CÉSAR VALLEJO Poeta de la angustia y la esperanza

César Vallejo, poeta de la angustia y la esperanza

Aclaración: Sobre Vallejo han corrido ríos de tinta. Considero que escribir superficialmente acerca de él no es correcto (quien lo haga merecerá de sanción eternas cenas miserables). El afán del presente ensayo es ofrecer una visión panorámica –sencilla y breve– de la vida y la obra vallejianas hasta 1919, año de la publicación de Los heraldos negros. Excúseme el lector.

“Para mí es César Vallejo uno de los pocos poetas geniales del siglo. Nadie lo iguala sino Yeats, Eliot, Maiakovski, Pasternak, Rilke, Machado y un par de otros. Es el primer poeta de Hispanoamérica.”

John Michael COHEN

“Por muchos motivos, la poesía de César Vallejo puede considerarse como una de las más representativas, insólitas y profundas del idioma”.

Luis Alberto SÁNCHEZ

“Vallejo es la cumbre más alta de la literatura peruana.”

Ricardo GONZÁLEZ VIGIL

Rara vez vida y obra de un escritor se corresponden, iluminan y prolongan de manera tan rigurosa como en el caso de César Vallejo. Caso curioso porque no siempre la vida de un artista (del lenguaje en este caso) constituye un índice seguro de lo que será su producción. Hay vidas engañosas, que dicen poco. En Vallejo, en cambio, lo vivido y lo sufrido se plasma –muchas veces torrencialmente– en su obra. Por eso para hablar, no solo de la poesía sino también de la prosa, es necesario mostrar los hechos que lo marcaron puesto que en Vallejo la aventura vital y la creación se funden en un todo indisoluble.

La mayoría de especialistas en Vallejo distinguen con claridad tres etapas en las que puede dividirse su vida y su obra, a saber, niñez y juventud en el pueblo natal y Trujillo (hasta 1917); su experiencia limeña (1918-1923); el período europeo (mediados de 1923 hasta su muerte). Como sostiene el crítico José Miguel Oviedo:

“Cada etapa está definida por un libro o conjunto poético (más un poema extenso en el último caso) y cada una plantea un radical apartamiento respecto al anterior; cada fase le sirve para alcanzar cierto nivel expresivo desde el que luego puede criticarlo, volverse contra él y abandonarlo en la siguiente.”

César Abraham Vallejo Mendoza nació un día incierto de marzo de 1892 –las voces más autorizadas afirman que el 16 del mes citado– en Santiago de Chuco, provincia de La Libertad, en la costa norte del Perú. Llevó una infancia y niñez tranquilas en un hogar andino, humilde y cristiano. Francisco de Paula Vallejo y María de los Santos Mendoza, sus padres, le brindaron a él y sus diez hermanos mayores (Vallejo era el benjamín) un amor familiar muy grande que luego se cristalizará en poemas como “Los pasos lejanos” o “A mi hermano Miguel”.

A comienzos de la década de 1910, se produce su paso por la universidad. Asimismo, en sus años de aprendizaje integrará la llamada “bohemia de Trujillo”, un grupo de jóvenes con variados intereses, principalmente de humanidades (donde se encontraban, verbigracia, el político Haya de la Torre y el escritor Antenor Orrego). El año fundamental de esta etapa de juventud es 1915, pues Vallejo decidirá su vocación de escritor y sobre todo de poeta.

En la trayectoria de su vida, Vallejo viajará cuando el medio donde se encuentra le parezca estrecho (ha sido calificado por más de uno como fugitivo). Es por eso que el 27 de diciembre de 1917 se embarca rumbo a Lima, llegando a esta ciudad los primeros días de 1918. En la capital es “descubierto” por tres de los mayores escritores de entonces, Abraham Valdelomar, Manuel González Prada y José María Eguren. Frecuentará más al primero, quien en ese entonces era el adalid de las nuevas letras peruanas, fundador de la revista Colónida –donde Vallejo participará– y con un peso realmente importante dentro de la escena cultural.

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