La Era Del Sexo Rudo

Consiste en la libertad de emitir opinión e informar acontecimientos a terceros, sin censura previa y por cualquier medio idóneo destinado al efecto” (Derecho a la honra como límite a libertad de expresión hasta el momento de la acusación penal, Revista de derecho PUCV, 2011)

El lunes ocho de julio el programa de Canal 13 “En su propia trampa” debió emitir un capítulo sobre un falso sacerdote. El espacio, parte del área de entretención del canal de Luksic, venía dando reiteradamente publicidad sobre lo que se mostraría. Sin embargo, se emitió el caso de un falso epiléptico que pedía dinero en la calle aprovechándose de su falsa condición.

¿Qué pasó? Luis García Cabello, el supuesto falso sacerdote del caso de “En su propia trampa”, presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones y el capitulo no pudo ser emitido.

El texto de escrito por María Fernanda Fuentes sobre la honra y la libertad de información describe un caso: “El día 16 de enero del año 2004, fue conocida públicamente la querella presentada por el Sename en contra del sacerdote Aquiles Altamirano y Huberto Oliveros Guzmán, auxiliar de un colegio católico, por el supuesto delito de abuso sexual cometido en contra de una alumna de 12 años del mismo establecimiento” (Derecho a la honra como límite a libertad de expresión hasta el momento de la acusación penal, Revista de derecho PUCV, 2011). Sin embargo, el caso no perduró por falta de pruebas. Pero la sola acusación de abuso sexual causó en los círculos de estos sujetos un rechazo generalizado ayudado por la exposición del caso en los medios de comunicación. Lo anterior atribuyó a los acusados una condición de vulnerabilidad frente a terceros y terminó por afectar su honra.

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