El contacto cotidiano

EL CONTACTO COTIDIANO

Normalmente a través del contacto cotidiano no entran en contacto el hombre con el hombre, sino una persona que ocupa un puesto determinado en la división del trabajo, con otra persona que ocupa otro puesto.

El contacto cotidiano se puede manejar siempre como un contacto personal, en donde el maestro y sus alumnos sostienen una relación inmersa de socialización y trabajo.

En el trabajo cotidiano se debe motivar al estudiante y al docente a involucrarse. En las actividades que se proponen y emergen de la situación de enseñanza y aprendizaje, y a la interacción que de ella se genera junto con los demás miembros que componen el acto educativo que se desarrolla en el aula.

Desde el punto de vista de nuestro desarrollo humano las relaciones son los contactos más esenciales, más ricos de contenido de nuestra vida cotidiana. Cuando más intensas son, cuanto más están basadas en la igualdad; cuanto más intervienen en ellas el momento de la libre elección, cuantas más relaciones libremente elegidas, surgidas sobre la base del amor y merecer éste amor, marcan la vida de las personas; tanto más rica de contenido, tanto más humanizada es la vida.

Estas relaciones con el valor más alto de la vida cotidiana. Agnes Heller, en la lectura “El Contacto Cotidiano” maneja dos formas de contacto social: la acción directa y la acción verbal; la primera se caracteriza por desarrollarse inmediatamente en el acto, ejemplos de ellos son la acción en común (por ejemplo un paseo en común entre dos niños), la acción concerniente al respectivo compañero (le doy algo) y la acción recíproca (el juego de pelota). En la acción verbal se encuentran inmersas la comunicación, la discusión y la persuasión.

El juego es otro elemento que maneja Heller, el cual considero como esencial para desarrollar la motivación y el interés en los niños en la participación activa de la clase, así como sus capacidades individuales como la destreza, agilidad, inteligencia y el inculcar el valor en el cumplimiento de las reglas que no escapan de las diferentes relaciones sociales en las que todos estamos sujetos diariamente dentro de la realidad cotidiana que integramos como sociedad.

En la dinámica del trabajo cotidiano del profesor, no todo lo que está escrito en un programa se desarrolla y se transmite, e incluso el profesor crea otro programa adaptando el trabajo a las diferentes situaciones subjetivas que van surgiendo dentro del desarrollo de su clase.

Para ello, el maestro tiene a la mano diferentes técnicas, como la observación, la cual debe ser planeada, estructurada y organizada de manera que permita obtener la información requerida, para tomar decisiones en función de los propósitos de sus alumnos. Sugiero que se debe inculcar a los maestros a desarrollar y emplear diariamente esta valiosa herramienta, debido a que le permite al

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