El secuestro de la Bibliotecaria

El secuestro de la Bibliotecaria

Autor: Margaret Mahy

Editorial: Alfaguara

Lectura para niños de 3º básico

Capítulo I

Ernestina Laburnum, era la bibliotecaria de la ciudad y fue raptada por unos bandidos para que la Municipalidad pagara un rescate por ella, considerando que la biblioteca no funcionaba sin Ernestina.

Cuando la secuestran, Ernestina transmitía el Sarampión, ya que había estado cuidando a sus sobrinos que tenían la peste y por esta razón, la bibliotecaria contagió a todos los bandidos, menos la Bandido Jefe que ya había tenido sarampión.

Mientras tanto en la Municipalidad se cuestionaban de donde sacar plata para el rescate, o lo sacaban de cultura o del fondo del personal. Entonces decidieron esperar dos semanas cuando se reuniría la gente de cultura.

En ese tiempo se enfermaron todos los bandidos y Ernestina sugirió ir a buscar el libro “Diccionario práctico de medicina familiar” para saber cómo ayudar a los bandidos. Entonces llegó a un acuerdo con el bandido jefe: se levantaría el secuestro mientras iba a buscar el libro y se comprometía a cuidar a los bandidos de sarampión. Ernestina recordó que el libro solo lo tendría por 1 semana porque era un libro muy solicitado en la biblioteca.

Capítulo II

Durante algunos días Ernestina estuvo cuidando a los enfermos, a quienes

mandó a la cama, no los dejó jugar cartas y debieron permanecer abrigados y a oscuras para cuidarse del resfrío y la irritación a los ojos. Entonces la bibliotecaria, que además del diccionario, había traído libros de lectura, comenzó a leerle los libros. Primero les leyó “Alí Baba y los cuarenta ladrones”, luego “Alicia en el País de la Maravillas” y “Robin de los Bosques”. Este último cuento los dejó nervioso porque se trataba de un ladrón noble que robaba para ayudar a los más necesitados.

Luego de varios días los bandidos ya estaban sanos y Ernestina estaba liberada del secuestro, entonces ella volvió a la biblioteca.

Capítulo III

Tres semanas después del secuestro, llegó el Bandido-Jefe a la biblioteca pidiendo auxilio a la bibliotecaria, para esconderlo porque lo perseguía un policía. Entonces la bibliotecaria lo escondió haciéndolo pasar por un libro en la estantería, pero para eso debió solicitarle el nombre, que no fue fácil que se lo diera, porque el Bandido-Jefe se llamaba Bienvenido Bienhechor y este nombre le avergonzaba mucho, porque cuando chico lo molestaban diciéndole Malvenido Malhechor. Solo entonces la bibliotecaria pudo ubicarlo en el estante de la letra “B”, como se ordenan los libros en la biblioteca ya que el nombre del Bandido Jefe comenzaba con la letra “B”.

Cuando llegó el policía (que se retrasó por tropezarse con un niño en un triciclo), y vio al ladrón colgado en el estante le preguntó a Ernestina si se lo podía llevar, pero ella accedió solo si presentaba su tarjeta de lector ya que el ladrón era propiedad de la biblioteca y solo podía sacarlo con la tarjeta correspondiente. Entonces al policía no le quedó otra que ir a buscar la tarjeta a su casa.

Entremedio, la bibliotecaria se lo autoprestó con el fin de que el bandido jefe se llevara libros a sus bandidos ya que ahora lo único que querían eran leer y ser más cultos, ya no les interesa las canciones de malvados, ni nada de eso. Pero antes la bibliotecaria le pidió al bandido jefe que se hiciera socio de la biblioteca. Así los bandidos de la banda se convirtieron en la banda más cultivada y filosófica que se podía encontrar. De este modo la srta. Ernestina los protegía pero tenía buenas razones ya que comenzaba a gustarle al bandido jefe.

Capítulo IV

Un día hubo un tremendo terremoto que dejó todo en el suelo, y el bandido jefe y su banda se pusieron pálidos al saber la suerte de la biblioteca y de la bibliotecaria, de modo que partieron corriendo a ver como estaban. En el camino se encontraron con los policías pero al darse cuenta de que la intención de los ladrones era ayudar decidieron postergar el arresto hasta espués de la búsqueda de la srta. Ernestina.

El Bandido jefe encontró a Ernestina tirada éntrelos libros y con mucha ternura la recogió y le sacudió el polvo y entonces…. Se le declaró!... le dijo: Estoy dispuesto a dejar mi vida de crímenes y convertirme en un hombre honrado. Ernestina ¿aceptarías casarte conmigo?. Ella acepta de inmediato y le confiesa que lo admiraba en secreto desde hacía tiempo.

Luego fueron al salón principal de la biblioteca donde policías y ladrones arreglaban todo en el lugar y al presentarse, el bandido jefe les contó a todos que se casaría con Ernestina Laburnum. Todos se pusieron muy felices pero Ernestina puso como condición de que todos dejaran de ser ladrones y se convirtieran en bibliotecarios. Los bandidos se mostraron sorprendidos y halagados porque nunca nadie los había halagado tanto como Ernestina. Todo fue emocionante incluso para el policía.

Capítulo V

Así la biblioteca funcionó muy bien, incluso se amplió un sector para niños, donde se contaba cuentos y se hacían obras de teatro, todo dirigido por los bandidos. Y aunque la Sra. Bienhechor, externamente le molestaba que sacaran los letreros de silencio y prohibido hablar en su fuero interno la hacía feliz…. Tal vez ella también tenía algo de bandida y su buen esposo lo sabía, aunque nunca se lo dijo a nadie.

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