Las Penas Del Joven Werther

Muerte por amor

“La suprema felicidad de la vida es saber que eres amado por ti mismo o, más exactamente, a pesar de ti mismo.”

-Víctor Hugo.

El libro “Las penas del joven Werther” de Johann Wolfgang Goethe trata sobre un joven sentimental, que abandona su ciudad para retirarse a una aldea, donde vive tranquilo, dedicado a la pintura y a la lectura. En un baile conoce a Lotte, que ya está comprometida con Albert. Werther se enamora de ella perdidamente aún sabiendo que ella ya está prometida con Albert, que se encuentra de viaje.

Al escribir el título de este ensayo no quise referirme a la frase tan frecuentemente utilizada, no me refiero a morir por un amor no correspondido si no a la muerte de una parte de ti en el proceso y el esfuerzo de querer que ese amor te corresponda. Y eso no es malo, en mi opinión amar es de verdad entregar todo de ti incluso cuando esa parte que se desprenda te provoque un poco de dolor, pero dicho dolor no se siente del todo ya que lo prefieres mil veces sentirlo tú a que lo sienta tu amad@. Pero siempre hay que tener un límite y no dejar de tener nuestra esencia ni olvidarnos de nosotros mismos solo por cumplir a los demás, también es bueno dejar un tiempo para estar bien contigo mismo y así poder estar bien con los que te rodean. En el libro se narra una parte en la que Werther se encuentra con un filisteo y él le dice las siguientes palabras:

“¡Amar es humano, sólo tenéis que amar humanamente!” Distribuir vuestras horas, unas para el trabajo y las horas de descanso dedicárselas a vuestra muchacha. Calculad vuestra fortuna y de lo que os quede después de cubrir vuestras necesidades esenciales, no os privaré de que le hagáis un regalo”

Dichas palabras llamaron mucho mi atención, pues cuantas veces no hemos dejado de lado nuestras necesidades por cumplirle a ellos, nos quedamos sin nada para entregar a las próximas personas que pudieran ser queridas por nosotros, por eso creemos que es el fin cada que una persona se va de nuestras vidas, y a eso me refería cuando dije que muere una parte de nosotros, es como intercambiar la muerte por un amor.

Pero esta vez, lamentablemente no fue una muerte de sentimientos, fue una muerte física, murió él y lo poco que de él quedaba, ya que al joven no le importó aquel consejo y no dejó de cortejar a aquella mujer comprometida y con familia, hasta llegar al punto en el que a pesar de que el marido de Lotte estuviera ahí, era ya demasiado grande su necesidad.

“¡Dios bendito! ¿Acaso quedó una sola fuerza de mi alma en desuso? ¿Es que no pude despegar ante ella todo ese maravilloso sentir con el que mi corazón abarca la naturaleza?”

Aquel amor tan grande lo llevó a pensar que alguno de los 3 (Albet, Lotte y Werther) tenía que morir, decidió que debía ser él y la noche

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