El Texto Cientifico
Enviado por stef18kim • 29 de Noviembre de 2013 • 3.604 Palabras (15 Páginas) • 421 Visitas
El texto científico es aquel que presenta el desarrollo de un contenido de forma sistemática, producto de una investigación, aportando pruebas y resultados.
El adjetivo "científico" significa, justamente, que cualquier texto que pueda ser considerado parte de este género, debe de reunir ciertas características formales, propia de toda ciencia.
Existe una gran variedad de este tipo de texto. Desde los manuales que se utilizan en las escuelas, hasta los complejos escritos de grandes autores como Darwin, todos ellos pueden ser definidos como textos científicos, aunque se trate de obras muy diferentes en el estilo y en la finalidad que persiguen.
Definición
Texto científico es aquel cuyo contexto contiene de forma confiable todo el proceso que se requiere en una investigación científica. Su objetivo es comunicar el conocimiento y corresponde a la función referencial de la lengua.
Importancia del texto científico.
Aprender a redactar un texto científico es muy relevante, pues todo el conocimiento que se adquiere proviene de las ciencias pertenecientes a diversas disciplinas: ciencias de la salud, ciencias sociales, matemáticas, ciencias físicas y químicas, entre otras. Siempre se debe realizar alguna investigación en esas áreas, y probablemente se tenga que mostrar los resultados a través de un tipo bastante común de texto científico-académico: la monografía.
Texto científico y textos de divulgación científica
No hay que confundir estos dos términos. Los escritos de divulgación científica, en realidad, se hallan comprendidos ya en la primera definición que se ha explicado. Sin embargo, un texto científico divulgativo tiene una finalidad particular: dar a conocer al público general algún tema propio de la ciencia. En cambio, un texto puramente científico, no siempre puede tener una finalidad divulgativa.
Pautas para la elaboración de textos científicos
El escribir un texto científico requiere de un compromiso ético que oriente la honradez del trabajo científico, definido por el respeto hacia los datos observados y la formulación fiel de los resultados obtenidos, así como la modestia de quien, con su tarea, colabore para revertir el hueco de conocimiento planteado en un trabajo.
Los criterios a tener en cuenta en una investigación científica deben considerar que la tarea pueda resultar una idea novedosa, aporte nuevos conocimientos o complete investigaciones anteriores y contribuya a resolver un problema determinado. En su confección, todo texto científico debe contar con las siguientes características:
1. Escritura formal. El lenguaje empleado es técnico. Esto quiere decir que las palabras y expresiones utilizadas pueden llegar a ser propios de la ciencia de la cual se está escribiendo.
2. Orden sistemático. Significa que en el desarrollo de la obra se seguirá un orden coherente. Por ejemplo, si un escrito quiere hablar sobre el problema de la contaminación del aire, podría empezar con una introducción que explique en que consiste dicho fenómeno, para luego ir profundizando en sus causas y en las posibles soluciones.
3. Investigación, documentación del contenido desarrollado. El redactor debe fundar su contenido con información veraz y verificable.
4. Claridad, a través de oraciones bien construidas, ordenadas y sin sobreentendidos.
5. Precisión, evitando terminología ambigua y subjetividad.
6. Verificabilidad, debiendo poderse comprobar en todo momento y lugar la veracidad de los enunciados del texto.
7. Universalidad, mediante el empleo de términos científicos que posibiliten que los hechos tratados puedan ser comprendidos en cualquier parte del mundo.
8. Objetividad, dando primacía a los hechos y datos sobre las opiniones y valoraciones subjetivas del autor.
Jones (1965) presenta las siguientes diez características estilísticas como un resumen de la buena escritura científica:
1. Se presentan los hechos. Se refiere a la aplicación de generalizaciones científicas a situaciones concretas.
2. Es precisa y veraz. No supone. Se dice toda la verdad.
3. Es desinteresada. Su objetivo es informar, no para lograr fines egoístas o para persuadir a un lector. Los hechos por sí solos no hacen la escritura científica.
4. Es sistemática y desarrollada lógicamente.
5. No es emotiva. Se apela a la razón y al entendimiento, no a los sentimientos. Cuando generaliza, se hace en conformidad con las leyes del razonamiento inductivo. Se evitan abstracciones con apelación emocional.
6. Se excluyen opiniones no sustentadas.
7. Es sincera. Se dice la verdad y evita un lenguaje que haga que el lector ponga en tela de juicio su sinceridad.
8. No es argumentativa. Se llega a las conclusiones generales sobre la base de los hechos.
9. No es directamente persuasiva. Se refiere a los hechos, las leyes generales que pueden derivarse del estudio de los hechos, y la aplicación de las leyes generales a problemas concretos. Si se induce, se hace utilizando razonamiento lógico.
10. No exagera. Porque es desinteresada, no distorsiona los hechos.
Las siguientes preguntas genéricas pueden ayudar cuando se comienza a redactar un texto (Azzollini, 2010):
1. ¿Para qué escribo? Es importante definir en la intención de elaborar un informe de investigación o de trabajo, y orientar el mismo según se trate de comunicar una investigación, de divulgar el propio trabajo o bien de mejorar las propias competencias y curriculum vitae. El aporte de una investigación frente a una necesidad de conocimiento guía el análisis que se lleve a cabo sobre un aspecto de la realidad. La fuente considerada podrá tratarse de una experiencia, un estudio de caso, una investigación (cualitativa, cuantitativa), un análisis teórico, la revisión de material bibliográfico e incluso de una nueva propuesta educativa.
2. ¿A quién le escribo? Es también necesario considerar si se tratará de un interlocutor experto, de un evaluador o de público en general.
3. ¿Cómo lo escribo? Todo escrito de un informe de investigación o de un artículo cuenta con una estructura que facilita su lectura y la evaluación de su proceso de diseño. Para su confección, resulta conveniente considerar otros artículos publicados en la especialidad, y particularmente en la misma revista o congreso donde se desea presentar el trabajo con el fin de detectar códigos lingüísticos, el índice típico del artículo, la manera de realizar citas bibliográficas, entre otros aspectos.
4. ¿Qué escribo? Los resultados de una investigación científica se presentan bajo una estructura definida que cuenta generalmente con los siguientes ítems, cada uno de los cuales se desarrolla en el siguiente apartado:
1. Título y resumen.
2. Introducción o estado del arte.
3. Objetivo/s (e hipótesis).
4. Metodología.
5. Resultados.
6. Conclusiones.
7. Discusión.
8. Referencias bibliográficas o bibliografía.
¿Cuál es el contenido que debe tener un texto científico?
1. Título y resumen. El título como primera aproximación entre el autor y el lector tiene a cargo captar el interés en su lectura y es clave para decidir si se leerá el resto del trabajo. El resumen tiene como propósito que el lector, en una rápida visión del trabajo, pueda valorar su importancia y aporte al campo de la investigación. Se redacta en tiempo pasado y se sintetiza el contenido más relevante del artículo. Brevemente, se indican los principales objetivos, las características del método, los resultados obtenidos y las conclusiones más importantes. Generalmente, se redacta en dos idiomas sin citar referencias bibliográficas y se redacta en un único párrafo. A continuación suelen aparecer las palabras claves (de tres a diez) que permiten identificar el trabajo en las bases de datos bibliográficas.
2. Introducción y/o estado del arte. En este apartado el investigador describe el problema que va a estudiar y justifica los argumentos que sustentan la investigación, es decir, los por qué y para qué se realizó el estudio o análisis, refiriendo qué necesidad de conocimiento justifica el trabajo planteado. Es una combinación de la teoría de la que se parte y el estado del arte consistente en las investigaciones actuales (de los últimos cinco años) sobre el área temática de la presentación. La introducción tiene una extensión limitada tendiente a captar el interés del lector, presentando los datos suficientes para que se pueda comprender el resto del informe dentro de un contexto teórico de investigación.
3. El esquema general de su redacción es: se conocen tales aspectos del fenómeno pero existe tal problema o un hueco de conocimiento que constituye el eje del estudio que se presenta. De esta manera, el revisar antecedentes teóricos y empíricos sobre el tema elegido, le permite al autor formular con toda claridad el problema que se pretende resolver con la investigación. En síntesis, es en este apartado donde se fundamenta teóricamente el problema que se quiere analizar, revisando la investigación (conocimiento previo) realizada sobre el tema, definiendo su propósito y afirmando las hipótesis que serán comprobadas en relación al mismo. Formalmente, no hay opiniones personales; lo que se presenta debe estar basado en teorías aceptadas o en investigaciones realizadas y publicadas. Por ello suele utilizarse el impersonal.
4. Objetivo/s
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