EL IDIOTA QUE VIAJA

INTRODUCCIÓN

El Idiota que Viaja, escrito por el sociólogo francés Jean Didier Urbain, nos muestra una cara del turista y sus complejas relaciones con los residentes del país receptor, y que también de manera jocosa nos muestra los diferentes nombres que recibe el turista con una visión despectiva y como resultado del aprovechamiento e invasión que realiza dentro del destino y que además son permitidas por los entes regulatorios, gracias a un paternalista y actitud proteccionista y paternalista de sus parte.

Algo que puede sorprenderme de esta lectura, es que un libro, que tiene mas de 20 años de haber sido publicado, los temas que aborda aún están vigentes y que para mi fue el mas importante es el impacto negativo en el ámbito social; otro de los temas que aborda es en cuanto a la demanda, y el proceso de “democratización de los viajes” el cual deja en duda la existencia de un status de bienestar de la sociedad y una visión del turismo como un derecho irrevocable (aunque tuviéramos que endeudarnos para conseguirlo) , y aquí yace el origen de las compañías turísticas que operan con bajos costos que generaron la invasión turística.

Nos queda claro que el autor nos da una visión peyorativa del termino “Turista” y también nos señala un elemento que se contrapone a dicho término, que es el de “Viajero”. Las personas rechazarían el ser consideradas Turistas y conseguir el status de viajero, evocando a personalidades históricas que viajaron por el mundo con un semblante empapado de una identidad mitad exploradora y mitad aventurera . Y no deja de ser una critica al comportamiento poco cívico del turista.

Los gestores del territorio o destino, tienen una función muy particular de realizar la medición correcta de los impactos que genera el turismo, permitiendo que la información generada sea la herramienta que soporte los planes de oferta turística y como resultado el perfil del turista que se desea recibir (jamás enfocaremos esfuerzo para traer a un turista cultural al coco bongo, ni tampoco al turista de discotecas recorrer cada una de las ruinas mayas) pero sin perder de vista los intereses en conjunto de la sociedad, los esfuerzos mas que ir enfocados a hacia el comportamiento del turista, debe dirigirse a la sociedad receptora, en una postura autocrítica si se da el caso.

Viajar no dejará de ser una necesidad , a pesar de las circunstancias económicas que se viven en la actualidad , la mercadotecnia dirigida animará al cliente a hacer un esfuerzo sobre humano para satisfacer ese deseo de viaje.

RETRATO DEL TURISTA COMO PERRO TRISTE

Este capitulo nos relata el profundo desprecio por el turist, y el reproche por las acciones del mismo que genera el deterioro a los parajes que vista; existe un cambio del orgullo a la vergüenza de ser un turista, así que todos quieren ser viajeros, ya que ambos conceptos se perciben de diferente forma, ya que el viajero se le considera curioso y al turista indiscreto, el turista es un aniquilador de aquello que originalmente lo atrajo, generan delincuencia, alcoholismo y prostitución.

Existe una “Turistofobia” y se crea un enfrentamiento entre el turista y el viajero que provoco una fuerte competencia.

EL TURISTA Y LAS PALABRAS

El concepto de Turista, nace mucho antes que el concepto de turismo, esto solo nos demuestra la preexistencia del sujeto con respecto a este fenómeno.

La palabra “Vacaciones”, es anterior a la de turista, esto nos obliga a pensar que existe una diferencia entre la actividad turística y la vacacional, y es incorrecto usar ambos conceptos como sinónimos , ya que se puede estar de vacaciones sin ser turista.

La definición de Turista, según el diccionario Webster, es aquel que viaja de un lugar a otro por su propio placer o por motivos culturales; el turismo es una actividad vacacional relacionada fundamentalmente con la movilidad.

Y otro concepto que también nos señala este capitulo, es con respecto al uso del termino “clase turista” que sugiere un eufemismo del prejuicio, dando a entender que el turista, no solo es un viajero de aficionado, sino ademas de segunda clase o clase inferior.

DEL ANIMAL TURISTICO AL TURISTA-MERCANCÍA

El turista no tiene la fortuna de perteneces a la familia del viajero, es un bastardo, se le considera una raza aparte o una especie inferior y lo convierte en un animal, y también llamándolo con toros nombres como:borrego, animal, también le llaman tonto o estúpido, voraz, molesto, perros… los llaman así por que molestan a todo mundo con su curiosidad, compra todo, ocupan todos lo espacios y siembran la destrucción a sus paso. También son llamados parasitos, la mosca y virus.

El turista es una masa en movimiento, cuyo itinerario esta fiando por un contrato de transporte que regula la rueda impersonal de una circulación ciega.

El termino de Turista Mercancía es la “cosificación” de un hombre que no circula, sino que se le transporta y se le cambia, es un objeto que acata.

EL ANTIHEROE DE LOS RELATOS DE VIAJE

Existe una gran oposición entre el turista y el viajero ,y si el viajero se convierte en turista debe ser por un error o descuido, el viajero esta peleado con la idea de convertirse en una “tropa turística”, ya que el observa, descubre, respeta preserva, mejora, saña o quiere salvar al mundo.

El discurso del viajero consiste en en la creencia que después del paso del turista por una zona, ya no quedarán espacios propicios para el descubrimiento.

EL VIAJERO DESVALIJADO

Es aquel que vive amenazado, y una doble pesadilla, ya que vive una invasión turística de su universo y de la misma forma la pérdida de su estatus heroico, ese papel honrado y reconocido antiguamente y que ahora se cuestiona por no encontrar diferencia entre ambos, refiriéndonos al viajero y al turista. El viajero enfrenta una crisis y podría salir despojado de su esencia diferencial.

Otro punto que mencionan en esta sección es la publicidad, ya que estamos conscientes de que no hay espacio que pueda hoy escapar del desarrollo de los medios de comunicación, nada centros del viaje que pueda sustraerse de forma duradera al imperios del turismo, la publicidad turística, simulando atraer la atención sobre lugares ignorados como lo hacían antiguamente los relatos

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