajen hoy mismo para allá.

Horas más tarde los dos jefes policiales volaban en compañía de los inspectores Omar González Yánez y Eduardo Robles rumbo a la capital del estado Bolívar, Carlos Olivares, responsable del grupo estaba preocupado pues sabía que en casos tan delicados como ese jamás faltaba la presión: la de la opinión pública, la de la prensa, la de los políticos y por ende la de sus superiores, por lo que decidió que no se podía perder tiempo en las investigaciones.

Ciudad Bolívar, sábado 14 de octubre de 1961

A las 4:30 de la tarde la señora Carmen Tapia viuda de Biaggi, presenciaba incomoda una nueva discusión entre sus hijos Luis y Lesbia, estos altercados se repetían con cierta frecuencia pues el sacerdote tendía a ser muy dominante con relación a su hermana; esto lo justificaba diciendo que a la muerte de su padre él había pasado a ser cabeza de familia y como tal debía velar por el bienestar de la misma.

Ese día, tanto la señora Carmen como su hijo debían cumplir con un compromiso social; ambos apadrinarían a los dos pequeños vástagos de una familia amiga, el sacerdote ordenó la salida del grupo y Lesbia quería esperar a su novio Rigoberto Franceschi. Ante la tardanza del joven, el cura irritado insistía en dirigirse al bautizo y la chica en aguardar un rato más. Al final se impuso Luis Biaggi y todos salieron rumbo al sitio donde se efectuaría la ceremonia.

Un rato después estaban en la iglesia La Milagrosa cumpliendo con el acto sacramental, al terminar este se fueron todos a celebrar en casa de la Familia Hung, a eso de las diez de la noche llegó el novio de Lesbia un tanto molesto porque no lo había esperado, entre ambos se originó una pequeña discusión que concluyó cuando la muchacha le explicó lo que había pasado; desde un rincón el sacerdote observaba la escena y aunque simulaba estar conversando, su madre que lo veía desde la mesa sabía que estaba enojado y lo desagradable que resultaba para su hijo la presencia de Franceschi. A las 11:30 el cura dispuso el regreso pues al día siguiente debía decir dos misas y todo el grupo familiar tenía proyectado que luego de eso se irían a pasear aLa Peña.

Al carro de Biaggi subieron su madre, su hermana, un familiar de nombre Orlando, la señorita Grecia Ortiz, quien había sido una de las madrinas y Rigoberto Franceschi. Luego de dejar a Grecia y a Rigoberto en sus respectivas casas, el sacerdote enfiló hacia su residencia. Según contaría la Sra. Carmen a los detectives en su declaración, al llegar a la casa y después de que todos hubieran entrado, Lesbia aún con el traje de la fiesta fue a constatar si había agua, al ver que si había se cambio y se dispuso a lavar una ropa. Doña Carmen fue a ayudarla.

“Estuvimos lavando hasta la una de la madrugada, luego Lesbia que tenía mucho sueño se fue a dormir, como de costumbre llenó un vaso con agua y se lo llevó a su habitación para tomarse el Ecuanil; yo me puse a llenar un pipote y a regar las plantas del jardín, cuando terminé aseguré la puerta de la calle con un pasador, apagué las luces y me fui a la cama, antes de dormirme escuché cuando llegaba una familia italiana que volvía de una fiesta, luego cuando no escuché más nada me quedé dormida. Desperté cuando escuché el zumbido del carro de mi hijo ya pasadas la seis de la mañana”.

Ciudad Bolívar, miércoles 18 de octubre de 1961

Apenas llegar a Ciudad Bolívar y luego de pasar por el hotel donde se hospedarían, Carlos Olivares organizó una reunión en la sede de la delegación local con todo el grupo, necesitaba empaparse de lo que tenían los muchachos de la zona. Pedro Díaz el inspector jefe de la delegación expuso el trabajo que hasta entonces habían hecho, dando una panorámica de los indicios y evidencias recabados.

- Según revela la autopsia – expresó Díaz – y por la rigidez del cuerpo el homicidio fue cometido entre la una y media y las dos y media de la madrugada. El cadáver presentaba cuatro heridas solo una de ellas mortal. En mi opinión y por lo que se desprende del informe forense, la muchacha al momento de ser ultrajada, tal vez trató de incorporarse de la cama para defenderse; en ese momento recibió una herida en la parte anterior del tórax, a la altura del octavo espacio intercostal, esto de inmediato llenó de sangre el sistema tráqueo – bronquial, cosa que le impidió gritar en busca de auxilio, aún estando en la cama perdió por lo menos un litro de sangre, luego el asesino arrojó el cuerpo al piso, produciendo ese golpe seco que escuchó el vecino a esa misma hora.

- Según leo acá, – intervino Olivares - las otras tres heridas que fueron inferidas en los senos no sangraron lo que quiere decir que son post-mortem, una cosa así solo puede hacerla un perturbado.

- Así es, - afirmó Pedro Díaz - además fíjate en lo que dice la parte final del informe: “Se practicó un examen citológico del contenido vaginal de la victima; encontrándose abundantes espermatozoides, uno de ellos todavía con cola, presencia de gonococos y este hallazgo determina que el homicida tiene o tuvo blenorragia, la ausencia de leucocitos excluye la posibilidad de que la victima padeciera de dicha enfermedad”. Es por esto que la búsqueda está orientada hacia personas con antecedentes por este delito, aparte de eso hemos estado chequeando en clínicas y hospitales los casos recientes de pacientes que hayan sido tratados por gonorrea.

- Esta muy bien eso muchachos; pero investiguemos también a las personas que trabajan poniendo inyecciones en sus casas, tal vez el tipo compró penicilina por su cuenta y acudió a uno de estos sitios para tratarse. Otra cosa que veo es que en las manos de la muchacha consiguieron cabellos, seguramente se los arrancó a su agresor cuando luchaba con él por su vida; esto junto con las muestras de sangre y semen debe ser enviado a los laboratorios en Caracas para el análisis. Mañana a primera hora nos instalaremos en casa de los Biaggi para una nueva experticia a ver si encontramos nuevos elementos que puedan ser de interés para la investigación.

Crónicas del Tánatos La revista Web de los Sucesos

Ciudad Bolívar, domingo 15 de octubre de 1961

Al sentir el ruido del carro de su hijo la señora Carmen Tapia despertó sobresaltada, generalmente se levantaba temprano pero todo el trajín de la noche anterior la había dejado agotada. Se levantó y salió al pasillo, vio que la puerta de la calle estaba abierta y fue a cerrarla, quiso ver si su hija ya se había levantado por lo que se acerco hasta su cuarto. Al entrar lo primero que vio fue un enorme charco de sangre y los pies de su hija que asomaban por detrás de la cama, sobresaltada comenzó a gritar pidiendo ayuda

- ¡Señora Concha, venga aquí, auxilio!

Su vecina, María Concepción de Silva acudió presurosa para ver con horror que Lesbia estaba tirada de espaldas, semidesnuda al lado derecho de su cama, el cuerpo estaba rígido y frío y su cabeza y partes íntimas llenas de sangre. De inmediato llamó a su esposo Víctor y cuando este llegó vio a la señora Carmen inclinada al lado del cadáver pidiendo ayuda para subirlo a la cama. Silva recomendó que no se tocara nada hasta consultar con el padre Biaggi.

En pocos minutos la calle estaba llena de curiosos, alguien llamó a la policía. En el momento que esta llegaba, el maestro Félix Rodríguez pasaba cerca del sitio y uno de los vecinos le pidió que fuera a avisar al padre Biaggi que en su casa había ocurrido una tragedia. Sin saber exactamente de qué se trataba, Félix se dirigió hastala Iglesia de Santa Ana, en la que Luis Biaggi era párroco. Cuando llegó ya la misa había concluido y el sacerdote se encontraba reunido con un grupo de fieles. Félix entró corriendo y pálido le dijo al cura: “Padre, que vaya urgente a su casa que allá ha sucedido una tragedia”. Luis Ramón Biaggi con gesto desesperado le preguntó al maestro: “¿Qué le ha pasado a mi hermana?” se despojó velozmente de los ornamentos y salió corriendo hacia el carro. Félix Rodríguez al ver que el sacerdote estaba en shock le quitó el suiche y se dispuso a manejar él.

El caso Biaggi cuatro crimenes cuatro poderes

Ciudad Bolívar, jueves 19 de octubre de 1961

El equipo de la Policía Judicial se instaló desde las 6 de la mañana en casa de la familia Biaggi con la intención de revisarla palmo a palmo, ya se había hecho una primera experticia pero Carlos Olivares quería asegurarse de que nada hubiese quedado por fuera. Mientras los técnicos llevaban a cabo su labor Olivares junto a Pedro Díaz revisaba las fotos tomadas el día domingo; trataba de encontrar en las gráficas algún detalle que les proporcionara una pista, en la conversación que había tenido con el médico forense este le había confirmado los datos reflejados en el informe: Una sola de las heridas había causado la muerte y las 3 restantes fueron pos-mortem, el agresor había tenido o tenía blenorragia y la chica había muerto entre la 1:30 y 2:30 am.

Según lo declarado por la madre y por el sacerdote las puertas y ventanas de la casa estaban cerradas, así que había que establecer por donde y cómo entró el asesino, por otro lado y de acuerdo a la información recabada en el vecindario nadie escuchó gritos a la hora en que ocurrió el crimen, ni siquiera los vecinos más próximos; solo se tenía ese detalle del golpe seco que oyó Víctor Silva a eso de las 2 am. El que la muchacha no gritara indica que posiblemente conocía a la persona que la agredió, se sabe que estaba sedada pues antes de dormir había tomado Ecuanil, un calmante prescrito por su médico pues la muchacha era una persona muy nerviosa, se sabe además que luego tampoco pudo gritar porque la sangre había inundado su sistema tráqueo-bronquial. Es importante que investiguemos a su novio actual y al que tuvo anteriormente.

Pedro Díaz le dijo que debía comunicarle algo importante sobre el caso; Olivares asintió y al salir al pasillo de la casa notó que en el piso estaban las huellas de unos pies desnudos. Ordenó a uno de los técnicos hacer la medición y sacar las fotografías. Las huellas salían del cuarto de la chica y llegaban hasta la habitación del cura; no eran muy precisas y la sangre estaba ya muy seca pero cuando menos se podía saber el tamaño del pie y cotejarla luego con la del asesino

- Si es que lo llegamos a encontrar algún día, Pedro.

Ante este condicional, Pedro Díaz no pudo sino esbozar una sonrisa socarrona.

- Bueno Carlos, con lo que te voy a decir te vas a caer para atrás, yo creo que estamos bien cerca de atrapar al asesino, fíjate que ya localizamos a una persona que además de ser conocida de Lesbia, tiene gonorrea.

Olivares intrigado, preguntó

- ¿Y quién es esa persona, Pedro?

- Agárrate, nada más y nada menos que el cura.

- ¡No puede ser! ¿Estás bien seguro de lo que dices? Mira que en este país los curas son muy poderosos y si nos equivocamos en esto nos podemos meter en un buen lío.

- Te cuento lo que tenemos hasta ahora: parece que el padre es medio sinvergüenza, le gusta andar detrás de las muchachitas de liceo, según cuenta mucha gente siempre se le ve por la redoma montando en el carro a esas muchachas, tenemos la declaración de varios vecinos y de los empleados del Hotel Bolívar; estos dicen que el cura ha ido varias veces a ese sitio con prostitutas, llega a la medianoche y sale de madrugada para evitar ser visto, se sabe que contrajo blenorragia y se la ha estado curando por debajo de cuerda con una señora que pone inyecciones. Además y según declaró la propia madre, el cura celaba mucho a su hermana, le imponía como vestirse, le prohibía salir sola y tenía siempre problemas con el novio. De hecho la obligó a romper el noviazgo que tuvo antes con un muchacho llamado Cipriano Perpetui, alegando que no le convenía pues no era más que un simple mecánico.

- ¿Y toda esa información está confirmada?

- Tenemos las declaraciones de la madre, del novio, del ex novio, de varios vecinos que conocían de la vida licenciosa del cura y del recepcionista del Hotel Bolívar, Ricardo Espinoza. Además fíjate en esto otro: Félix Rodríguez quien fue la persona que fue a avisarle a Luis Biaggi que en su casa había pasado algo declara que le dijo textualmente “Padre, que vaya urgente a su casa que allá ha sucedido una tragedia” y el cura de inmediato lo que hizo fue preguntar qué le había pasado a su hermana. Yo mismo le pregunté a Félix que si él estaba al tanto de lo que había pasado en casa de los Biaggi cuando fue a dar el aviso y me dijo que no, que solo sabía que había ocurrido una tragedia y que más bien había pensado en la señora Carmen en razón de su edad. Entonces, ¿Cómo sabía el cura que había sido a la hermana?

Luego de esto y ante el evidente nerviosismo del padre decidió manejar él, pero Biaggi en lugar de ir directamente a su casa como es lógico, a ver qué había pasado, le pidió pasar primero por el palacio arzobispal, una vez allí y como el Obispo no estaba Biaggi pidió que lo llevara donde un médico. Félix lo llevo al consultorio del doctor Vinicio Grillet quien examinó al sacerdote, el médico nos dice que este presentaba un cuadro de crisis nerviosa. Al atenderlo, el padre solo le decía: ¡Mi hermana, mi hermana! Cuando por fin llegaron a la casa, Luis Biaggi en lugar de entrar a ver a su hermana prefirió quedarse en el jardín alegando que ver mucha sangre le hacía daño. ¿Cómo sabía él qué había sangre, si la propia persona que fue a avisarle no sabía qué era lo que había pasado con exactitud?

Carlos Olivares miró nuevamente aquellas pisadas que salían del cuarto de Lesbia y terminaban en el del cura y les ordenó a los técnicos revisar minuciosamente el cuarto de este.

En la habitación de Luis Biaggi consiguieron unos trapos que parecían haber sido usados como mordaza y un pañuelo lleno de sangre, todo esto se recogió y fue enviado junto con el resto de las evidencias a los laboratorios de criminalística en Caracas.

En los días posteriores y ante la gravedad del caso los detectives se procuraron la presencia de un fiscal del Ministerio Público. Se proponían tomar declaraciones nuevamente a todas las personas que ya habían sido interrogadas, principalmente al sacerdote y por descarte a Rigoberto Franceschi, el novio de la víctima; la estrategia ahora estaría orientada a comprobar y fortalecer los indicios que se tenían y con la ayuda del fiscal obtener de Biaggi y de Franceschi muestras hematológicas, de cabellos y de semen. Sabían qué no sería sencillo convencer al fiscal de este paso pero decidieron reunirse con él y exponerle todo lo que tenían. Una vez que el fiscal vio que los indicios apuntaban seriamente al cura accedió a estar presente en los interrogatorios que a partir de ese momento se efectuarían y llegado el momento clave le informaría que debía someterse obligatoriamente a la experticia que solicitaban los detectives de acuerdo a los artículos 148 y 152 del Código de Enjuiciamiento Criminal.

El 25 de octubre de 1961 el presbítero es detenido luego de intensos interrogatorios. No fue fácil para el fiscal lograr que accediera a que se tomaran las muestras necesarias para ser evaluadas; pues Luis Biaggi, visiblemente molesto alegaba que se estaba ofendiendo su dignidad de sacerdote. Cuando por fin consintió en entregar muestras de sangre, de cabellos y de semen estas fueron enviadas al laboratorio de Caracas para los respectivos análisis. Ese día el caso quedó policialmente cerrado, ahora todo quedaba en manos de los tribunales de la república; sin embargo los detectives sabían que los que se le venía encima era un chaparrón de críticas.

El caso Biaggi cuatro crimenes cuatro poderes

Caracas, jueves 26 de octubre de 1961

A las 4:30 de la tarde Carlos Luis Olivares entraba al despacho del director de la PTJ, este lo había llamado en la mañana para ordenarle que debía trasladarse de inmediato a Caracas. El inspector intuía que lo esperaba una reprimenda, en momentos como ese ponía en tela de juicio el carácter científico de la policía a la que pertenecía, en el fondo sabía que cuando las investigaciones tocaban al representante de algún poder establecido o fáctico lo más seguro era que la técnica y la ciencia se fueran a la porra. El director lo recibió acremente:

- ¡Mira, chico! ¿Tú estás loco? Solamente un tarado puede hacer lo que has hecho.

- ¿Y qué fue lo qué hice, doctor?

- ¿Cómo se te ocurre decir que el sacerdote, el hermano de la joven asesinada es el criminal?

- En ningún momento he dicho eso.

- ¿Qué le dijiste entonces a Monseñor y a la prensa?

- Que hay elementos que hacen sospechar de él.

- Tú lo que estas es loco, ¿Cómo se me ocurrió enviar a un inexperto a investigar algo tan delicado?

- ¿Usted me permite que le explique?

- No chico, que vas a explicar; mandaré al subdirector para que se encargué de eso

-¿Qué hago entonces, me quedo en Caracas?

- Si quédese, mañana hablaremos de nuevo.

Con esto concluyó la discusión entre el Director Rodolfo Plaza Márquez y el Inspector General de la PTJ; unos meses después y con el caso Biaggi aún quemando en la opinión pública, a Plaza Márquez le ofrecieron el cargo de Juez en un tribunal de reciente creación, esa oferta lo obligaba a retirarse del mando de la policía judicial.

Luego de salir de la oficina del jefe, Carlos Olivares moralmente apaleado, decidió llegarse hasta el laboratorio, sabía que si las pruebas efectuadas al cura resultaban negativas estaría perdido, tendría que retirarse del cuerpo policial. Sin embargo, los técnicos le tenían buenas noticias: Primero, resultó que en el semen perteneciente a Luis Biaggi habían encontrado gonococos, segundo, la comparación macrométrica hecha entre los cabellos encontrados en la mano de la víctima con la muestra tomada del sacerdote tenían una notable semejanza y tercero no se pudo dictaminar en forma categórica identidad entre la pisada fotografiada en el piso de la habitación de la víctima y la huella en tinta tomada del pie derecho del indiciado por la imposibilidad de apreciar en la fotografía las crestas papilares que permitieran una verdadera identificación desde el punto de vista técnico, sin embargo desde el punto de vista morfológico hay bastante similitud entre ambas pisadas.

Al enterarse de esto Olivares se sintió aliviado.

El caso Biaggi cuatro crimenes cuatro poderes

Ciudad Bolívar, 7 de noviembre de 1961

El Tribunal de Primera Instancia en lo penal de Ciudad Bolívar a cargo del Juez Álvaro Natera Febres dictó auto de detención en contra de Luis Ramón Biaggi, quien esperaba la decisión en una celda de la cárcel pública. Días antes y luego de conocidos los resultados de las experticias, el cura reconoció ante el fiscal del Ministerio Público que efectivamente había tenido una infección en el pene.

En Ciudad Bolívar la opinión estaba dividida, unos a favor y otros en contra del sacerdote, muchos que lo conocían personalmente lo defendían y se negaban a creer que pudiera estar implicado, otros que también lo conocían no ponían en duda los resultados arrojados por las investigaciones. Las señoras Soledad de Quintero y Eugenia de Sánchez dijeron a la prensa que la vida privada del sacerdote dejaba mucho que desear. “Se la pasaba con el carro lleno de mujeres y en una ocasión fue visto en la vía pública besándose con una muchacha de 18 años”.

José Antonio Fernández, Secretario de la Cámara de Comercio y Reinaldo Sánchez Gutiérrez Abogado penalista, quienes habían tenido a Lesbia como empleada, afirmaban que la chica frente a su hermano siempre se mostraba temerosa y se refería a él invariablemente como El Cura. En una ocasión que Fernández la encontró por la calle le ofreció trabajo de nuevo y Lesbia le dijo “Al cura no le gusta que yo trabaje”.

Por su parte Monseñor Juan José Bernal, Arzobispo de Ciudad Bolívar, quien había ordenado a Biaggi como sacerdote en julio de 1956, aseguraba que el sacerdote tenía siempre el comportamiento de un niño frente a él, le contaba todos sus problemas por pequeños que fuesen y de todo le pedía opinión. “El padre no es un santico con frecuencia me decía que no hallaba qué hacer con ciertas muchachas que al encontrarlas en la parada del autobús le pedían que les diera la colita en su carro”.

Sin embargo, Monseñor y una nutrida representación del clero comenzó a hacer visitas a las autoridades civiles y el 29 de octubre declararon a la prensa quela Iglesia Católica se sentía profundamente indignada por la forma como la PTJhabía manejado el caso Biaggi, estimaban que los funcionarios se habían precipitado en sus conclusiones y pidieron que se revisara el caso. En febrero de 1962, dejaron colar a la prensa que los detectives que se habían hecho cargo de las investigaciones corrían peligro de quedar excomulgados de acuerdo a lo previsto en el artículo 2543 del Derecho Canónico.

El 31 de octubre de 1961 Pedro Díaz, Jefe de la delegación Bolívar de la PTJ pereció ahogado al naufragar la lancha en la que viajaba en el río Caroní, mientras se dirigía a investigar la muerte de unos mineros. No faltaron voces que desde los púlpitos relacionaran ese fallecimiento con un supuesto castigo divino por haber ofendido a un ministro de Dios, tampoco faltó quien especulara que aquel accidente podía haber sido provocado por miembros de la iglesia.

El padre fue trasladado a la Penitenciaría Generalde San Juan de los Morros en el estado Guárico; de su defensa se encargo su propio hermano, el abogado Nanzo Biaggi junto al Dr. Cesáreo Espinal Vásquez.

El 20 de enero de 1964 Luis Biaggi fue absuelto por el Juzgado Primero en lo Penal de San Juan de los Morros, el 30 de julio de ese mismo año es puesto en libertad condicional por orden del juez José Vicente Berti cuya sentencia causó escozor pues al terminar su exposición aseguró que era mejor absolver a un culpable que condenar a un inocente. Luego de ser puesto en libertad condicional Luis Ramón Biaggi se trasladó a la occidental ciudad de Barquisimeto y se dedicó a dar clases en la escuela Sagrado Corazón de Jesús del barrio El Suspiro

Finalmente el 26 de abril de 1967 Luis Biaggi es absuelto de todos los cargos por un tribunal colegiado.

El caso Biaggi cuatro crimenes cuatro poderes

¿Por qué se absuelve al sacerdote?

Según los tribunales no existían pruebas concluyentes; pese a que los indicios lo acusaban, varias de las evidencias recabadas no eran categóricas, por ejemplo: En el informe presentado por los técnicos del laboratorio de criminalística se decía que la comparación macrométrica hecha entre los cabellos encontrados en la mano de la víctima con la muestra tomada del sacerdote tenían una notable semejanza, no se empleaba la palabra Idéntico; con relación a esto los peritos argumentaron que no habían usado la palabra Idéntico pues ningún organismo biológico lo es, en cuanto a la huella plantar tampoco se pudo determinar con exactitud que perteneciera al indiciado y el arma homicida jamás fue encontrada. Tal vez decían algunos, el objeto que Víctor Silva y su esposa aseguraron haber visto entre las manos del sacerdote cuando salía de la casa era el arma, pero no eran más que especulaciones.

En los 3 años que estuvo detenido Luis Biaggi se graduó de abogado y escribió dos libros de autodefensa: “Mi Drama” y “Encarcelamiento Político”. Por aquellos años la revista Venezuela Gráfica publicó una fotonovela en la que se reconstruían los hechos pero con la clara intención de defender al sacerdote. En 1984 el cineasta Román Chalbaud presentó el film Cangrejo II, que ficcionaba este suceso basado en lo publicado por Fermín Mármol León en su libro 4 Crímenes 4 Poderes.

Referencias:

León Mármol, Fermin. 4 Crímenes 4 Poderes. Editorial Fuentes, Caracas 1978.

Duque, José Roberto. Asesinatos que conmovieron a Venezuela. Ediciones de El Nacional, Caracas 2002.

Reinoso, Víctor Manuel. ¿ Un crímen perfecto el asesinato de Lesbia Biaggi? Revista Elite abril de 1967, pp 34-40. Caracas

Diarios El Nacional , Últimas Noticias, El Mundo y Clarín. Revista Venezuela Gráfica.

Investigación: Mariana Alarcón

Texto: Pedro Revette

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