El bosque de los corazones dormidos

El bosque de los corazones dormidos

A todos nos ha preocupado alguna vez nuestro destino, qué será de nosotros al vernos

envueltos en una situación a la que no encontramos salida, en una situación en la que creemos estar

solos, pero es que no nos damos cuenta que de eso poco sabemos, que la vida puede cambiar en

un abrir y cerrar de ojos y que simplemente debemos enfrentarnos a todo lo que venga, quién sabe

y tal vez lo mejor este por venir, o al contrario, nos toque enfrentar nuestros peores miedos. Pero,

¿Realmente estamos dispuestos a despertar nuestros corazones dormidos, a pesar de todo lo que

esto implique?

(Sanz, 2012) Es difícil sentirse sola cuando no se tiene a nadie en este mundo a quien echar

de menos.

Esta historia nos habla de Clara, una joven de 17 años que vivía en Barcelona, cuya vida

se volvió muy complicada tras el suicidio de su madre, y posteriormente la muerte de su abuela,

quien cuidaba de ella. Las preguntas invadían su mente al pensar en el suicidio de su madre, dudaba

en que, si realmente su madre la quería, o en tal caso por qué acabaría con su vida y dejaría sola a

su hija. No le quedaba nadie a excepción del esposo de su difunta tía, su tío Álvaro que vivía en el

Colmenar, un pequeño pueblo de Soria. Álvaro era un viejo huraño que le deja bien claro desde el

primer momento que no le agrada que se quede a vivir con él y que si necesita algo no cuente con

su ayuda. Esto hace que Clara se sienta aun peor, aumentando sus pocas ganas de vivir con su tío.

Por ello cuando hacen una parada en la Dehesa, una cabaña que se encuentra en medio del bosque,

donde su tío realiza su trabajo de apicultor, Clara ve a esta cabaña como una oportunidad para

quedarse a vivir allí sin tener que molestar a su tío. Álvaro al principio se muestra inconforme a la

idea, pero acaba accediendo y Clara se instala en la vieja casa del bosque.

Con el pasar de los días su estancia en la Dehesa tomo un sentido misterioso y un tanto

aterrador, oía ruidos extraños, las cosas cambian de lugar, ve el rostro y la figura de un ser extraño,

pero no podía determinar si la Dehesa estaba en realidad embrujada y la habitaba un fantasma, o

si hay algo más real y humano tras todos estos sucesos. A pesar del miedo que la envolvía, poco a

poco y sin saber por qué, empieza a sentirse cómoda y protegida por esa misteriosa presencia y no

parará hasta descubrir quién o qué se oculta tras ese misterio.

También conoce a Braulio un muchacho al que Álvaro había pedido que cuidara de Clara,

y con quien Clara establece una buena relación y la ayuda cuando todos estos sucesos extraños

sucedían en la Dehesa. Braulio se tuvo que ir por una semana a Madrid y Clara se queda

completamente sola, y para distraerse se adentra por el bosque, haciendo caso omiso a todas las

leyendas a cerca de una cabaña del Diablo. Ya estaba por oscurecer y

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