CRISIS ECONOMICA DE 1929

LA CRISIS DE 1929

LOS ORÍGENES DE LA CRISIS

En Octubre de 1929 se desencadenó una serie de fuerzas económicas depresivas a lo largo y a lo ancho del mundo occidental, la crisis bursátil solo constituyo un elemento tomándose como punto de partida de la crisis económica más profunda del presente siglo. La Europa devastada por la guerra había requerido de enormes cantidades de bienes y servicios de todo tipo, la mayor parte de estos recursos provino de los Estados Unidos lo que constituyo a su vez una fuerza expansiva para ese país, que se reflejo en una situación económica de bonanza durante los primeros años de la década. Sin embargo, una vez que los países europeos iniciaron su recuperación económica y poco a poco restituyeron su capacidad productiva, se empezaron a generar excedentes en el mundo occidental hacia mediados de la década, lo cual reflejo a penas una pequeña recesión en 1927. La economía estadounidense se recuperó rápidamente como consecuencia de una política monetaria expansionista por parte del Banco de la reserva federal.

Casi de inmediato repunto el auge financiero y de la bolsa que concluyo dramáticamente en el crack de Wall Street.

La crisis bursátil de Estados Unidos y sus consecuencias inmediatas no fueron el punto de partida de la depresión mexicana, la economía nacional había resentido desde 1925 el impacto de varias fuerzas depresivas que fueron agravadas desde 1925, el impacto de varias fuerzas depresivas que fueron agravadas en 1927 por la recesión de los Estados Unidos. Los términos de intercambio mexicanos se habían deteriorado 4% en el periodo de 1926 a 1929, aunque el volumen de demanda externa por minerales mexicanos, la fuente tradicional de divisas del país, había permanecido a un nivel alto después de la recesión de 1927. El otro bien de exportación más importante, el petróleo había disminuido continuamente su importancia desde principios de la década de los años veinte en que habían alcanzado su nivel más alto de producción.

La reducción de las exportaciones tuvo un impacto negativo de índole monetaria, pues el menor valor de las exportaciones se tradujo en salidas de dólares del país generando a su vez una contracción monetaria interna. La contracción del sector externo redujo el nivel de ingresos fiscales dad la enorme importancia de la recaudación proveniente de gravámenes dependientes de la explotación de recursos naturales y del comercio exterior.

El Producto Nacional de los Estados Unidos cayó a una tasa promedio anual de 8.2% en términos reales entre 1929 y 1933, cuando se alcanzó el fondo de la depresión en ese país. En consecuencia los términos de intercambio mexicanos se deterioraron en 20.8%, mientras que el volumen de exportación se contrajo 37% durante los años 1929 y 1932, lo que implico una caída del 50.3% en el poder de compra de la exportaciones.

El impacto de la crisis externa en la demanda agregada ocurrió a través de tres canales. Primero, la reducción de precios y la caída del ingreso nacional en estado Unidos y por tanto de su demanda afecto al sector exportador mexicano en forma directa.

El segundo canal de transmisión de la crisis externa fue la balanza de pagos, a través del deterioro de la balanza comercial y

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