La Bioetica

En los últimos años el contexto la educación médica ha sido fuertemente intervenido por una serie de conceptos del plano humanístico, agrupados y analizados por disciplinas como la bioética, la cual se dedica entre otros aspectos a proveer los principios para la correcta conducta humana respecto a la vida. El médico es un punto de referencia social, catalogando así a la medicina en una práctica netamente social, gracias a ello es posible analizar cómo influye el proceso de formación académica en el desempeño profesional. En el marco histórico prevalece un devenir de las representaciones del médico en conexión con modelos de educación médica, pues desde hace varios siglos el profesional de la medicina ha sido clasificado socialmente hasta llegar a la tipología moderna y que específicamente en Colombia se halla integrada por vínculos generacionales de la medicina: los médicos “antiguos” de corte humanístico, los intermedios, con actitud pragmática, y los emergentes, muy soñadores, pero a veces confundidos. Algo que caracteriza estudiantes de todas las generaciones es que en su inicio todos pareciesen no estar interesados en necesidades materiales y por el contrario solo se enfatizan en querer brindar ayuda al necesitado; una labor social desinteresada, sin embargo en el curso de su formación se va definiendo una posición moral estable, relacionada ampliamente con las características de las generaciones emergentes e intermedia.

Para comprender estos cambios hay que ceñirse a la historia y en este sentido es posible señalar que a Colombia llegó una misión de expertos que marcaría el viraje de la educación médica en el país, ellos traían consigo un ideal y unas pautas para la enseñanza médica caracterizadas por su empirismo la cual evolucionó hacia una medicina científica de carácter clínico con claros análisis objetivos sumados a evaluaciones de diferentes ramas incluída la bioética. La bioética juega un papel importante en la pedagogía médica, pero hay que aclarar que está de la mano con la formación previa de la persona antes de iniciarse en la educación superior, pues cada quien presenta un carácter moral cuando inicia su formación y eso no se puede enseñar, más bien se induce a que ese carácter se exprese en el mejor comportamiento posible, lo que permite sintetizar que lo único que puede pretenderse en los cursos de ética médica y de bioética es la enseñanza de conocimientos y habilidades, no directamente actitudes. Por ello podría decirse que una gran dificultad que se aprecia en la educación médica de hoy es la aparente separación que suele hacer el estudiante de su formación académica con el desarrollo de las acciones y capacidades para el potencial desempeño. Asimismo, hay dificultades con la educación médica para integrar el razonamiento clínico con el razonamiento moral. Esta hipótesis está respaldada por las vivencias de muchos estudiantes que desde los primeros años de estudio están expuestos a ambientes no éticos a nivel clínico, lo cual puede influir a un cambio de sus valores, llegando al límite de mantener separados el código de la ética: uno personal y uno profesional, lo cual significa una inconsistencia dañina.

En conclusión, enseñar bioética para clínicos es una tarea especial que sin embargo no resulta difícil para los que son profesores activos; por lo que desde los espacios formativos en la educación médica se convierte en herramienta pedagógica integradora, que articula el razonamiento clínico y moral, fundamentando las decisiones y cursos de acción ante las problemáticas morales del acto médico que generan dilemas éticos. Enseñar la ética médica es un compromiso de los docentes y usarla adecuadamente el de los estudiantes, pues no se podemos seguir promoviendo actitudes tan bajas como la indiferencia y el irrespeto al compromiso ético que deben tener todos los médicos. Recordemos que la medicina no se debe enfrascarse en el plano económico: No se puede tratar como un negocio, sino que hay que mantener ese ideal con el que se inicia; prestar atención, ejercer la medicina no debe ser considerada una obligación sino un arte; un placer. Solo aquel que recuerda que lo mas importante es el buen trato y mantener una ética profesional médica ante cualquier circunstancia es quien de verdad merece portar el título y posibilidad del actuar profesional de la carrera más hermosa y a mi parecer la mejor profesión: La medicina.

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