Megamente resumen

Megamente resumen

Una amenaza inminente de un agujero negro provoca que dos niños de ocho días de nacidos de planetas distintos sean enviados a la tierra por sus padres, salvándolos así de su desaparición.  

Mientras uno de los niños aterrizó a una vida llena de lujos, al otro le espera un futuro distinto en una prisión para criminales superdotados, quienes lo adoptan y le enseñan lo que era bueno y lo que era malo de acuerdo a sus patrones de conducta.   Años después y con sentencia reducida por buen comportamiento se le permite ir a la escuela.

Pobre  niño;  era raro, le llamaremos cabeza grande, por su enorme  cabeza  en forma de foco color azul, delgado como un fideo e inmensos ojos color verde.  En la escuela se encontró al otro niño enviado a la tierra, que contrario a él,  ya había hecho muchos admiradores a causa de su apariencia, súper visión y súper fuerza y obviamente admirable conducta.    El pequeño azul tenía algo distinto: su increíble intelecto y talento para crear obras de caos. Sin importar lo que hiciera siempre fue el discriminado, el marginado, el castigado  por todo, al que escogían  al final.  Un día,  en medio de su desánimo y aburrimiento, el niño cabeza grande, descubrió que ser malo era para lo que sí era bueno, entonces decidió que sería el chico más malo de todo el mundo… y así comenzó una carrera larga, épica, y duradera. Y le encantó. Siempre enfrentado al niño que lo tenía todo, incluso un adorable mechón de cabello rubio en forma de copete.   Cabeza grande adoptó el nombre de Megamente y su adversario decidió llamarse Metromán, defensor de Metrociudad.

Después de muchos años de hacer maldades en Metrociudad, el lugar donde vivía, Megamente es encarcelado y sentenciado a 85 cadenas perpetuas, sin embargo siempre lograba escapar.

Un día en el que homenajeaban  a Metromán, Megamente  logra escapar de prisión con ayuda de su fiel servil, su fantástico pez travieso, quien había raptado a Roxanne Ritchie  minutos antes.   Roxanne era periodista y por supuesto una eterna admiradora de Metromán,  ella cubría las principales noticias de la ciudad y ese día debía estar presente.   Ella, como todos, despreciaban a Megamente por su incansable guerra contra Metromán y por ser siempre una amenaza en la ciudad.  Este era un plan perfecto.  Por socorrer a Roxanne, como siempre, Metromán cae directo en la trampa de Megamente llegando a un observatorio abandonado reforzado con cobre, el metal que supuestamente  anulaba sus poderes, es lo que Metromán declara como sus últimas palabras cuando estaba atrapado, así, después de caer el rayo letal recalentado al domo,  Metromán muere y toda la ciudad es testigo de ésto. Megamente había ganado por primera vez una batalla con su oponente.  La ciudad era suya.

Después de algún tiempo, Megamente empieza a sentirse solo, sin propósitos, sin aspiraciones, para qué portarse mal sino estaba el bien que se lo impida…

Al darse cuenta que lo extrañaba, Megamente decide hacer explotar el museo donde se levanta la figura de Metromán no sin antes dedicarle unas palabras.  En ese preciso instante Roxanne Ritchie, estaba reportando desde el mismo museo, se da cuenta de que había alguien más en el museo, corre para saber y megamente al verse ridículo en pijama, con su arma deshidratadora toma la forma de Bernard un trabajador del museo y habla con Roxanne. Después de una corta y muy inspiradora conversación llega a la conclusión de que los héroes no nacen, se hacen: con fuerza, valentía, determinación y una pizca de ADN.  Era una idea tremendamente buena para hacerle un gran bien al mal.  Salva a Roxanne de la explosión y continúa con su nuevo propósito.

Una vez encontrado el ADN en la caspa de una de las capas de Metromán, la fórmula estaba lista y solo faltaba encontrar a un individuo apto que ponga el bien común del otro sobre el suyo, un hombre capaz de ser el nuevo héroe de Metrociudad.

Hall Stewart, un camarógrafo que ayuda a Roxanne, a quien por accidente se le otorgan los poderes de Metromán, es convencido por su padre espacial, que no era otro más que Megamente disfrazado,  de entrenar para ser el nuevo héroe de Metrociudad.

Bernard –el trabajador del museo- quien ahora es en realidad Megamente disfrazado, tiene citas con Roxanne y termina enamorado de ella,  descubriendo en él sentimientos buenos y altruistas. El supuesto Bernard y Roxanne, quieren enfrentar la maldad de Megamente.   Esta situación pone en aprietos a Megamente.   Roxanne logra que Megamente limpie la ciudad y devuelva los importantes cuadros del museo, a causa de eso la ciudad toma vida nuevamente y la gente puede salir de sus casas, regresa la tranquilidad.

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