La Hormiga

TRABAJO DE HORMIGAS

¡Hola Soy Formi! Una hormiga muy trabajadora, debo mi nombre porque como saben las hormigas realmente nos llamamos formícidos, ¿no lo sabían, cierto?, eso me imaginé pero bueno, no importa, lo realmente interesante es la historia que les voy a contar.

Yo estaba muy tranquilo trabajando en la ciudad porque yo soy de las hormigas que trabajan con lo dulce, es decir con el azúcar más que todo, helados que se caigan al suelo, ¿han visto como llegamos rápidamente cuando eso pasa?, eso se debe a nuestra gran organización y a la empresa para la que trabajo donde no se nos escapa ningún detalle.

Ese trabajo lo conseguí al venirme a la ciudad, no es igual lo que uno hace en el campo que lo que se tiene que hacer en la ciudad y aunque ya me acostumbré a vivir aquí, todavía me molesta la actitud de los humanos, lo destruyen todo, muy diferente a nosotros.

Un día estando en el trabajo recibí un llamado urgente, bueno el más urgente de toda mi vida, nos llamaban del campo donde una de las colonias más grandes y poderosas del planeta estaba en peligro por la actitud de ¡UN ELEFANTE!, ¿pueden creerlo?, nosotros, los animales más poderosos del mundo, en realidad somos los segundos, detrás de un tal escarabajo rinoceronte, pero, ¿quién diablos conoce a un escarabajo rinoceronte?, así que nuestro poder mediático y como somos más en el mundo, nos hemos apoderado de ese título que nos enorgullece, pero el tema es que estamos en peligro por un elefante.

Dicho llamado hizo que viajáramos inmediatamente al campo, teníamos que saber con exactitud que estaba ocurriendo y cómo resolverlo, resulta que un elefante dañaba todos los días el trabajo de la colonia porque el camino de ambos se cruzaba a esto hay que sumarle la pérdida de innumerables hormigas al ser pisadas por tan estrambótico animal.

De esa manera se realizó la primera Cumbre Mundial Formícida para tomar una decisión rápida, no podíamos seguir perdiendo vidas, tiempo y esfuerzo para que ese tal elefante con solo su pasar destruyera todo, es cuando una de las hormigas reina dijo:

- Necesitamos la ayuda de alguien muy importante.

- ¿De quién? – le respondió uno de mis compañeros que no tenía ni idea de quien hablaba, al igual que yo.

- Del Rey de la Selva, ¿de quién más? - Expresó con vehemencia la reina, él pondrá los puntos sobre las íes a ese elefante y le dejará las cosas claras. Todos apoyamos esa idea.

Una comisión de las más altas honorables hormigas fue a hablar con el león y le plantearon el problema, a lo que el Rey de la Selva respondió favorablemente:

- Claro que sí hormigas, no se preocupen, dejen todo en mis patas.

La comisión se retiró muy contenta por lo alcanzado, señalando que esperaban satisfactoria respuesta muy pronto.

Al siguiente día, el elefante venía por el mismo camino de siempre y tremenda sorpresa recibió cuando el león lo detuvo y lo enfrentó:

- Mira elefante, no puedes seguir

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