La embajada

Grado: 2 de Secundaria

Título: La embajada

Género: Narrativo

Seudónimo: Samuel Felipe Quispe Pajares

I

¡Despierte! Gritó el oficial al mando de esa embajada, así Bashca Volkov (inspector de fronteras) volvió en sí rápidamente y regresó a su trabajo: Visar e intervenir a los que intentasen pasar las fronteras de Krosanscka.

Bashca hombre precavido y muy hábil con las armas de fuego, que solo era un soldado nacido en una familia de profesión de cazadores diestros en un país que era vulnerable a ataques de grupos extremistas de la izquierda radical que hacían atentados ya que no querían el nuevo sistema democrático reemplazado por el autoritario que había sido implantado desde la caída de su monarquía.

Desde muy pequeño quería servir a su patria y cuando tuvo la oportunidad se enlistó en el ejército0020 Se había vuelto inspector con las esperanzas de conseguir un mejor sustento en Krosanscka allá por los principios de los principios de los 40´´. Pudo conseguirlo gracias a su amistad con Spavich Oraguef, un amigo suyo, que lo recomendó para el cargo.

Al principio pensó que sería fácil ya que esos atentados terroristas habrían cesado ya hace unos años, pero al conocer a los guardias de aquella parte de las fronteras vio su terror y entonces fue cuando conoció al oficial al mando Jockoj Rattrof. –Buenos días, ¿Es usted el nuevo inspector?- Preguntó el oficial, que al parecer era un hombre muy autoritario con una mirada de simpatía pero a la vez de confianza le saludo. Rápidamente Bashca saludo fuertemente. –Fuerte apretón, ase actitud me gusta- exclamó Jockoj en esa fría y lluviosa mañana del sábado.

En su puesto de vigilancia continuó con esa duda, que le revolvía su mente y le daba una ligera náusea al recordar esas imágenes de soldados asesinados en las fronteras y ver que sospechosamente sacaban a unos guardias heridos del frente oeste de la frontera.

Al conocer el reglamento del trabajo se dio cuenta de que era un cargo irrenunciable y que tenía una buena paga por ofrecer lo que parecía simplemente el servicio de inspector.

Después de conocer bien su puesto y todos los criterios de intervención abrió la rejilla de su garita y se dio cuenta de que había una inmensa cola de personas esperando a salir de su país, su labor evitar dejar entrar y salir a criminales y sujetos peligrosos.

El primer sujeto a inspeccionar que tuvo era un hombre rico que le contó que era ´´estúpida´´ la idea de poner tanta seguridad a las fronteras de Krosanscka y después de todo si el presidente tenía el temor de que su gobierno fuera derrocado sería su destino por intentar cambiar la forma de gobierno y que ´´la población´´ no lo aceptaba. Después de visar su pasaporte esa otra idea lo dejo pensando durante todo el día.

Vino después otros viajeros que cumplieron con todos los requisitos entre ellos le llamó la atención el temor de un padre de familia que había dejado todo  por salir del país y al despedirse le dijo: ´´es mejor que usted vaya alistando sus maletas a menos de que quiera caer en la escases´´. Pero se dio cuenta de que no tenía papeles para entrar y antes de que pueda interrogarlo intentó lanzar una bomba hacia la multitud que había. Para suerte los guardias neutralizaron rápidamente al sujeto y desactivaron la bomba.

Al terminar su cena, que casi dejo por completo, Bashca se dirigió al cuarto que se le había designado.

Esa noche casi no pudo dormir debido a que la inseguridad y comprender la razón por la que ese trabajo estaba disponible y era bien pagado. Pero sintió el deber de que si resguardaba las fronteras con esmero evitaría las muertes de miles de personas y que su mayor motivo era servir a su patria. Con ese pensamiento consiguió sueño, fue su primera noche.

II

Los días pasaban y nada inquieto a Bashca excepto el temor de que se realizara un atentado, ya que ya se empezaban a registrar varios en las provincias  más lejanas de la capital.

Bashca abrió el puesto de visado como ya se le había estado haciendo costumbre y vio a su primer sujeto a intervenir. Estaba ataviado y le pareció un poco sospechoso.

-Buenas tardes, ¿ve usted al soldado de esa torre?- le preguntó. Bashca volteó a ver y se dio cuenta de que le estaba apuntando. Sin poder decir nada el sujeto le dijo: Mejor quédese sin decir palabra alguna a menos de que quiera acabar con un agujero en el sombrero.

Bashca le preguntó que deseaba, moviendo la mano lentamente hacia la el botón de la alarma, -Si hace lo que le digo no sufrirá daños. Entregue estos papeles a Miscolov Piertov- Entonces se fue apresurado de la cola y Bashca aterrado se fijó que casi todos los guardias lo estaban vigilando.

Se le metió la idea en la cabeza de que todos ellos no estaban de parte del gobierno y que si no hacia lo que le decían podría acabar asesinado.

Esa noche se enteró de que su amigo Spavich Oraguef era el guardia a cargo de esa sección y decidió ir a verlo.

-Hola Espabilado- Le dijo al ver a su amigo, que lo recibió con un fuerte apretón de manos.

-Cuanto tiempo sin vernos- -¿Cómo te ha ido?- -Nada mal- respondió Bashca – Ni para quejarse-  Así Spavich le comentó a Bashca que si necesitaba algún favor se lo pidiera. -Nada por ahora amigo, será para cuando vayamos a la cafetería. Y Bashca se retiró rápidamente.

...