Película "Una mujer fantástica"

Una mujer fantástica

Por: Gianella Francia

La película “Una mujer fantástica” trata acerca de Marina, una mujer transgénero cuyo novio muere en el hospital y tiene que vivir varias situaciones difíciles por ser transexual luego de aquel suceso. Según la Teoría de la Interacción Simbólica, el concepto de uno mismo tiene una consecuencia directa en la creación del Yo. En el caso de Marina, su nombre de nacimiento era Daniel, pero no se sentía identificado con «él» en lo absoluto. Por ello, había tomado la decisión de ser quién verdaderamente era y cada vez que alguien le preguntaba su nombre o datos personales, siempre decía: «Yo soy Marina». La concepción que tenía de sí mismo era femenina, por lo tanto, la creación de su Yo era en base a ser mujer. Una escena que lo muestra es cuando Marina estaba caminando por la calle y unos señores llevaban un gran espejo y la cámara enfoca el reflejo del rostro y cuerpo de Marina. No hay necesidad de diálogos, solo con ver su expresión es suficiente para saber que lo que estaba pensando era “Sí, yo soy una mujer”. También, a este momento también se incorpora otro concepto: el Yo se refiere a la capacidad de reflexionar sobre nosotros mismos a partir de cómo los otros nos ven. La escena mencionada se da por las últimas partes de la película, luego de que la expareja de Orlando, le dijera: «Cuando te veo, no sé qué veo. Eres una quimera», y que el hijo de Orlando, junto con otros chicos, la insultaran y la metieran en el auto para luego botarla en un lugar silencioso.

Asimismo, el Yo permite que nos miremos desde el punto de vista de cómo los otros nos ven, si esa mirada es aprobatoria o desaprobatoria. El Yo-espejo de Marina sabía que la mirada que los otros le daban no era aprobatoria. Y, siguiendo las tres etapas del Yo-espejo de West y Turner, si Marina imaginaba cómo la veían, sabía que esa mirada era negativa, y se sentía mal por ello. Pero, ya no era solo ‘imaginarlo’, era parte de su realidad día a día. Marina se daba cuenta cuando la juzgaban con solo ver su aspecto físico y sabía que más allá de todos los que la rechazaban, los que no lo hacían no tenían idea de cómo tratarla. Esto se demuestra cuando le estaban realizando el examen médico, y el doctor pregunta a la oficial en susurros «¿Cómo debería de llamarlo?». 

También, según la Interacción Simbólica, el Yo tiene una influencia directa en nuestro comportamiento. Marina compraba ropa de mujer, iba a que le hagan manicure entre otras cosas, pero la escena que mejor representa este concepto es cuando fallece Orlando y va a al baño a llorar. La cámara da un especial énfasis al símbolo femenino (♀) de la puerta del baño antes de que ingrese Marina. En ese momento donde sentía mucho dolor y estaba confundida por la rapidez en que sucedieron las cosas, Marina ingresó al baño de mujeres. Pero, ella ni siquiera pensó en eso, solo entró y punto; su comportamiento inconsciente era el de cualquier mujer porque, simplemente, su Yo era mujer. Asimismo, según el IS, el Yo va elaborando la conducta a partir de acciones y reacciones concretas. Marina no respondía cada vez que alguien la trataba mal por ser transexual, así fue con el policía, la expareja de Orlando y el primer encuentro con su hijo. No les dijo nada parecido a ellos, solo se quedaba callada y luego desquitaba su ira golpeando algo o yendo a alguna discoteca y es que, si ella respondía algo, iba a ser aún más rechazada y discriminada. Aunque felizmente eso cambia al final de la película, ya que saltó encima

...