LEYES DE LA TERMODINÁMICA (PELÍCULA)

La película narra la fascinante vida de un físico prometedor llamado Manel, quien lleva una vida totalmente normal, excepto por una cosa: él es capaz de relacionar las leyes de la termodinámica con su propia vida y durante el desarrollo de la película él, y algunos otros físicos, explican de diferente manera los sucesos cotidianos y les dan una razón científica, desde cómo funciona la atracción de dos cuerpos, en qué intensidad se da, explicándonos que no siempre se va a sentir la misma entre ellos, la gravedad y que no es el único factor que afecta las reacciones de un cuerpo.

Esta película resulta bastante interesante para personas que buscan aprender y comprender más de la física moderna, pues explica de manera sencilla y con ejemplos lo que son distintos fenómenos físicos- químicos. Me resulto cautivador el hecho de haber entendido que es la entropía en una película que al principio no llamaba en absoluto mi atención.  

En cuanto a las Leyes de la Termodinámica, me apasionó cómo el autor de la película las romantizó y su capacidad de narración fue extraordinaria. Me ayudo a comprenderlas de tal manera que ahora puedo decir las Leyes sin problema alguno.

Sin embargo, debo admitir que hubo un punto en el cuál sentí mi cabeza llena de información y muchos datos pudieron escaparse.

La película describe a cada individuo como un sistema, comparándolos con un universo, lo cual creo que es muy cierto, ya que todos somos diferentes y reaccionamos de manera muy peculiar a eventos de la vida cotidiana.

Algo que llamo mi atención total, fue la Primera Ley: entiendo que la energía siempre estará ahí, no se creará ni se destruirá, sólo se transformará, relacionándolo con el amor, lo cual al principio me pareció un poco cursi, pero con el desarrollo lo fui comprendiendo. En la Segunda Ley se explica que la energía es transformable, sí, pero siempre se va a dar en diferente cantidad según la situación en la que se encuentre: explicando así la entropía  y su disminución en el universo, dejando como resultado una energía inútil. La Tercera Ley fue la que me impactó de manera total, en ella se explica que la energía no puede ser nunca cero y aplicándolo en la película con el amor que alguna vez fue total, siempre quedará el cariño.

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