ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Pequeña comedia

Informe16 de Enero de 2014

2.426 Palabras (10 Páginas)322 Visitas

Página 1 de 10

Pequeña comedia, donde unas nutritivas,

pero poco aceptadas espinacas juegan un papel vital,

llevando a la protagonista a un encuentro con el placer.

AL ABRIRSE EL TELON:

Vemos a Rodolfo sentado a la cabecera de la mesa, vestido con camisa

y corbata, su saco está sobre el respaldo de la silla.

Brenda vestida con pantalón y blusa blanca está sentada a un lado, teniendo a su espalda “la cocina”.

EL AMBIENTE ES TENSO

RODOLFO DA LA PRIMERA CUCHARADA A LA SOPA

RODOLFO: ¡Uta madre... ya me queme!

BRENDA: (SARCÁSTICA) ¿Esta caliente?

RODOLFO: ¡Hirviendo! (SABOREA) y salada.

BRENDA: Y bien salada, porque con esta, ya son tres las recalentadas que le doy.

RODOLFO: ¿Me estas culpando porque llegue tarde?

BRENDA HACE UN MOVIMIENTO LEVE DE CABEZA

ACOMPAÑADO DE UN GESTO DE INDIFERENCIA

RODOLFO: Para tu conocimiento, me quede a grabar un comercial

para el día de la madre.

BRENDA: Eso te hace falta.

RODOLFO: ¡¿Qué?!

BRENDA: Trabajar más, porque ya no me alcanza el dinero.

RODOLFO: ¡Dinero, dinero! No jodas con eso... (LE DA EL PLATO CON SOPA) ... y mejor sírveme lo que sigue ¿sí?

BRENDA LLEVA EL PLATO A LA COCINA Y REGRESA

CON LAS ESPINACAS, SE LAS PONE EN LA MESA

RODOLFO: (ASOMBRADO) ¿Qué es esta cosa verde?

BRENDA: (SENTÁNDOSE) Son espinacas, nutritivas y muy (ENFATIZAR) buenas.

RODOLFO: ¡Buenas!, ¿Qué cosa buena te puede pasar por las espinacas? (MUEVE CON LA CUCHARA LAS ESPINACAS) Nutritivas, eso sí, para vacas, burros y bueyes. (REMUEVE LAS ESPINACAS CON ASCO) A mí dame de comer comida... ¡ no pastura!

BRENDA: ¿Comida?... ¿Cómo qué?

RODOLFO: No sé... un bistec... o...

BRENDA: (LE ARREBATA LA PALABRA) ¡Carne!... ¿Sabes cuánto cuesta el kilo?

RODOLFO: ¡No!. ( A LA DEFENSIVA) Pero si no te alcanza el gasto,

es porque compras pendejada y media; Que el tóper, el avón,

el fúler...

BRENDA: ( LE ARREBATA LA PALABRA)... El pasaje de los niños,

tu cerveza para el partido del domingo, tu coca de dieta (IRÓNICA) por que el señor no toma agua de sabor...

( CASI GRITANDO) ¡ Y todo eso con trescientos pinches pesos

a la semana!

RODOLFO: Si no te doy más, es... ¡Por los impuestos! ¿Sabes cuánto

nos está chingando el gobierno en impuestos?

BRENDA: Los impuestos, los impuestos... ¡ La cantina qué!

RODOLFO: ¡Bonita fregadera; Ahora también me recriminas un poco de diversión!

BRENDA: ¡Claro! , Tú sí puedes divertirte... ¿Y nosotros qué?

(SE LEVANTA Y SE ACERCA) Huéleme, huéleme...

RODOLFO: ( LA HUELE) ¿Qué?, Hueles a cochambre.

BRENDA: ¡Pendejo!, huelo a humedad, a guardado ( SE SIENTA)

Pero a ti vale, crees que con darnos para medio tragar y un taparrabos es suficiente, ¿no?

RODOLFO: No... pero...

BRENDA: Ya olvídalo y come ( SE LEVANTA Y LLEVA SU PLATO CON

SOPA A LA COCINA)

RODOLFO REMUEVE LAS ESPINACAS CON ASCO

BRENDA REGRESA Y SE SIENTA

RODOLFO: ¿No vas a comer?

BRENDA: No. ( MOLESTA) Se me fue el apetito.

RODOLFO: (PRUEBA LAS ESPINACAS) ¡Me lleva! La sopa hirviendo,

y esto... (AVIENTA LA CUCHARA DENTRO DEL PLATO)

¡Cómo nalgas de muerto!

BRENDA: (MOLESTA) ¿Por qué no te vas a la cantina? Allá te sirven

lo que te gusta... ¿o no?

RODOLFO: Pues sí (SE LEVANTA Y AL HACERLO LE AVIENTA LAS

ESPINACAS EN LA BLUSA Y SALE)

BRENDA: (INCRÉDULA SE MIRA LA BLUSA) ¡Hijo de su...!

NO TERMINA LA FRASE, UN LLANTO IMPREGNADO DE CORAJE

LA INVADE, SE LEVANTA, VA A LA “COCINA” POR UN TRAPO, REGRESA Y SE SIENTA EN SU MISMO LUGAR, SE COLOCA EN POSICIÓN ABIERTA, EMPIEZA A LIMPIARSE LA BLUSA.

PRIMERO CON MOVIMIENTOS SUAVES, QUE IRÁN CRECIENDO

EN INTENSIDAD, HASTA LLEGAR AL CORAJE.

MIENTRAS SE LIMPIA, CON UNA VOZ QUE REFLAJA ODIO.

¡Estúpido... estúpido... estúpido... estúpido.

LLORA, CRUZA LOS BRAZOS SOBRE SU VIENTRE Y SE AGACHA,

SOLLOZA DE MAYOR A SILENCIO.

PAUSA

SE INCORPORA, ENJUGÁNDOSE LAS LAGRIMAS, MIRA LA MESA,

PONE EL BRAZO EXTENDIDO AL INICIO DE LA MESA Y “BARRE”

CON TODO LO QUE HAY SOBRE ELLA.

MIENTRAS LO HACE, LANZA UN GRITO DE IMPOTENCIA

(DE MAYOR A MENOR INTENSIDAD)

QUE TERMINA AL LLEGAR AL FINAL DE LA MESA.

OSCURO

LUZ A OTRA PARTE DEL ESCENARIO, SOBRE UNA BANCA.

BRENDA ENTRA CAMINANDO A PASO LENTO Y SE SIENTA.

HÉCTOR ENTRA, PASA FRENTE A BRENDA, SE DETIENE,

LA VE Y LE PREGUNTA.

HÉCTOR: ¿Brenda?... Brenda López...

BRENDA: Sí... y... ¿Usted?

HÉCTOR: Soy Héctor, el flaco (SE SIENTA) no es posible...

¿En verdad no me recuerdas?

BRENDA LE ESCUDRIÑA EL ROSTRO

HÉCTOR: En la prepa...

BRENDA. En la prepa... ¡sí claro!... ya me acorde.

HÉCTOR: ¿Acaso cambié mucho?

BRENDA: No, no... bueno, no mucho

(A MANERA DE DISCULPA) es que ando en las nubes.

HÉCTOR: (LE TOCA LA MANCHA) ¿Qué te paso?

BRENDA: (CON DESPRECIO) Un baboso.

(TRANSICIÓN A ALEGRE) ¿A quien más has visto?...

me refiero a los amigos de la prepa.

HÉCTOR: (HACE MEMORIA) ¿Te acuerdas de la Machorro?

BRENDA: ¿Machorro... ?, ¡Ah,sí!... la flaquita.

HÉCTOR: (VOZ TRISTE) Murió, la pobre tenía leucemia.

BRENDA. En paz descanse.

HÉCTOR: A la que vi hace poco fue a Gloria.

BRENDA: ¿Gloria Pérez?... (TONO SOLEMNE, PERO CON AIRE DE MOFA) o la distinguida exprimera dama de la ciudad, esposa de nuestro expresidente municipal.

HÉCTOR: (MISMO TONO) A la distinguida exprimera dama de la ciudad. (VOZ NORMAL) Hasta le pedí chamba, tú.

BRENDA: ¡Ah, sí! ¿Y qué paso?

HÉCTOR: Lo de siempre: La tarjetita, y ve a ver a fulano, y ve a ver

a mengano, y puras vueltas.

BRENDA: No me digas, pero si fue querida de tu hermano.

HÉCTOR: Ya ves, a esas alturas les da amnesia.

BRENDA: Pues a mí me trato muy bien. Fíjate que le pedí apoyo con unos lentes para mi hijo, y sin tanto problema me ayudo.

HÉCTOR: Conmigo se desquito de lo que le hizo mi hermano.

BRENDA: No, no creo. Gloria es buena gente, y si no te pudo ayudar...

(TONO MOLESTO) fue porque no pudo, y ya.

HÉCTOR: Oye, oye, no te enojes; Además, ya paso.

BRENDA: Tienes razón, me la tome muy a pecho, discúlpame, no fue

mi intención.

HÉCTOR: Ay, no te fijes, no soy sentido.

BRENDA: Gracias. Oye, Héctor ¿A qué te dedicas?

HÉCTOR LE DA UNA TARJETA

BRENDA: (LA LEE) Héctor Gómez, Abogado.

(LEE PARA SÍ MISMA) mmm.

Y vives por aquí cerca.

HÉCTOR: Sí, a la vuelta. ¿Y tú?

BRENDA: ¿Yo qué?

HÉCTOR: ¿Dónde vives?

BRENDA: ¡Ah, donde vivo!, A la vuelta, pero de este lado.

Que casualidad, ¿no?

HÉCTOR: Una casualidad muy agradable.

BRENDA: (SE AGARRA LA MANCHA) Agradable... ¿Con esta mancha?

(SE AGACHA Y SOLLOZA)

HÉCTOR LA MIRA, NO SABE QUE HACER, LE PASA EL BRAZO

POR EL HOMBRO Y TRATA DE CONSOLARLA.

HÉCTOR: ¡Una mancha!, Pensé que así era la blusa.

BRENDA AUMENTA LA INTENSIDAD DE LOS SOLLOZOS

HÉCTOR: Ay, Brenda, una mancha de quien sabe qué, no merece una lagrima tuya.

BRENDA: (SE INCORPORA) ¡Espinacas!, ¡La mancha es de espinacas!

SE LEVANTA Y AVANZA TRES PASOS

HÉCTOR: Si tanto te molesta ¿Por qué no vas a tu casa y la lavas?

BRENDA: (MOLESTA) ¡No!

HÉCTOR: (AVANCIA HACIA ELLA) Entonces vamos a la mía.

BRENDA: ¡No, cómo crees! ¿Que va a decir tu esposa?

HÉCTOR: Nada... Nadie va a decir nada... Porque no tengo.

BRENDA: ¿No te casaste?

HÉCTOR: Sí, si, me casé. ¿Y con quién crees?

BRENDA: (PIENSA)... Ni idea.

HÉCTOR: Con Guadalupe Escamilla... ¿Sí te acuerdas de ella?

BRENDA: Lupe Escamilla... ¡Cómo no!... La jefa de grupo.

HÉCTOR: Esa mera

BRENDA: ¿Y por qué se divorciaron?

HÉCTOR ESBOSA UNA SONRISA

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (17 Kb)
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com