Tratado De Paz Con Un Alma

¿Qué haces cuando te sientes así?, ¿Qué haces cuando sientes que todos se han burlado de ti?, te han visto la cara, jugado una muy mala pasada, ¿Qué pensarías si ya no confías en ti?, ¿Si ya no crees que si o que no?, no puedes, no debes, no creo, no, no, no, no!

Ya no tengo derecho a soñar, ya no puedo creer, no puedo imaginar, me levanto temerosa de hacer algo mal, cometer un error que los pueda lastimar ya no poder crecer, jamás poder volver a ver, ¡todos allá y yo acá! Como siempre tan idiota, creyente, esperanzada, posando confianza y devoción, entrega y pasión, amor y amistad, devoción y lealtad; es esta terrible soledad, el insomnio y las jaquecas, los dolores y tristezas, el llanto y confusión, la duda y arrepentimiento, castigo o penitencia, la tristeza y ardor en la cabeza y corazón, me desconozco por completo… no sé si ser para mí o ser para ellos, ya no se ni quien soy, o lo quesea que soy… pero este es el precio que pago

¿Y tú, me puedes decir por qué pago?

Toda tu vida pensando que tienes todas las respuestas, todo era tan fácil, lo podía ver, ya no… ¿Por qué ya no?

Las noches son largas gracias a la pregunta más formulada: ¿Por qué cambiaste?, ¿Qué te paso?, ciertamente yo también quisiera saber. Todos los días tengo calambres, me duele la cabeza y antes de caer dormida por obligación patológica me repito a mí misma, mañana podré dormir; dos semanas han pasado y esa promesa no la he podido cumplir. Son muchos los remordimientos que le pueden causar a una sola persona; el haberlo hecho, el no haberlo hecho, el querer hacerlo y el no poder hacerlo, ¿Cuánto tiempo más podré aguantar?, ¿Cuándo mi cabeza va a explotar y mi lengua se va a soltar?, ¿Qué día tendré el valor de decir la verdad? Y cuánto tiempo pasará para poder volver a verme?

Me extraño mucho, realmente me extraño, verme al espejo y sentir algo por mí, salir a la calle y regodearme al caminar por que sabía perfectamente quien era yo: yo era el amor más grande que pude haber tenido, jamás me había conocido así, feliz, hermosa, poderosa, completa y satisfecha en todos los aspectos, despreocupada y tranquila, una perra maldita, cabrona de nacimiento, manipuladora y seductora de profesión, la mejor en lo que hacía y nadie lo podía negar, la más popular, con el amor de mi vida, mi pasión, nada me podía ganar porque sabía que al llegar la mañana de un nuevo día alguien me iba a necesitar, nadie es indispensable, eso me decían…con migo nunca aplicaba, hasta el último momento me necesitaron de mí, toda mi reputación bañada en mil y un historias fantásticas, desde mi provenir, hasta mi futuro y final, mil esperanzas posadas en una sola persona.

Oh, mi reputación esta algo manchada, es por eso que duermo con un solo ojo abierto, pero ese es el precio que pago…

Espero

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