Pajarillo Cantor

El pajarillo cantor

Al empezar la lectura de la novela “Casa de muñecas” por el escritor Henrik Ibsen, debo admitir que lo veía con un prejuicio de un libro barato con una historia simple, pues me preguntaba: ¿Qué tanta complejidad podría introducir en un libro insignificante de tan sólo unas 80 páginas un escritor del siglo XIX? Yo recién iba saliendo de leer Hamlet una obra bastante extensa y de un autor cuyo nombre se escucha incluso entre quienes no son conocedores profundos de la literatura en general. No fue sino hasta que abrí la vieja cubierta del libro, cuando empecé a notar todo el conflicto que se había logrado compactar en estas 80 páginas. Ibsen logró de alguna extraña forma, que lo que creí sería un texto para niños, una historia vacía de lectura rápida, fuera sino conflictos rebalsándose mediante iba pasando las hojas, y mas fue mi impacto cuando descubrí que la novela feminista fue escrita en el siglo XIX, en tiempos donde el machismo quizá incluso radical se asomaba por las calles, este escritor noruego nos deleita con nada más que una increíble novela que lo desafía todo atreves de la historia protagonizada por Nora viviendo en la “casa de muñecas” donde a habitado desde el principio de sus días y nos encanta con los múltiples conflictos en donde Ibsen coloca al género masculino como el antagonista, siendo este título turnado entre Krogstad y su marido, Helmer.

Iban pasando las páginas y yo iba descubriendo nuevos conflictos de todos tipos, ya sean grandes, chicos, internos o externos. Encontré de todo en estas 80 páginas

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