ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Embarazo, Concepción Y Aborto


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2013  •  4.202 Palabras (17 Páginas)  •  378 Visitas

Página 1 de 17

LIBRO SOBRE SEXUALIDAD, ANTICONCEPCIÓN

Y ABORTO PARA JÓVENES

Gabriela Rodríguez R., ¿Cómo ves? El aborto, Dirección General de Divulgación de la

Ciencia, UNAM, México, 2004.

Introducción

La aparición de los anticonceptivos modernos y de las técnicas de aborto más seguro ha

sido definitiva en la transformación de los significados de la vida sexual. Con el uso de

la píldora las mujeres tomaron el control sobre sus cuerpos y asumieron decisiones

autónomas en dos dimensiones vitales: la actividad sexual y la decisión de hacerse

madres. Hacer el amor entre novios y aún entre esposos pudo ser una experiencia más

placentera tanto para ellas como para sus compañeros, toda vez que las relaciones

sexuales no quedaban interferidas por el miedo a un embarazo ni por abortos de riesgo.

La importancia de la píldora anticonceptiva fue su alta efectividad, lo cual influyó

drásticamente en la disminución del número de hijos y de la tasa de abortos, dos

fenómenos que se vienen observando desde los años sesentas. Una vez que las mujeres

tuvieron acceso a los anticonceptivos, las enfermedades y muertes por embarazo, parto

o aborto también se redujeron significativamente como efecto directo del menor número

de embarazos no deseados. Hoy el aborto ha pasado a ser un último recurso, sobretodo

en los países industrializados y donde las leyes lo permiten. En la región de América

Latina las barreras legales, culturales y económicas han impedido que todas las mujeres

tengan acceso a los anticonceptivos y a los abortos más seguros, es un hecho que la

salud reproductiva ha estado mediada por la confluencia de movimientos religiosos y

tendencias geopolíticas. 2

Sin duda, la píldora y los anticonceptivos contribuyeron a secularizar la vida sexual, es

decir, a que las decisiones sobre los usos del cuerpo no se basaran en las regulaciones

religiosas sino en el conocimiento científico y en las necesidades de la persona. Por eso

desde el principio, el debate sobre la planificación familiar se polarizó, a medida que los

gobiernos fueron impulsando una política de planeación demográfica, grupos

conservadores estigmatizaron el uso de anticonceptivos y el recurso del aborto como

armas de política exterior. Funcionarios de salud y jerarcas de la Iglesia Católica han

sido actores políticos visibles tanto en la promoción como en la oposición a estos

programas. Un tercer actor ha estado representado por el movimiento amplio de

mujeres, a partir del derecho a la maternidad voluntaria se fueron construyendo y

reconociendo los derechos sexuales y reproductivos como una obligación que tiene que

garantizar los estados. Los derechos sexuales y reproductivos se refieren principalmente

al ejercicio de una vida sexual digna, placentera y sin riesgos, expresión de la libertad de

conciencia, de religión, de opinión y de expresión, libre de violencia, de discriminación y

de desigualdad, y producto del respeto a la privacidad, a la difusión de información y el

acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, y a beneficiarse del progreso

científico.

En el fondo de los derechos sexuales están los derechos fundamentales: el de igualdad,

libertad y fraternidad, ideales que marcaron el origen histórico de los derechos

humanos. Estos derechos llegan a cristalizarse en dos conferencias internacionales: la

Conferencia sobre Población y Desarrollo realizada en el Cairo en 1994, primer foro

internacional en el que se superó el enfoque demográfico hacia un paradigma de salud

sexual y de derechos reproductivos tanto para mujeres como para jóvenes y

adolescentes; y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Pekín en

1995, en la cual se reconoce la salud sexual como un derecho humano, se confirma la

necesidad de servicios integrales que incluyan la prevención del VIH/SIDA y de la

violencia hacia las mujeres, la perspectiva de género y la participación de los hombres

en las responsabilidad reproductiva. Antecedentes importantes que ofrecieron bases 3

para reconocer estos derechos son la Convención sobre la Eliminación de Todas las

Formas de Discriminación contra la Mujer (1967) y la Convención sobre los Derechos del

Niño, en donde se reconocen derechos sexuales y reproductivos a niñas, niños y

adolescentes menores de 18 años. En el contexto mexicano, el gobierno ha firmado todas

esas convenciones y conferencias, por lo que paulatinamente se ha incorporado una

educación sexual integral y el derecho a garantizar una vida digna y una sexualidad

libre, sin condena social ni riesgos de contraer infecciones sexuales o embarazos no

deseados.

En la actualidad, la oferta de anticonceptivos y de tecnologías preventivas se ha

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (26.4 Kb)  
Leer 16 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com