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Gutierre de Cetina


Enviado por   •  25 de Octubre de 2017  •  Trabajos  •  567 Palabras (3 Páginas)  •  478 Visitas

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17/ Abril/ 2017

Gutierre de Cetina

Si hablamos de Gutierre de Cetina, debemos hablar muy por fuerza sobre la poesía, era un escritor dedicado completamente a la poesía y sonetos, los cuales está llenos de amor, desamor, pero siempre acompañados de un toque de delicadeza en todos sus poemas, anteponiendo a la figura femenina como prioridad, tal es el caso del poema “Yo diría de voz tan altamente”:

“Yo diría de vos tan altamente

que el mundo viese en vos lo que yo veo,

si tal fuese el decir cual el deseo.

Más si fuera del más hermoso cielo,

acá en la mortal gente,

entre las bellas y preciadas cosas,

no hallo alguna que os semeje un pelo,

sin culpa queda aquel que no os atreve.”

Cetina engrandece el cariño y la admiración que la belleza que esa mujer provoca en él, además de las diversas comparaciones que hace entre cosas vanas y astrales con la cautiva idea de lo que es o significa ella para él. Remarcando que no hay nada más bello o perfecto en el mundo con éste verso siguiente:

“¡Qué puedo, pues, decir, si cuanto veo,

todo ante vos es feo!”

A la poesía de Cetina se le adjudica el término “Madrigal”, debido a la forma en que se escribe, pero sobre todo, porque generalmente se adhiere un tema amoroso.

La obra más acertada a éste género es el poema “Ojos claros y serenos”, que a mi parecer es una trova que a pesar de ser tan corta y  simple, es la que más se acerca a la esencia completa de nuestro autor, llena de romance y estupor por su dama.

Mas explícitamente, Cetina nos habla de un amor idealizado y lo interpreta como un ansia o deseo de belleza y sufrimiento, y además de todo sufre en demasía por no poder decir el nombre de su amada para desahogarse de tal manera que su pesar se aminore. Esto de no poder decir su nombre es debido a la época en la que se encontraba, ya que era un símbolo de respeto a la dama que un hombre cortejaba.
También habla de quejas un tanto amorosas debido a que su amada no está enamorada de él.

Él ve el amor como sufrimiento, piensa que, aunque ella no le haga caso, por lo menos le mire, en pocas palabras, se resigna a que no puede hacer nada para cambiar o hacer surgir un cariño recíproco, sufrir es su única opción. Como lo podemos ver en dicho soneto, y cito:

“Ojos claros, serenos,

si de un dulce mirar sois alabados,

¿por qué, si me miráis, miráis airados?

Si cuanto más piadosos,

más bellos parecéis a aquel que os mira,

no me miréis con ira,

porque no parezcáis menos hermosos.

¡Ay tormentos rabiosos!

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