La Hojarasca- La Hoja Perdida
SolVazquezzz19 de Mayo de 2013
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LA HOJARASCA “La hoja perdida”
Fue en ese momento, cuando estaba caminando junto a mis hombres, que me desperté. ¿Acaso había estado soñando todo eso? ¿Me había desmayado y se me había pasado de largo el velorio?¿Donde estaba el Doctor? Se escucha un grito de Adelaida que me informaba que el café estaba servido. Entonces era cierto, ¿todo había sido un sueño?. No no podía, es que... todo había sido tan real… y en el caso que lo sea creo que fue el sueño más largo y misterioso de mi vida. ¿El sueño? Me pregunté ¿O la pesadilla?. Luego de un rato por fin logre ponerme de pie, salí de mi habitación y fui a tomar el café. Sin mencionar palabra alguna espere una respuesta de Adelaida, algo que me ayude a entender todo lo que estaba pasando. Su respuesta fue un final. Un final a todo eso que había sentido, un final a ese sueño-pesadilla, un final a toda esa rara “aventura”, su respuesta me dejaba en claro que todo lo que había pasado había sido una simple ficción, un simple sueño. Su respuesta, el principio de la conversación, el final de mi historia ficticia, esas dos palabras me dejaban en claro que Adelaida no tenía idea de lo que a mí me estaba sucediendo. Ella dijo.- ¿Más café?-. Le hice un gesto negativo con la cabeza y pregunte.- ¿Dormiste bien anoche?-. Ella con una leve sonrisa respondió.-Si, muy bien, gracias-. Y agrego.- Recorda que hoy vienen a comer a casa Martin, Isabel y el niño-. ¡¿Martin?!.- Exclame.
Papa estaba raro, miraba para todos lados como buscando una respuesta a algo, como si estuviera perdido, desconcertado. Le pregunte a Adelaida si sabía algo y me respondió que había estado así desde la mañana. Entonces lo llame. Me miro como si hubiera estado esperando todo el día mi llamado, podía escuchar como se aceleraba el latido de su corazón, se acerco y con un gesto me dio la palabra, por lo tanto concluí y dije .-¿sucede algo?-. Deje de escuchar ese corazón acelerado por mi llamado, su ojos ya no parecían asombrados, sino mas bien desilusionados.-Nada hija… es solo que tuve una mala noche, eso es todo-. Respondió y luego agregó -.¿Cuando volvió Martin?-. ¿Martin? ¿A dónde se había ido? Me preguntaba, entonces exclame.- ¿Volvió de donde Papá?-. A él de nuevo pareció desilusionarle mi respuesta y desconcertarlo un poco, y con un gesto de resignación respondió.-Nada hija, debe ser el sueño-. No sé que le pasaba a Papa, nunca había estado tan raro. Recordé que el día anterior hablando con el doctor me había dicho que el coronel estaba trabajando mucho y que sobrecargarse de cosas no le iba a hacer nada bien, entonces pensé –si, debe ser el cansancio-.
Cuando llegue a la casa del abuelo todo parecía extraño. El abuelo estaba algo raro y mama también. Tenía ganas de estar jugando con Abraham, no lo veía desde hace dos días pero parecía que hubieran pasado años. Ayer fue un día muy largo –pensé. Estaba cansado y sin humor. Creo que la abuela se percato de eso porque con una sonrisa grande me dijo que había hecho mi comida preferida. Admito que eso me alegro mucho, fui corriendo al comedor y me senté a esperar la hora del almuerzo. En la comida el abuelo no dijo ni una sola palabra. Su mirada se clavaba en mi como si esperara que le dijera algo, y luego de un rato esos ojos profundos y negros miraban hacia otro lado desilusionados al no encontrar respuesta alguna. Después de un rato hacia exactamente lo mismo con mamá, y luego, con papá. Pero la mirada hacia papá no solo era una mirada que esperaba una respuesta, era una mirada con enojo, con frustración, una mirada desentendida. Capas era porque papá había tardado en volver de donde se había ido, el abuelo había mencionado eso alguna vez, ahí me pregunte cuando fue que volvió. Solo sé que de un día para otro despertó en casa como si nunca se hubiese ido. En ese preciso momento sentí la sensación
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