Megamente

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¿Porque son malas las personas? ¿Nacieron así? ¿Hay acaso algo como un gen “malo”? Creo que hay demasiadas razones y demasiadas respuestas, tantas que no conozco y aunque lo hiciera no podría resumir en este ensayo.

Creo que Megamente, una de mis películas favoritas, a pesar de ser una película infantil pregunta a su audiencia, ¿Qué hace un verdadero héroe? Pero yo quiero concentrarme en otro de sus temas, específicamente en el arco de su personaje principal hasta convertirse en “Megamente, increíblemente atractivo, genio criminal, y maestro de la villanía” – Megamente.

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El director de Megamente, Tom McGrath es un animador, actor de voz y director nacido en Washington, con su carrera basándose en la actuación de voz en películas animadas con una que otra serie de por medio, y por supuesto sus ocasionales trabajos como director o animador de las mismas.

Antes de trabajar como director en Megamente, también dirigió Madagascar y Madagascar 2, por el mismo estudio, hasta el 2008 cuando empezaría a trabajar en Megamente, la cual estrenaría en cines durante diciembre del 2010, al menos aquí en México.

La película está lejos de ser perfecta, resalta lo increíblemente lento que resulta el ritmo de la película durante el primer cuarto de esta, entre otros problemas, pero realmente me gusta el arco de personaje que tiene Megamente, veras, Megamente creció en prisión, siendo criado por criminales quienes le ensenaron como pensar, cómo comportarse, y básicamente todo lo que sabía, hasta que fue enviado al “Colegio para Niños Excepcionales” después de que los guardias notaran sus invenciones (que usaba para la villanía).

Al llegar a este colegio Megamente solo tenía dos preguntas ¿Quién soy?, y  ¿Cuál es mi destino?, pero las cosas no fueron muy bien para el, apenas llego y los demás ya tenían una mala impresión de él, después de todo se veía tan diferente a los demás, los demás niños no le dieron una oportunidad, simplemente lo excluyeron sin llegar a conocerlo, entonces Megamente empezó a buscar el crear una oportunidad para que los demás se animaran a conocerlo y llegaran a incluirlo, y la busco en la forma de impresionarlos, esta idea llego cuando observo a quien se convertiría en Metroman, con sus superpoderes y extraordinarias habilidades Metroman no tenía que esforzarse, los demás simplemente lo admiraban y aceptaban, Megamente puede no tener habilidades extraordinarias, pero podía fácilmente replicarlas con sus invenciones, o al menos eso intento.

Invencion fallida tras invención fallida sumada a la ya negativa forma en la que sus compañeros lo veían, terminaron por excluirlo aún más, si es que eso era posible, lo que es más, ahora era oficialmente el chico “malo” de la clase, la cosa es que el no era “malo” realmente, la mayoría de las cosas que hicieron que los demás lo clasificaran como “malo” eran errores o simplemente malentendidos, pero nadie se molestaba por prestarle atención, mucho menos atención suficiente para escuchar, eso lo hirió, y también causo que resintiera a Metroman.

Lo que Megamente inventaba Metroman lo hacía por arte de magia, y aun mejor, en lo que Megamente fallaba Metroman ya era perfecto por naturaleza, así que llego a una conclusión, el no podía ser bueno, simplemente era incapaz de eso, ese rol estaba

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reservado para las personas realmente extraordinarias, para Metroman, para lo que si era bueno era para ser malo, así que si la gente pensaba que era malo, realmente iba a ser malo, y si Metroman era el más grande héroe, entonces él lo derrotaría y seria el mayor villano.

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