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Sexualidad


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2012  •  7.230 Palabras (29 Páginas)  •  292 Visitas

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Introducción al mundo de la sexualidad humana

La sexualidad humana representa el conjunto de comportamientos que conciernen la satisfacción de la necesidad y el deseo sexual. Al igual que los otros primates, los seres humanos utilizan la excitación sexual con fines reproductivos y para el mantenimiento de vínculos sociales, pero le agregan el goce y el placer propio y el del otro. El sexo también desarrolla facetas profundas de la afectividad y la conciencia de la personalidad. En relación a esto, muchas culturas dan un sentido religioso o espiritual al acto sexual, así como ven en ello un método para mejorar (o perder) la salud.

La complejidad de los comportamientos sexuales de los humanos es producto de su cultura, su inteligencia y de sus complejas sociedades, y no están gobernados enteramente por los instintos, como ocurre en casi todos los animales. Sin embargo, el motor base del comportamiento sexual humano siguen siendo los instintos, aunque su forma y expresión dependen de la cultura y de elecciones personales; esto da lugar a una gama muy compleja de comportamientos sexuales. En la especie humana, la mujer lleva culturalmente el peso de la preservación de la especie.

En la sexualidad humana pueden distinguirse aspectos relacionados con la salud, el placer, legales, religiosos, etcétera. El concepto de sexualidad comprende tanto el impulso sexual, dirigido al goce inmediato y a la reproducción, como los diferentes aspectos de la relación psicológica con el propio cuerpo (sentirse hombre, mujer o ambos a la vez) y de las expectativas de rol social. En la vida cotidiana, la sexualidad cumple un papel muy destacado ya que, desde el punto de vista emotivo y de la relación entre las personas, va mucho más allá de la finalidad reproductiva y de las normas o sanciones que estipula la sociedad.

Historia del sexo

La sexualidad en la antigüedad se consideraba como algo sucio, vergonzoso y digno de grupos de baja calaña. La sociedad estaba muy cristianizada, y la lujuria se considera pecado capital, por tanto el sexo sin intención de procrear estaba mal visto socialmente. Las mujeres no podían disfrutar del sexo, sólo los hombres disfrutaban de él, ya que si lo hacían las mujeres se las discriminaba y se las acusaba de viciosas.

En la actualidad, gracias al avance de la sociedad, que ya no es tan católica, la sexualidad se ve como algo placentero y divertido.

Las mujeres pueden disfrutar de él al igual que los hombres gracias a la gran disminución del machismo.

Base psicológica del sexo

La relación entre el amor y el sexo en nuestra sociedad es algo complicada. Tradicionalmente a las mujeres se les enseña que el amor es un requisito para el sexo, mientras que a los varones se les urge a que adquieran experiencias sexuales con o sin amor presente.

Actualmente y aún cuando el sexo prematrimonial es cada vez más aceptado, las parejas requieren de algún tipo de declaración de amor para poderse sentir moralmente cómodos y mantener relaciones sexuales.

Recordemos que existe el sexo casual y el sexo relacional. Hay personas que no se quieren pero mantienen una relación fuerte; hay parejas que se aman y tienen sexo casual y no se preocupan en lo absoluto por la comunicación interpersonal. El sexo en ambos casos puede ser mecánico, impersonal y apresurado se quieran o no ambas partes.

Algunas personas critican y se oponen al sexo impersonal aun cuando haya sido consentido por ambas partes. Otras personas disfrutan mucho más de una relación sexual personal e íntima esperanzadas de que se convierta en amor.

No hay ninguna garantía de que esto ocurra, y muchas personas salen heridas, lastimadas y decepcionadas de haberse ido a la cama buscando que el amor mágicamente brotara. Es mejor que quien se lanza al sexo casual lo vea como tal una experiencia placentera, si no se espera nada a cambio la decepción será menor.

Pero definitivamente que si hay amor, aunque las cosas no anden bien hay más protección contra el ser usados sexualmente. Recordemos lo que he mencionado en artículos recientes, el amor se preocupa por el otro y respeta al otro de allí que involucrarse sexualmente ocurre de manera natural. El sexo casual se presta a malos entendidos e involucra un mayor riesgo de ser usado por la otra persona, quien no tomará en cuenta ni los sentimientos ni las necesidades de quien cree se entregó por amor.

Hay muchas relaciones de amor que no involucran sexo: relaciones entre madres/padres e hijos, entre hermanos, los amores platónicos. Hay amores románticos y de sólo compañía que no van más allá de esto, del amor.

Incluso hay parejas que deciden no incluir el sexo en la relación por motivos que van desde lo religioso, falta de interés en el sexo, hasta los que esperan hasta llegar al matrimonio. Hay condiciones tales como enfermedades o la distancia física que mantiene a la relación sin el ingrediente sexual.

Cada individuo decide desde su marco de valores, creencias y experiencias el involucrarse sexualmente con otra. No debe ser una decisión tomada por la culpa, la ignorancia o un impulso. Tómese su tiempo, no deje que pase y nada más, involúcrese en tomar su propia decisión y que no sea otro quien le empuje a hacer lo que no quiere o para lo cual no se siente listo.

El orgasmo

El orgasmo es básicamente el momento de mayor placer sexual durante una relación sexual, durante el cual se concentra muchísima sangre y se sienten intensas contracciones en los músculos de la zona genital, para después relajarse y dar lugar a un placentero estado de relajación.

El orgasmo puede llegar a ser inmensamente distinto respecto a cada sexo: el hombre disfruta, sobre todo al llegar al momento del clímax, pero la mujer disfruta en mayor intensidad durante toda la relación, por tanto hay mujeres que no sólo buscan alcanzar el orgasmo, se conforman con experimentar el sexo.

El orgasmo masculino es aquella situación de placer producida tras el estimulo sexual, en la que el hombre llega al clímax de excitación sexual, finalizando normalmente esta situación con la eyaculación de semen (ya que también puede haber orgasmo sin llegar a eyacular en algunos casos) y la pérdida de erección del pene.

De forma general se dice que el orgasmo del hombre y la eyaculación son lo mismo. Sin embargo, se han realizado estudios donde confirman que el hombre puede tener orgasmo sin eyaculación o viceversa, aunque es común que se dé en forma

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