LA MARIANELA.

LA MARIANELA

Esta es una novela del  escritor español Benito Pérez Galdós publicada en 1878, cuenta la trágica historia de Marianela, una joven pobre y fea de 16 años. El relato empieza con la descripción del lugar, un pueblo minero en el norte de España, donde se encuentran dos hombres, Teodoro un hombre adulto y Pablo, un joven ciego, habitante de esas tierras. Teodoro es médico, hermano del ingeniero Carlos Golfín, responsable de las minas. Teodoro, que está perdido, pide ayuda a Pablo, para llegar hasta la casa de su hermano, ya que pasara una temporada en el pueblo. Nela como le dicen al lazarillo del ciego acompaña al médico hasta la casa de su hermano.

Nela ha sido la guía del ciego durante un año y medio y él dice haber descubierto el mundo por sus ojos. Ellos están enamorados. Nela es huérfana y ha crecido sola, con la ayuda de quien ha podido compadecerla, es una joven sin educación, mal vestida con una mala alimentación pero siempre bondadosa.

El amor que Pablo sentía por Nela era tan grande que siempre le juro que nunca se separarían y llegó a prometerle matrimonio. Teodoro Golfín era un médico especialista en oftalmología, después de hacerle varios estudios, creyó que Pablo tenía alguna esperanza de poder ver, realizándole una operación. Don Francisco padre de Pablo y su hijo estaban muy entusiasmados, tanto así, que el hermano de Don Francisco, un hombre llamado Manuel advirtió que si Pablo salía con éxito de la operación, casaría a su hija Florentina con él.

Pablo era un joven muy intelectual por todas las lecturas que su padre le hacía, se obsesiono con la belleza de Nela aun sin verla decía que era la persona más preciosa del mundo, aun cuando todo mundo pensaba lo contrario. Días antes de la cirugía llegaron al pueblo Don Manuel y su hija Florentina, una joven llena de belleza y de una infinita bondad. Ella era la futura esposa del joven Pablo, aunque Pablo insistía en querer a Marianela como su mujer.

Con la operación Marianela y Pablo se distanciaron porque ahora estaba la familia para cuidarlo y Nela sufría por el temor de perder la comunicación con Pablo. Pablo tiempo después pudo ver y su mayor deseo era conocer a Marianela, esta temía a ser rechazada y decidió alejarse del pueblo y huir con Celipín, un niño con el que vivía y que había decidido dejar su casa.

Marianela triste y confundida estuvo vagando por el bosque. Un día, Teodoro la encontró en malas condiciones y la llevó a la casa de Pablo a descansar. Florentina cuidaba de Nela. Una tarde, Pablo entro en la habitación donde estaba Nela y como aún no estaba acostumbrado a la vista solo vio a su prima sin percatarse de la presencia de Nela. El joven empezó a hablarle a su prima de su belleza y de la fortuna de haberla conocido. Cuando descubre que Nela se encuentra en esa habitación era demasiado tarde porque Marianela turbada por el dolor, el desencanto y la mala vida murió minutos después de confesarle a Pablo su identidad. Nela murió de solo pensar de que pablo se daría cuenta que ella era fea y que la rechazaría. Marianela fue enterrada como un ser importante del pueblo.

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