Sociodrama Sobre El Tabaquismo

GUIÓN:

Martín, un nuevo empleado que llegaba a una de las mejores empresas de la capital “El Cristal”, con una excelente recomendación laboral de la antigua empresa en la que trabajaba. Ya en su nuevo puesto de trabajo, Martín no se imaginaría lo que le pudiese suceder, porque como era un nuevo empleo, era también nuevos compañeros, un nuevo mundo para él. Una vez presentado por su jefe en la empresa, conoce a su primer “amigo” con quién empieza a dialogar:

Rodolfo: - Hola hermano ¿Cómo te llamas?

Martín: - Que tal, soy Martín.

Rodolfo: - ¡Primer día! –no cierto.

Martín: - Así es, recién estoy conociendo esta gran industria.

Rodolfo: - Y hasta ahora que te ha gustado de aquí.

Martín: - Mmm… no lo sé, tendría que conocer esto un poco más para decirte.

Rodolfo: - Bueno. Tengo mucho trabajo. Nos vemos después.

Martín: - Bien, nos vemos luego.

En su primer día, conoció a Rodolfo, una persona que a simple vista daba una buena impresión como trabajador, reflejaba su honestidad en lo que hacía, pero como era un desconocido aún no podía asegurar nada. Paulatinamente, transcurrió una semana. Martín conoce a Natalia, una secretaria de “El Cristal”, a quién miró tan sorprendido como si hubiese aparecido un ángel, tal fue el asombró que no lo pensó dos veces y le dijo:

Martín: - Hola. Mucho gusto. Soy Martín.

Natalia: - Hola, yo soy Natalia. Mmm… tú eres nuevo aquí, ¿Verdad?

Martín: - ¡Sí! aunque ya llevo una semana aquí. Pero yo no te había visto antes.

Natalia: - Ah, sí lo que pasa es que estaba en mis vacaciones.

Martín: - Mmm… con que eso, eh.

Al tiempo que conoció a Natalia, la confianza de Martín con Rodolfo ya era muy amplia, lo cual ella no sabía.

La jornada llegó a su fin, Martín y Rodolfo, se encontraron en la salida.

Rodolfo: - Entonces qué colega, nos vamos.

Martín: - Y a donde vamos?

Rodolfo: - Vamos a esa tienda, quiero un cigarrillo.

Martín: - ¡No!... ¿Tú fumas?

Rodolfo: - Umm… por lo menos una cajetilla diaria.

Martín: - Y… ¿A qué sabe eso?

Rodolfo: - ¿Quieres probar?

Esa fue la primera vez que Martín, probó el sabor del cigarrillo y desde ese entonces cambiaría su vida totalmente tanto en lo profesional como en lo cotidiano.

Al día siguiente, Natalia se encuentra en la empresa con una de sus mejores amigas.

Natalia: - Hola amiga. ¿Y Martín todavía no llega?

Tatiana: - No… yo creo que se quedó dormido.

Natalia: - Pero estoy un poco preocupada.

Tatiana: - ¿Y por qué?

Natalia: - Lo que pasa es que ayer lo vi que se iba con Rodolfo y tú sabes que a él le gusta fumar demasiado.

Tatiana: - ¿Y qué? Martín no fuma.

Natalia: - La verdad no lo sé.

Tatiana: - Pues pregúntale.

Pasaron varios minutos y fue así que Martín llego un poco tarde a “El Cristal”, ya que había amanecido con un dolor de cabeza, debido a los cigarrillos que había fumado el día anterior. Pero Natalia aún no lo sabía hasta que le preguntó:

Natalia: - Martín, quiero preguntarte algo.

Martín: - Claro, ¿Qué será?

Natalia: - Tú ayer te fuiste junto con Rodolfo, ¿Verdad?

Martín: - Sí, ¿Por qué?

Natalia: - ¿Y tú……..?

En

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