CONCEPTO DE ECONOMIA
19711106Síntesis15 de Octubre de 2014
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CONCEPTO DE ECONOMIA:
EKONOS: CASA
GNOMOS: CONOCIMIENTO
La economía puede enmarcarse dentro del grupo de ciencias sociales ya que se dedica al estudio de los procedimientos productivos y de intercambio, y al análisis del consumo de bienes (productos) y servicios. El vocablo proviene del griego y significa “administración de una casa o familia”.
En 1932, el británico Lionel Robbins aportó otra definición sobre la ciencia económica, al considerarla como la rama que analiza cómo los seres humanos satisfacen sus necesidades ilimitadas con recursos escasos que tienen diferentes usos. Cuando un hombre decide utilizar un recurso para la producción de cierto bien o servicio, asume el coste de no poder usarlo para la producción de otro distinto. A esto se lo denomina coste de oportunidad. La función de la economía es aportar criterios racionales para que la asignación de recursos sea lo más eficiente posible.
En conclusión es la ciencia que estudia las relaciones sociales que tienen que ver con los procesos de producción, intercambio, distribución de bienes y servicios.
La moneda no circulaba en la época de edad media, se les pagaba con especias, como la sal.
EPOCA PRIMITIVA:
ECONOMIA: -PARASITARIA
-DEPREDADORA
INSTRUMENTO DE TRABAJO: Producción-cazadores-recolectores
EN ORDEN: RECOLECCION, LA CAZA, PESCA, GANADERIA Y AGRICULTURA
SUPERVIVENCIA: no hay producción las actividades son las que existen en ese momento
DESCUBRIMIENTO IMPORTANTE: El fuego
PALEOLITICO
El Paleolítico significa etimológicamente piedra antigua, término creado por el arqueólogo John Lubbock en 1865 . Es el período más largo de la historia del ser humano (de hecho abarca un 99% de la misma) y se extiende desde hace unos 2,85 millones de años (en África)1 hasta hace unos 10.000 años, denominada así porque la elaboración de utensilios líticos ha servido a los arqueólogos para caracterizarla, Aunque esta etapa se identifica con el uso de útiles de piedra tallada, también se utilizaron otras materias primas orgánicas para construir diversos artefactos: hueso, asta, madera, cuero, fibras vegetales, etc. Durante la mayor parte del Paleolítico inferior las herramientas líticas eran gruesas, pesadas, toscas y difíciles de manejar, pero a lo largo del tiempo fueron haciéndose cada vez más ligeras, pequeñas y eficientes. El hombre del Paleolítico era nómada, es decir, su vida estaba caracterizada por un desplazamiento continuo o periódico (estacional).
El mesolítico (era cuaternaria)
De vuelta de la caza. Reconstitución de una escena correspondiente al mesolítico.
Hace unos 20.000 años, durante la cuarta y última glaciación de la Era Cuaternaria, el hombre vagaba por la Tierra en busca de caza y recolectando frutos allí donde los hallaba.
Cuando un grupo humano llegaba a una zona rica en caza o en vegetación comestible, establecía campamentos temporales hasta agotar los recursos, pero algunos se encontraron con parajes especialmente fértiles, hasta el punto de que se regeneraban antes de ser agotados, de modo que poco a poco fueron surgiendo campamentos estables o poblados dedicados a la caza y la recolección. Así fue como el hombre se hizo sedentario.
La vida en poblados estables supuso un cambio cultural importante. Se abre así una última fase del Periodo Paleolíticoconocida como Mesolítico. La cultura mesolítica solo empezó a ser representativa desde hace unos 12.000 años, momento en el que se considera que empieza el último periodo de la Era Cuaternaria: el Holoceno. De esta época se conservan poblados palestinos con cabañas circulares semisubterráneas de madera, adobe y piedra.
En el noveno milenio terminó la cuarta glaciación. La cultura mesolítica se extendió desde Palestina hasta Siria siguiendo la fértil media luna (extensa faja de tierra entre el mar Mediterráneo por el oeste y el actual golfo Pérsico por el este). Mientras el noreste de África permaneció en estado mesolítico durante varios milenios, en el Oriente Próximo se produjeron cambios relativamente rápidos.
NEOLITICO
El Neolítico (Edad de piedra reciente) —por contraposición al Paleolítico (Edad de piedra antigua)— es uno de los periodos en que se considera dividida la Edad de Piedra. El término fue acuñado por John Lubbock en su obra de 1865 que lleva por título Prehistoric Times.
Proviene del griego νέος, néos: ‘nuevo’; λίθος, líthos: ‘piedra’. Inicialmente se le dio este nombre en razón de los hallazgos de herramientas de piedra pulimentada que parecían acompañar al desarrollo y expansión de la agricultura. Hoy en día se define el Neolítico precisamente en razón del conocimiento y uso de la agricultura o de la ganadería.
La Edad Antigua es la época histórica que coincide con el surgimiento y desarrollo de las primeras civilizaciones o civilizaciones antiguas.
El concepto más tradicional de historia antigua presta atención a la invención de la escritura, que convencionalmente la historiografía ha considerado el hito que permite marcar el final de la Prehistoria y el comienzo de la Historia, dada la primacía que otorga a las fuentes escritas frente a la cultura material, que estudia con su propio método la arqueología. Otras orientaciones procuran atender al sistema social o el nivel técnico. Recientemente, los estudios de genética de poblaciones basados en distintas técnicas de análisis comparativo de ADN y los estudios de antropología lingüística están llegando a reconstruir de un modo cada vez más preciso las migraciones antiguas y su herencia en las poblaciones actuales.1
Sea cual fuere el criterio empleado, coincide que en tiempo y lugar unos y otros procesos cristalizaron en el inicio de la vida urbana (ciudades muy superiores en tamaño y diferentes en función a las aldeas neolíticas), la aparición del poder político (palacios, reyes), de las religiones organizadas (templos, sacerdotes), una compleja estratificación social, esfuerzos colectivos de gran envergadura que exigen prestaciones de trabajo obligatorio e impuestos, y el comercio de larga distancia (todo lo que se ha venido en llamar «revolución urbana»);2 nivel de desarrollo social que por primera vez se alcanzó en la Sumeria del IV milenio a. C., espacio propicio para la constitución de las primeras ciudades-estado competitivas a partir del sustrato neolítico que llevaba ya cuatro milenios desarrollándose en el «Creciente fértil».3 A partir de ellas, y de sucesivos contactos (tanto pacíficos como invasiones) de pueblos vecinos (culturas sedentario-agrícolas o nómada-ganaderas que se nombran tradicionalmente con términos de validez cuestionada, más propios de familias lingüísticas que de razas humanas: semitas, camitas, indoeuropeos, etc.), se fueron conformando los primeros estados de gran extensión territorial, hasta alcanzar el tamaño de imperios multinacionales.
Procesos similares tuvieron lugar en diversos momentos según el área geográfica (sucesivamente Mesopotamia, el valle del Nilo, el subcontinente indio, China, la cuenca del Mediterráneo, la América precolombina y el resto de Europa, Asia y África); en algunas zonas especialmente aisladas, algunos pueblos cazadores-recolectores actuales aún no habrían abandonado la prehistoria mientras que otros entraron violentamente en la edad moderna o contemporánea de la mano de las colonizaciones del siglo XVI al XIX.
Los pueblos cronológicamente contemporáneos a la Historia escrita del Mediterráneo Oriental pueden ser objeto de la Protohistoria, pues las fuentes escritas por romanos, griegos, fenicios, hebreos o egipcios, además de las fuentes arqueológicas, permiten hacerlo.
La Antigüedad clásica se localiza en el momento de plenitud de la civilización grecorromana (siglo V a. C. al II d. C.) o en sentido amplio, en toda su duración (siglo VIII a. C. al V d. C.). Se caracterizó por la definición de innovadores conceptos sociopolíticos: los de ciudadanía y de libertad personal, no para todos, sino para una minoría sostenida por el trabajo esclavo; a diferencia de los imperios fluviales del antiguo Egipto, Babilonia, India o China, para los que se definió la imprecisa categoría de «modo de producción asiático», caracterizadas por la existencia de un poder omnímodo en la cúspide del imperio y el pago de tributos por las comunidades campesinas sujetas a él, pero de condición social libre (pues aunque exista la esclavitud, no representa la fuerza de trabajo principal).4
El final de la Edad Antigua en la civilización occidental coincide con la caída del Imperio romano de Occidente (en el año 476; el Imperio romano de Oriente sobrevivió toda la Edad Media hasta 1453 como Imperio bizantino), aunque tal discontinuidad no se observa en otras civilizaciones. Por tanto, las divisiones posteriores (Edad Media y Edad Moderna) pueden considerarse válidos sólo para aquélla; mientras que la mayor parte de Asia y África, y con mucha más claridad América, son objeto en su historia de una periodización propia.
Algunos autores culturalistas hacen llegar la Antigüedad tardía europea hasta los siglos VI y VII, mientras que, la escuela "mutacionista" francesa la extiende hasta algún momento entre los siglos IX y XI. Distintas interpretaciones de la historia ponen el acento en cuestiones económicas (transición del modo de producción esclavista al modo de producción feudal, desde la crisis del siglo III); políticas (desaparición del imperio e instalación de los reinos germánicos
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