¿por Qué A Mi?

¿POR QUÉ A MÍ?

Diario de un condenado

Víctor Hugo Rascón Banda

El libro que a continuación expongo es un libro escrito por un chihuahuense de gran prestigio, el señor Víctor Hugo Rascón Banda, originario orgullosamente de la Sierra Tarahumara, Uruáchic; maestro normalista, maestro de lengua y literatura española, abogado y en algún tiempo alto ejecutivo en el sistema bancario. Dramaturgo, narrador y promotor de leyes políticas culturales.

¿Por qué elegí leer este libro? Al tenerlo entre mis manos no me llamó la atención, pues la portada no de mí agrado y el título mucho menos. Confieso que era el único libro con el que contaba en el momento por lo cual inicie leyendo el primer capítulo titulado “¿por qué a mí?”; con esto tuve para continuar leyéndolo hasta el final.

Se narra un testimonio personal sobre la experiencia de luchar contra un tipo de cáncer: leucemia linfocitico crónica. Esta enfermedad es probabilísticamente escasa, según el autor solo la adquieren dos de cada cien mil personas, de ahí el título del libro. El escritor es dramaturgo y abogado, a lo largo del libro narra sus emociones y sentimientos al conocer su diagnóstico y transitar por el tratamiento y hospitalización, así como las tribulaciones económicas y el apoyo de sus múltiples amigos y familiares. Nos damos cuenta cuales han sido las lecciones y conclusiones a las que ha llegado como consecuencia de vivir esta experiencia. En su caso la escritura fue una especie de terapia ocupacional y el periodo de hospitalización fue fructífero en este sentido, ya que escribió obras de teatro, guiones de cine y novelas. También se dedicó a leer y estar enterado del acontecer nacional y mundial. Recibió un nombramiento internacional importante mientras estuvo hospitalizado. En mi caso lo que me pareció más interesante de este libro es la serie de recuentos que hace acerca de los libros que leyó para enterarse de qué es el cáncer, porqué nos enfermamos y cómo enfrentarse anímicamente a todo esto, por ejemplo menciona a los autores Susan Sontang, William Styron y Marguerite Duras. También se nota que fue escrito honestamente, sin reparar en diplomacias: por ejemplo narra el caso de las enfermeras sustitutas que no están debidamente capacitadas, así como anécdotas acerca de alguna familiar que se quedó dormida y roncaba, o de cómo sus amigos escritores que lo visitaban tienen una versión diferente a la suya en cuanto a una plática sobre religión que tuvieron. Sin embargo en mi opinión personal, este libro puede ser prescindible. Incluso deja un mal sabor de boca a quienes no tienen tantos recursos e influencias políticas como él para enfrentarse a este tipo de enfermedades, lo cual queda claro al mencionar las propiedades que tuvo que vender y las diligencias que efectuó su

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