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Educación Superior en Colombia

Tomado del “Simposio permanente sobre la universidad” en el sexto

seminario general

Antonio José Rivadeneira Vargas

Ascun, Bogotá 1993

La educación superior en Colombia indudablemente ha tenido su apreciación en la historia, aunque es después de 1950 en que se fundamenta como tal, época en que afloran en cantidad las universidades públicas y privadas del país. Cabe destacar que desde la época de la Colonia ya hay educación superior; recordemos que los hijos de los españoles eran los únicos que tenían derecho a recibir formación profesional y las clases eran dadas de manera tutorial por un profesor que había realizado estudios en Europa; esto perduró hasta finales del siglo XIX, cuando las comunidades religiosas incursionan en Colombia con su programas profesionales, permitiendo el estudio en las esferas de la sociedad de alto nivel, debido a que era una educación privada, tal es el caso de la Universidad Santo Tomás de Aquino, la Universidad Javeriana, el Colegio Mayor del Rosario, la San Buenaventura, entre otras que a finales del siglo XIX e inicios del XX se consolidan como los primeros centros de formación profesional en Colombia (Primeras universidades).

1. Una Década Decisiva para la Universidad Colombiana (1954 -1964)

El período histórico comprendido entre 1954 y 1964 es decisivo para la Universidad colombiana en cuanto durante ese lapso se adoptaron medidas y se crearon Instituciones, que rescataron para la libertad la academia, la ciencia y la cultura, sometidas a dura prueba durante las dictaduras civiles y militares que imperaron en el país entre 1949 y 1958. Jaime Jaramillo Uribe, en su obra ya citada, observa al respecto: La crisis política y social y los fenómenos de crecimiento y transformación demográfica que vivió el país a partir de 1944 afectaron profundamente a la Universidad. En los años de 1948 y 1957 la Universidad Pública fue directamente intervenida por el Gobierno y prácticamente abrogado el Estatuto orgánico que la regía desde 1935. El período se caracteriza, además, por un aumento creciente de universidades privadas que paulatinamente van superando en número de alumnos a las universidades públicas por incapacidad de éstas para dar admisión a los estudiantes que demandan ingreso.

El período fue fecundo en cambios institucionales y en la creación de organismos coordinadores y reguladores de la actividad universitaria. En 1954 se creó el FONDO UNIVERSITARIO NACIONAL, entidad encargada de distribuir los fondos nacionales entre las Universidades Públicas y las privadas auxiliadas por el Estado. Se le atribuyeron también funciones de inspección y vigilancia a los establecimientos de Enseñanza Superior.

En 1957, el Gobierno de la Junta Militar que sucedió al régimen del depuesto General Rojas Pinilla, devolvió a la Universidad Nacional el régimen de semiautonomía, pero en el nuevo Estatuto se introdujeron reformas sin precedentes en la formación de sus órganos de gobierno, particularmente del Consejo Directivo. Este organismo estaría compuesto por representantes del Gobierno (Ministro de Educación y Ministro de Hacienda), de los estudiantes, de los profesores, de los alumnos y de las llamadas corporaciones Académicas y Científicas. Se dio también representación a la Iglesia. Con Algunas modificaciones secundarias, el Estatuto de la Junta Militar mantuvo las disposiciones orgánicas de la Ley 68 de 1935. La Ley 65 de 1963, sancionada por el residente de entonces, Guillermo León Valencia, representó una síntesis de la reforma el 35 y las disposiciones de la Junta Militar.

El Nuevo Estatuto confirmó las normas que daban acceso al Consejo Directivo, a Ia Iglesia y a las Asociaciones Académicas y Científicas. Años antes. En 1957 se había creado la ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE UNIVERSIDADES, entidad que agrupó a las entidades públicas y privadas y en la cual delegó el Gobierno las funciones de inspección vigilancia de la Educación Superior y las que antes correspondían al Fondo Universitario Nacional. La Refoma Constitucional de 1968 recuperó el control y vigilancia de los establecimientos de Educación Superior para el Estado, y para este efecto se creó el INSTITUTO COLOMBIANO PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR (ICFES)

Debe destacarse el hecho de que por Decreto Ley 3386 del 22 de diciembre 1954 el Gobierno creó el Fondo Universitario Nacional, con el objeto de desarrollar una acción integradora entre las Universidades y los profesores especializados y organizar cursos de postgrado a efecto de incrementar la investigación en las Instituciones de Educación Superior. En 1957 hace crisis el sistema dictatorial, cuando la opinión rechaza la decisión del General Rojas Pinilla de mantenerse indefinidamente en el poder.

Hay preocupación entre los Rectores universitarios por el porvenir que le espera a la Educación Superior por cuanto el Gobierno ha designado como Rector de la Universidad Nacional al Ex-ministro de Comunicaciones Coronel Manuel Agudelo. Se considera necesario que la Universidad se integre con todos sus estamentos en la defensa del orden democrático y en el retorno al ejercicio normal de las Instituciones. Surge como promotor de esta idea el Rector de la Universidad de América, Jaime Posada, quien expone el proyecto en un reportaje a la Radio Revista Colombia Literaria y lo amplía luego en la Conferencia que a fines de mayo de 1957 dicta en la Universidad de Medellín, que culmina con la necesidad de convocar a un Congreso Nacional de Rectores que se pronuncie sobre la misión nacional de Universidades en la formación de la cultura, el civismo y la moral del pueblo colombiano sobre la urgencia de dotarlas de recursos suficientes y de determinar los requisitos mínimos que debe reunir toda Institución que aspire a ser Universidad.

En el Volumen I de la HISTORIA DE LA ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE UNIVERSIDADES, su autor José Barrientos Arango, (Gráficas Carman, Bogotá 1983) reproduce en la página 13 este importante testimonio del doctor Fernando Hinestroza, sobre el origen de ASCUN: "El 5 de mayo, domingo de 1957, algunos Rectores de Bogotá: Monseñor José Vicente Castro Silva, Jaime Posada, el padre Ortiz Restrepo, Ricardo Hinestroza Daza, de los que recuerdo en este momento, se reunieron en la vieja casa del Externado en medio de una gran inquietud, una más que inquietud, angustia, frente a la situación que en esos instantes estaba viviendo, más que la Universidad, al país entero. Y el peligro de vida o muerte, más que de las Instituciones en general, fue el máximo aglutinante. Triunfante el movimiento

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